Amanecer desde el Autocine Flipper hasta las Salinas de la Rambla Salada. Fortuna

IMPORTANTE!! SI REALIZAS ESTA RUTA CON TUS PERROS, POR FAVOR AL INICIO TENLOS ATADOS YA QUE HAY GALLINAS CRIADAS EN LIBERTAD, GRACIAS!!

Bonito para ver el Sol salir tras las Sierra de Callosa y de Orihuela... Empezando desde el campamento base sin coche (casa de campo) hasta las Salinas de la Rambla Salada, por caminos de tierra, yendo por los cabezos de la urbanización Los Periquitos.


Es importante tener en cuenta que donde se deja el coche e inicia (y finaliza) la ruta es terreno privado, aunque está permitido su uso ya que es de mi familia.
Lo idóneo sería dejar en algún coche un papel visible diciendo que estáis haciendo una ruta y que sois amigos de Javi, también avisadme con un comentario en Wikiloc para yo poder avisar.

Es fácil de seguir, en el track he marcado un par de cruces, aunque no son necesarios para llegar. Lo bueno que no pisas carretera, y sin duda, ir a las Salinas es un regalo por toda la tranquilidad que se respira allí.

Un paraje natural lleno de vida por toda la fauna y vegetación que la habitan, y con los colores y sonido del agua que te acompaña.

SI ESTÁS AQUÍ ES PORQUE COMPARTIMOS AFICIÓN, SI DESEAS PUEDES DEJAR TU VALORACIÓN DE LA RUTA Y COMENTARIO, ADEMÁS DE ACTUALIZARLA RUTA PARA FUTUROS USUARI@S, TAMBIÉN PUEDES VALORAR MI TRABAJO, GRACIAS!!!

Si quieres saber su historia aquí de dejo un bonito reportaje:

"Las Salinas de Fortuna o de Rambla Salada están incluidas en el Paisaje Protegido de Rambla Salada y Ajauque, acogiendo al Centro de Visitantes y un Programa de Atención al Público para dar a conocer el Espacio Natural Protegido. La existencia y singularidad de estas salinas, al igual que todas las salinas de interior, nos ha pasado desapercibida en las últimas décadas. Aunque, no basta un simple artículo para saldar esta deuda, por el momento intentaremos explicar como se obtenía tan valioso producto: la sal.
El conjunto de balsas y charcas se reduce a dos tipos: las balsas almacenadoras y las charcas cristalizadoras.
Las balsas almacenadoras que se construyeron originariamente eran diferentes a las que se usaron durante el siglo XX. Todo el conjunto consta de una gran balsa original con capacidad de unos 2.200 m3, construida
con relleno de piedra y argamasa con base de cal (cal y canto), y el enlucido de cal hidráulica. Otras tres balsas alineadas de origen más reciente, están construidas con sillares de arenisca de gran tamaño (al igual que el caserón de la sal). La cabida de estas balsas es de 422 m3
por separado y 1260 m3
en conjunto, volumen que al estar compartimentado aumentaba mejor la temperatura y grados de sal. La concentración de sal que se alcanzaba en las balsas superaba los 150 gr/l de sal, que se conseguía al evaporarse un 5 a 10 % del agua, similar al porcentaje de evaporación que produce en las últimas etapas de las charcas calentadoras de las salinas del litoral.
La siguiente etapa de las salinas es el conjunto de charcas cristalizadoras. Estas estaban agrupadas en órdenes, que es la manera que tenían los obreros y maestros salineros de denominar a los conjuntos de charcas que se iban llenando de manera ordenada y escalonada en función de la disponibilidad de agua en las balsas. Esta denominación conceptual de “Orden” es una singularidad de estas salinas, que parece no hallarse en el resto de salinas.
El recinto salinero consta de un grupo de 18 órdenes, que acogen 720 charcas de 12 m2
.La
cada una y otro grupo de 7 órdenes, que acogen 308 charcas de 16 m2
separación de las charcas se realizaba con colañas de madera de cuatro metros de longitud. En total existían 1028 charcas, con una cabida total de 1356 m3
. A esto
hay que añadir dos conjuntos de charcas asociadas agrupadas de diferente manera, que parece ser que se abandonaron en los años 30 y que fueron trabajadas por arrendatarios. Todo el recinto quedaba separado por el camino central que servía para el transporte de la sal hasta el almacén.
Los órdenes estaban separados por “sequeros” que consisten en un área empedrada que servía para depositar la sal que se extraía húmeda de las charcas. Estas no secaban el agua por completo. Todas las órdenes mencionadas presentan desnivel hacia el Este, lo cual facilita el drenaje de las “aguas madre” y el llenado de las charcas por el canal de distribución y por laminación.
Cuentan los antiguos obreros de las salinas que eran suficientes dos semanas para obtener una cosecha de sal y en el período de más intensidad de trabajo, desde Mayo hasta Septiembre, trabajaban en las Salinas unos 10 obreros, plantilla que se reducía a tres obreros durante el invierno, que se dedicaban a reparar las charcas, balsas y canales de distribución, así como mantener los cultivos y el ganado que se utilizaba en la explotación.
Pero hay un aspecto de gran importancia para comprender el diseño de las salinas. Una pista nos lo da la antigüedad, pues estas salinas son relativamente modernas (inicio del siglo XIX). Esto es debido a que tradicionalmente el agua de Rambla Salada, pese a su extrema salinidad por contenido en cloruros, también contiene una elevada proporción de sulfatos procedentes del yeso (Sulfato Cálcico), tan abundante en toda la cuenca. Se construyó una presa en el interior del cauce (actualmente derruida e inexistente) que contuviera las aguas de
una surgencia salina y un dique que desviara por un lateral las aguas sulfatadas provenientes de aguas arriba. Junto a la presa se ubicó la toma de agua hacia el pozo, consistente en un registro y una balsa decantadora (actualmente visibles y en funcionamiento). El siguiente paso es el pozo donde inicialmente existió una Ceña o molino de tiro que contaba con una noria. Desde aquí, partía un canal soportado como un acueducto hasta al conjunto de balsas.
Un aspecto que llama la atención a muchos visitantes es la forma y disposición del almacén respecto al recinto salinero. Ello no es ninguna singularidad, es muy común en otras salinas, que el almacén sea un edificio muy robusto y seguro con el fin de evitar robos y poder mantener la sal a buen recaudo. La rampa de acceso lateral a la parte posterior y la ubicación de un volcadero en esta parte está justificado para evitar el acceso de los animales de tiro al interior del edificio y evitar que se mezclara suciedad con la sal allí almacenada. La sal almacenada era tal que llegaba hasta el techo del almacén y dificultaba o impedía el acceso por la parte anterior del edificio. Si que es una singularidad de estas salinas el material empleado en la construcción tanto del edificio como en la confección de
balsas y charcas, ya que se emplearon sillares y bloques de arenisca cortada y tallada a mano en canteras adyacentes a la finca.
En su última etapa de funcionamiento, estas salinas fueron propiedad de D. José Burgarola Albadalejo y D. Antonio Hernández Mora, hasta 1950. Tras morir José Burgarola en Sevilla, ciudad en la que residía habitualmente, su parte pasa en herencia a su hijo José Antonio Burgarola que adquiere a Antonio Hernández la otra parte de la propiedad. Mientras, las salinas entran en declive y se abandona el mantenimiento de las charcas, por falta de inversión. Desde antes de la Guerra Civil y durante todos estos años los trabajos de las salinas y del resto de la finca son dirigidos por el encargado Paco “El Pizca”. La escasa rentabilidad de la sal a partir de los años 50 impide la recuperación de la explotación salinera y el propietario vende las salinas a un labrador de la finca, D. José Mayol Mayol (conocido por el Periquito). Con posterioridad la finca, es vendida a otro propietario al que la Dirección General del Medio Natural adquiere la finca de las Salinas de Rambla Salada en 1997, con fondos del Programa Life de la Unión Europea.... "

Información sacada del reportaje del "el mirador de Ajauque N°4" donde encontrarás un pdf con más información

vayas por donde vayas, visita este hermoso humedal, y sobre todo respetalo y cuidalo ya que es un espacio protegido por su maravillosa biodiversidad.