ANCARES CIRCO 3 OBISPOS VALLE RIO ORTIGAL

Esta ruta, sin duda de montaña, recoge un antiguo camino que une la Campa de Tres Obispos con la Golada de Boca de Campo, paso obligado desde Vilarello hacia los valles leoneses, en la llamada Ruta dos Bois Galegos, pues por aquí se llevaban a las ferias leonesas sobre todo de Vega de Espiñareda.
La hemos hecho en el sentido de la agujas de reloj, pues teníamos claro la entrada (se ve en la vistas aéreas) desde la antigua braña de Boca de Campos (1 cabaña y varios chozos, todos derruidos), en menor medida la salida por debajo de la “turistizada” Campa de Tres Obispos.
Ojo que en varios sitios el terreno no es apto para senderista (si para el montañero), de ahí que la pongamos como ruta muy difícil.
La subida desde el río Ortigal, se hace por una pista “reciente” que zigzaguea hasta encontrar el camino dos Bois Galegos, desde Vilarello. La pista deja de existir y pasa a ser senda de montaña, que para estar como ruta de senderismo del Concello de Cervantes, una “fouciña” de vez en cuando no le viene mal.
Se llega a la antigua braña de Boca de Campo, con su cabaña sin techo y aunque el camino llega a la Golada (Collado), remontando hacia la izquierda, otro muy pisado con algún jito/hito/fito que otro, remonta hasta el primer giro que a hace la ladera. Espectacular plataforma sobre el valle.
El camino sigue, muy marcado y con bastantes “xestas” cortadas (si dejáis de ver vegetación cortada es que vais mal) de alguien que se lo ha currado y mucho y es de agradecer.
Durante un rato el camino es muy llevadero manteniendo la curva de nivel. Carballos y xestas dejan ver el valle y las campas altas del mismo.
Un par de árboles arrancados de raíz nos hacen pensar el camino, van a dejar lugar a la parte más complicada. Era de suponer que las laderas de los Penedoes, trajeran sorpresa como así fue. La verticalidad y el poco manto terrero, hace que se convierta en una ladera de hierba, con cierto patio. De estar húmedo, las precauciones han de ser máximas.
Un par de torrenteras, alguna dificultosa por su profundidad, donde el camino hay que pensarlo (dejamos algún jito), dan paso a varias pedreras que mantienen la altura, a la vez que ya se ven cerca las campas bajas de Tres Obispos.
Una senda en una vaguada, después del manantial del regato, da lugar a un cerrado bosque de acebo, que pierde el camino en bastante puntos.
La traza estuvo y a poco que se busque aparece bajo la maleza, pero es la parte más desagradable de la ruta. Aunque la tendencia es tirarse a la izquierda (OJO: hay varios cortados), el camino surge siempre hacia la derecha, aquí otra manita de “fouciña” le venía de maravilla, hasta una de las campas altas del Valle de Ortigal, a partir de ahí pista de tractor hasta la carretera (con pista desde arriba y pista desde abajo, el tramo se limpia en una mañana)
La ruta, como “Objetivo” de actividad de un día, sin hacer ninguna cumbre puede ser no interesante. Pero conocerla como alternativa de escape o de sorteo de los Penedoes si a alguien se le hace complicado (hay mucho senderista pringao que acaba arrastrando culo), es factible.
En este diseño circular, con la ruta editada salen 12kms, pero es fácil llegar a los 13.
Lo cierto es que Ancares podría tener una tremenda red de senderos antiguos, (que incluso facilitan la lucha contra incendios) pero los ayuntamientos prefieren solo tenerlo en las webs (y esto no solo de los concellos Ancareses) que es más fácil de mantener, aunque sean entelequias.