Altorreal y Las Salinas (Molina de Segura)

Sin ser nada del otro mundo, esta ruta ha superado mis expectativas, la verdad. Al transitar tan cerca de las urbanizaciones molinenses esperaba bastante menos campo del que he encontrado, así que me ha dejado un buen sabor de boca.

El primer tramo se adentra en la Rambla de las Salinas, pasando por la Fuente de Setenil, un modesto nacimiento en el que el agua es casi invisible entre el cañal.

Salimos de la rambla para incorporarnos al corredor verde, que seguiremos un trecho. Un panel nos habla de la Charca de los Tarays, un pequeño lago que, sin embargo, acumula mucha más agua de la que yo podía imaginar en esta zona tan seca. Es un pequeño oasis.

Dejamos el corredor para bajar a la izquierda e introducirnos entre montículos margosos a un lecho amplio y plano, aunque decido subir unos metros a un pinar para caminar su zona alta.

Al bajar atravesamos un carrizal más o menos cerrado para coger un sendero al pie de otro pequeño cerro. A partir de aquí encontraremos varias edificaciones en ruinas o directamente derruidas. Deben estar vinculadas a las minas de sal que hay a pocos metros y que aún están en explotación.

Sin llegar a ellas subiremos a la cresta de un cerro para recorrerla hasta su final. Las vistas desde aquí son muy bonitas, teniendo a nuestros pies las salinas citadas y que dan nombre a este paraje.

Descendemos con precaución, ya que el sendero es muy inclinado y con piedra suelta. Vemos unas viejas rampas de madera, supongo que para saltar en bici. Continuamos por este laberinto de sendas y nos dirigimos de vuelta a la urbanización, saliendo junto a lo que parecen unos depósitos de agua, y deben serlo, porque vemos mojones de la MCT.

Tras un pequeño viaducto retornamos al asfalto y recorremos el último medio kilómetro hasta el coche.