Andazarrate-Zareteaitz

Bonito paseo, sin mucha pendiente, con vistas espectaculares, pero con algunos tramos de mala definición del camino porque la vegetación casi lo ha cegado. Dejamos el coche en el aparcamiento del área recreativa de Andazarrate. Una pista de cemento nos lleva hasta una vaquería, que rodeamos por una pista de tierra. Había llovido mucho y hoy el terreno estaba en algunos tramos muy embarrado, como por ejemplo, en esta zona. Rebasada la vaquería, cruzamos una langa y seguimos por la GR-34. Atravesamos un pinar y llegamos en una pista que nos sube en suave pendiente hasta Goiballara, coronado con una gran cruz blanca. Aprovechamos para contemplar la magnífica panorámica e iniciamos el descenso por la pista, que pronto se transforma en una senda. Atravesamos algunos pasos estrechos por la argoma, cruzamos una alambrada y descendemos por una empinada pendiente, con la senda casi cegada por la vegetación. Menos mal que pronto llegamos al camino que constituye la GR-34. Seguimos como podemos esta GR, lo que con frecuencia no es fácil porque las marcas se pierden . Rebasamos el caserío de Zazkarate y alcanzamos una campa herbosa donde, según la marca de Aranzadi, hubo un dolmen, aunque resulta difícil identificarlo. Desde aquí atacamos la cima de Zareteaitz. El camino no es fácil, porque la vegetación lo cierra, así que hay que ir improvisando por donde pasar hasta llegar a la cima. Un buzón con una casa lo señala. La panorámica desde aquí es espectacular. Vemos Aralar, Ernio, Gazume, Pagoeta y detrás Erlo, toda la línea de la costa, con la ría de Orio fácilmente identificable, y el principio del Pirineo, con Peñas de Aya. Volvemos a bajar al dolmen, y seguimos una senda que rodea Aitzondo, volviendo a la GR-34. Para la vuelta fuimos buscando pistas asfaltadas o cementadas, evitando las zonas de barro. Esto nos permitió mejorar nuestra panorámica de la zona