Andoain-Buruntza-Lasarte Oria-Zubieta-Usurbil

Comienzo en la estación del cercanías de Andoain-Centro. Recorro de lado a lado la localidad y luego me desvío a la izquierda para ascender al barrio de Buruntza. Al fondo observo mi objetivo principal, el monte Buruntza y su cruz cimera.

Para ello, asciendo primero por una empinada pista de cemento, que luego pasa a ser de piedras. Las rampas son cañeras en algunos puntos, pero en general la subida es muy llevadera.

Luego el terreno pasa a ser de tierra, y llego a un punto donde observo de cerca la cruz del Buruntza. Existe la posibilidad de atajar por la derecha, yendo por un estrecho y empinado sendero rodeado de arbustos de los que pinchan. Yo iba en pantalón corto, y tampoco tenía ganas de acortar la subida, porque quería pasar primero por la ermita de San Roque, así que continuo de frente.

Desciendo brevemente para luego volver a ascender. Enseguida llego a la pequeña ermita de San Roque, donde hay una preciosa vista del pueblo de Andoain y varias sierras de montaña al fondo.

Hago un doble giro, y encaro el largo cordal cimero del Buruntza. Aquí también hay mucho arbusto como el del atajo, pero por fortuna el sendero es lo suficientemente ancho para no llegar a tocarlos.

Después de varios minutos, alcanzo la cruz del monte Buruntza (derribado desde el día 18 de Diciembre de 2021). Ésta realmente es una cima secundaria, ya que la principal se encuentra unos 100m más adelante. Aquí hay muy buenas vistas, en especial de Andoain, Usurbil, Lasarte-Oria y San Sebastián, además de montes como Andatza, Zarateaitz, Belabieta, Hernio, parte de Aralar, Adarra y Jaizkibel entre otros.

Prosigo la marcha por el cordal hasta llegar rápidamente al geodésico y la piedra que indica la cima principal del monte Buruntza (442m). Aquí la panorámica se abre hacia el Norte, pudiendo ver más nítidamente la ciudad de San Sebastián, Hernani, Urnieta y montes como el Jaizkibel o las Peñas de Aia.

Tras las fotos de rigor, sigo recto pero ahora cuesta abajo. Cuidado durante los primeros cientos de metros de bajada, ya que hay numerosos tramos técnicos, donde conviene usar las manos por seguridad. Es un paso rocoso muy estrecho y empinado, donde no es fácil clavar de primeras los pies. Hoy aquel lugar estaba seco a pesar de las lluvias de hace unos días, pero en caso contrario habría que extremar las precauciones.

Una vez superado ese tramo, el sendero se allana y vuelve a ser liso y cómodo. Luego, hay un cruce de caminos, donde puedo bajar hacia Urnieta o seguir recto para ir rumbo a Lasarte. Así pues, sigo de frente.

Sigo descendiendo, ahora por un estrecho y empinado sendero, con buenas vistas a los alrededores, y también disfruto de la presencia de numerosos caballos.

Más adelante, finalizo la primera parte del descenso en cuanto llego a la ermita de Santa Cruz de Azkorte. De nuevo, tengo opción de ir hacia el pueblo de Urnieta, pero decido ir por la vía directa e ir rumbo a Lasarte. Para ello, me desvío a la izquierda y avanzo por un sendero natural.

Son 2km los que tengo que caminar por este camino, encajada en una densa arboleda. Se trata de una zona muy húmeda, ya que circulan numerosos arroyos y hay bastante barro. En la mayoría de los casos se puede evitar pisando sobre pequeñas piedras, pero hay ratos en los que no queda otra que ir sobre el fango.

Al final del sendero, conecto con una pista asfaltada que me llevaría hasta la zona Sur de la localidad de Lasarte-Oria.

Avanzo hacia el Norte, atravesando la zona, hasta llegar al casco histórico de Lasarte-Oria.
Ahora, me desvío a la izquierda, cruzando el puente sobre el río Oria, y camino por un bidegorri que me lleva hasta la cercana localidad de Zubieta.

Lo que resta ya no tiene mucho misterio. Avanzo por una carretera que pasa por numerosos caseríos, hasta llegar primero al barrio de Santu Enea y luego a la localidad de Usurbil. Recorro buena parte del pueblo, y por último me desplazo hasta la estación de tren, donde concluyo esta sencilla y bonita ruta.