Circular Pinar de Frías. Leyenda de la Casa de Frías
near El Escobonal, Canarias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Güímar. Altos del Escobobal
Pista de Anocheza
Corona Forestal
Esta espectacular ruta discurre por pistas anchas y una gran parte sobre atajeas.
Empezamos con una fuerte subida siguiendo una pista hasta un llano de tierra blanquecina, llamado el Bailadero de Las Lajas o Llano de las Brujas, zona dónde los antiguos guanches se reunían para hacer ofrendas a su "Achaman" por la escasez de agua. Se decía que juntaban el ganado, separando los corderos y los baifos de sus madres, para que los llantos de estos últimos realzaran las suplicas, por eso Bailadero se cree que viene de "Balar". Más recientemente, en el siglo XX esta zona se utilizaba para rituales de brujería, de ahí el nombre y sus numerosas leyendas.
Leyenda de la Casa de Frías. En 1942 la apacible vida de las dos familias de cabreros que vivían en la Casa de Frías, situada en lo alto del monte de Anocheza, en los altos de El Escobonal, comenzó a retorcerse ante los hechos insólitos que sucedían en la vivienda. Los objetos volaban por el interior de las habitaciones, los muebles saltaban por los aires y una extraña lluvia de piedras parecía querer minar la moral de los que allí vivían. Las estruendosas lluvias de piedras era lo que más temían los habitantes de la casa, doradas y de aspecto brillante, al caer se colocaban unas encima de otras.
Pista de Anocheza
Corona Forestal
Esta espectacular ruta discurre por pistas anchas y una gran parte sobre atajeas.
Empezamos con una fuerte subida siguiendo una pista hasta un llano de tierra blanquecina, llamado el Bailadero de Las Lajas o Llano de las Brujas, zona dónde los antiguos guanches se reunían para hacer ofrendas a su "Achaman" por la escasez de agua. Se decía que juntaban el ganado, separando los corderos y los baifos de sus madres, para que los llantos de estos últimos realzaran las suplicas, por eso Bailadero se cree que viene de "Balar". Más recientemente, en el siglo XX esta zona se utilizaba para rituales de brujería, de ahí el nombre y sus numerosas leyendas.
Leyenda de la Casa de Frías. En 1942 la apacible vida de las dos familias de cabreros que vivían en la Casa de Frías, situada en lo alto del monte de Anocheza, en los altos de El Escobonal, comenzó a retorcerse ante los hechos insólitos que sucedían en la vivienda. Los objetos volaban por el interior de las habitaciones, los muebles saltaban por los aires y una extraña lluvia de piedras parecía querer minar la moral de los que allí vivían. Las estruendosas lluvias de piedras era lo que más temían los habitantes de la casa, doradas y de aspecto brillante, al caer se colocaban unas encima de otras.
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