ALTOS DEL CORRAL, SOMO Y LOBERA, desde IZARRA

Bilbao, a 18 de Febrero de 2018.

Para el paseo de hoy nos acercamos hasta Izarra, en Alava.
La “meteo” dice que puede que por aquí no llueva y en cambio en la costa fijo que sí.
Para mí Izarra es un pueblo elegante, la capital de la comarca de Urkabustaiz, situado en las inmediaciones de la Sierra de Gibijo.
Nosotros aparcamos tras pasar el rio, en las inmediaciones del parque de Ortuño, desde donde se puede comenzar varios paseos, hacia la cascada de Gujuli o hacia el nacimiento del Nervión, nosotros en esta ocasión vamos a subir al Alto del Corral, más conocido como “Estuñagan”, recorremos su cordal y volveremos por el del Alto de Somo y Lobera. Es una vuelta corta y cómoda en cualquier época del año.
Salimos del pueblo por las cercanías de la iglesia y enseguida dejamos el cemento para ir subiendo, casi sin darnos cuenta, por una buena pista rodeados de robles quejigos, después el hayedo. Nos hemos parado varias veces a sacar fotos, musgo, setas, hayas caídas con formas curiosas, todo nos sirve. Vamos por el sendero del Gr del Pastoreo, y enseguida llegamos a la cima del Alto de Corral, presidido por un buzon, vértice geodésico, y una cruz. Tiene bonitas vistas, hacia Orduña, o hacia Gorbea fundamentalmente.
Seguimos camino bajando del Alto en dirección a la cabecera del Barranco del Valleoscuro. Como estamos muy cerca vamos a buscar la cima del Lejazar, un alto cuya cima esta en un hayedo sin un punto claro identificable como cima, nosotros dimos por bueno un promontorio rocoso como si fuera la parte alta de un dolmen, pero como digo no hay hito, ni buzón, mojón ni nada que lo identifique. Además esta cercano a una depresión típica de los hayedos en zonas kársticas. No es una zona que merezc al apena salvo para los tachacimas.
Salimos de allí un poco campo a través, enfilando el cordal del Alto de Somo, con unas muy buenas vistas y presidido por un enorme montón de piedras en cuyo alto se fija una ondeante Ikurriña. Hay también un buzón, un belén marinero y una zona con mesa larga y bancos donde pasar un rato contemplando las vistas.
Continuamos hasta llegar al Alto Lobera donde está la enorme cruz de madera con un antiguo pararrayos y al lado la caseta de la antena de telefonía.
La bajada es directa al barrio de Abecia, se hace por una ancha pista. Atravesamos el bonito barrio con unas casas de planta enorme y algunas muy bien restauradas. Al salir pasamos cerca de una granja en la que hay varios mastines que salen al camino a ladrarnos, pero enseguida sale el dueño, al oírlos, y les pega cuatro gritos para que se aparten y nos dejen pasar tranquilos.
Si por casualidad me lees, gracias por llamar a los perros, te agradezco el detalle.
Ahora ya por carretera llegamos a Izarra comidamente. Contentos por el paseo realizado y además secos, que no nos hemos mojado, así que todo estupendo.
Gracias por leer hasta aquí y hasta otra, nos vemos en el monte.