Amboto desde Urkiola

18/01/2014 9:32 am. Hoy subimos a Amboto, cumbre imprescindible para los aficionados en estas tierras, aunque no las teníamos todas con nosotros al salir esta madrugada de Madrid por la previsión del tiempo y por las nevadas que hemos atravesado rumbo al Norte.
Salimos del parking del Santuario de Urkiola, para hacer una ruta clásica de ascenso directo por la cara sur. Si todo va bien, descenderemos por la arista este de la cara sur para bajar al collado de Zabalandi y volver.
El tiempo está malo, con llovizna, pero tiramos hacia arriba. Tras subir al Urkiolaguirre - Urkiolamendi, primera cumbre de paso hacia la Peña y contemplar las vistas espectaculares , de oeste a este, de la peñas de Unztillaz, Atxarte y la impresionante Cresta de Amboto, comenzando por Alluitz y el paso del diablo, y prolongándose hasta la arista de ascenso al Elgoin y Amboto, aguantamos como podemos la ventisca y enfilamos hacia el collado de Asuntza para tomar la vía de ascenso.
Tras pasar por por la fuente de Pol Pol tomamos el desvío para ascender por un hayedo entre la niebla. Bastante resbaladizo, por la acumulación de hojas y la humedad de las rocas, vemos que la niebla se va cerrando y tememos no poder alcanzar la cumbre.
Afortunadamente, llevamos en el gps la ruta que hemos descargado de luis.itxina y eso nos da seguridad para seguir, a pesar de la niebla.
Tras salir del hayedo, enfilamos la arista de subida, ya con bastante cuidado por las condiciones de humedad y hielo en algunos tramos, y pasamos por algunos pasos que supongo que, en condiciones de buen tiempo, serán fáciles, pero que hoy me han parecido moderadamente difíciles o más bien peligrosos, porque las caídas son importantes. Quizás haya sido mejor no verlas bien, por la niebla, como nos dijo un montañero que bajaba, porque si no, tal vez nos hubiéramos asustado un poco.
Ya en el último ataque, tras un pequeño refugio en el que podemos resguardarnos del viento, vemos la cumbre entre la niebla y arrancamos decididos para completar. Por suerte, arriba no hacía tanto viento y hemos podido estar un rato, sin ver gran cosa, porque la niebla era cerrada (más bien estábamos dentro de una nube) y tras consultar con otro valiente que ha llegado un rato después que nosotros, que conoce la peña bien, descartamos la bajada que habíamos previsto por la otra arista, por las condiciones meteorológicas y decidimos bajar por la misma ruta.
Como suele pasar, bajar por las rocas húmedas y en pasos estrechos es más difícil que subir, y yo al menos, lo he pasado mal en algún momento, destrepando por algunos pasos. El montañero que se nos ha unido en la cumbre conoce bien el terreno y eso nos da seguridad para atravesar la zona más complicada y volver al descenso más seguro por el hayedo, que aunque esté resbaladizo, no es peligroso.
Finalmente, regresamos por la pista, sin volver a pasar por Urkiolamendi, completando este recorrido que nos ha dejado con las ganas de volver para poder ver bien la cumbre y sus vistas y quizás abordar la mítica cueva de Mari, la dama de Amboto. Tal vez lo hagamos en unos meses, subiendo por el otro lado.