Ancares Leoneses.Tejedo Pto. de Ancares por la Braña de Pereda, Dos Hermanitos y Lago de Cuiña

Ruta lineal, por las montañas de los Ancares leoneses.
Distancia recorrida 11,7 Km.
Tiempo total empleado 7 horas. Municipio de Candín (León).
Realizado el 30 de Agosto de 2016, un día de calor sin nubes en el cielo y sin viento.
Debido a las fuertes pendientes , el terreno pedregoso y fracturado en las cumbres con grandes cortados y la poca concurrencia de gente, la califico de difícil.
Nuestro recorrido parte desde la Ermita de la Magdalena, en la localidad de Tejedo de Ancares, perteneciente al municipio de Candín. Subiremos a la Braña de Pereda, lugar de pastos para el ganado, seguiremos hasta alcanzar la cuerda divisoria entre los valles de Burbia y Ancares, y a su vez límite entre los municipios de Vega de Espinareda y Candín. Marcharemos dirección al Pico Cuiña y Puerto de Ancares, fin de nuestra ruta.
Después de dejar el coche en las inmediaciones de la ermita, andamos por la carreta unos pocos metros hasta encontrar el camino indicado con una señal de madera, Braña de Pereda, cruzaremos el rio Ancares y al poco comenzará la subida hasta la braña, fuertes rampas de pista, entre variedad de árboles autóctonos: acebos, robles, servales, etc… Hasta la Braña tardamos una hora, descansamos un rato contemplando a las vacas que pastan en este idílico lugar, si lo necesitamos podremos abastecernos de agua en el arroyo que cae entre las piedras.
Pasada la Braña, se acaba la pista y tendremos que seguir una senda estrecha que se va internando en el monte, y señalizada en su comienzo con una estaca y color rojo, tomando altura hasta llegar a otra indicación con un aspa en rojo que indica que no hay que seguir de frente. En este punto el camino gira a la izquierda. Yo seguí de frente hasta una pedrera para poder realizar unas fotos y al intentar volver a la traza buena me metí en un buen berenjenal de monte bajo, que me hizo perder unos 45 minutos. Este tramo os lo he ahorrado en el trak y os pongo el trazado bueno. Desde la braña hasta la cuerda se puede tardar unos 50 minutos.
Una vez en el buen camino, alcanzaremos la divisoria de los valles, tendremos buenas vistas de los picos más altos de los Ancares y de sus valles, y comprobaremos que hasta nuestro destino aún nos falta bastante.
Aunque no es una cuerda cómoda de andar, llegamos sin ningún problema hasta las inmediaciones de los Dos Hermanitos, el terreno se ha convertido en un pedregal, que asciende hasta la cumbre. Decidimos no hacer el paso por la cima y seguir el camino, que por su izquierda lo bordea. Aún así, este es un terreno delicado, con piedras sueltas y una gran pendiente a nuestra izquierda que hará que tengamos que ir con cuidado.
Dejaremos atrás los Dos Hermanitos volveremos a la cuerda, con impresionantes vistas, tanto de la olla de Ancares y el pico Miravalles a la derecha, como del valle de Finolledo, el Mustallar y Peña Longa, a la izquierda. Al final del Campanario, cerca de Peñas Apañadas, encontraremos un cortado que tendremos que salvar descendiendo por la izquierda.
En la ladera de Peñas Apañadas hacemos un descanso algo más largo para reponer fuerzas. Se nos ha ido un poco el tiempo, y como la cima de Cuiña ya es conocida tomamos la decisión de descender directamente hacia el lago. Se aprecian varios caminos y hacia ellos nos dirigimos perdiendo altura con cuidado pues la pendiente es muy fuerte.
Desde el lago tomamos la salida hasta el collado, veremos a nuestra derecha el refugio, y seguiremos por la cuerda hacia el Brañulín, con el día tan despejado que tenemos alcanzamos a ver Suarbol a la izquierda y la vista se nos pierde en el horizonte más allá de la montañas. Por fin alcanzamos el alto del puerto, fin de nuestra ruta. Ha sido un día con demasiado calor que nos ha hecho más penosa la jornada.
Esperamos un rato a que llegue nuestro transporte que nos lleve de regreso a Tejedo.
Gracias a Ojolince y sra, por su magnífica descripción, y estoy de acuerdo en que esta parte de Los Ancares leoneses, es una zona poco conocida, quizás no muy espectacular, pero con grandes espacios y muy poca presencia humana como ya en pocos sitios se pueden encontrar. Totalmente recomendable.