Anento: Castillo-Aguallueve-Torreón Celtíbero

Pequeño paseo por el precioso pueblo de Anento, acercándonos a los puntos de mayor atractivo del pueblo: el castillo, el paraje del Aguallueve y el torreón celtíbero.

Anento es un pequeño municipio al sur de la provincia de Zaragoza.
Despoblado hace 30 años como muchos otros pueblos de Aragón, había momentos en los que residía sólo una persona en el pueblo. Pero en la última década, desde la entrada oficial en la lista de los pueblos más bonitos de España en 2015, cada vez más personas visitan Anento, atraídos por la singular belleza del pueblo y su entorno.

Este pueblo cuidadosamente restaurado está ubicado en el fondo de un valle, coronado por piedra caliza asentada sobre margas arcillosas, adornadas por diferentes colores según la época del año. Sus preciosos rincones y caminos empedrados permanecen floridos durante casi todo el año.

Protegido a los pies de lo que queda de su castillo, la localidad se encuentra observada por su torreón celtíbero, al este del valle.

En las afueras del pueblo está su huerta, regada por las aguas cristalinas del manantial Aguallueve, que forma el singular paraje del Aguallueve, un lugar verde y húmedo con pequeñas cascadas cubiertas de musgo, uno de los mayores atractivos del pueblo.

Cabe mencionar también su iglesia románica de San Blas del siglo XIII, que alberga en su interior un magnífico retablo gótico del siglo XV, el mayor de la Corona de Aragón dentro del grupo que se mantiene completo. Es obra del Maestro Blasco de Grañén.

El casco urbano del pueblo es todo peatonal. El aparcamiento oficial se ha habilitado en el antiguo campo de fútbol a la entrada del pueblo, y cuesta 2 euros al día.
Allí mismo se inicia nuestro pequeño recorrido.

DESCRIPCIÓN:
Desde el aparcamiento empezamos a callejear por los rincones del pintoresco pueblo.
Nos acercamos primero a la oficina de turismo, al lado suyo está el dispensador de la ficha que hay que sacar para el parking.
A continuación recorremos las pintorescas calles empedradas del pueblo, pasando por la iglesia, la ermita y el mirador.

Al lado de una casa rural tomamos el camino que va ascendiendo por unas escaleras al antiguo castillo que data del siglo XI y del que se conservan dos torres y restos de la muralla. Por el camino y desde el castillo disfrutamos de unas panorámicas estupendas del pueblo.

Desde un merendero situado en un pinar al lado del castillo sale la senda que desciende hacia el paraje del Aguallueve. Pasamos al lado de una pequeña cascada y enseguida enlazamos con el camino que va directo desde el pueblo al paraje.

En un cruce de sendas, ya en las inmediaciones del paraje, nos acercamos a un pequeño mirador desde el que tenemos una buena perspectiva del Aguallueve a nuestros pies, un manantial que cae continuamente en forma de gotas de agua, creando un espectacular relieve, con paredes de roca kárstica cubiertas de musgo y helechos y pequeñas grutas escondidas en su interior.
El agua se recoge en una balsa de color turquesa que después se canaliza para el riego de los campos y huertos del pueblo.

Desde el Aguallueve tomamos la senda en dirección a Anento, paseando a la sombra de los árboles en la zona de cultivos del pueblo.

Llegados a un cruce, con un peirón de la Virgen del Pilar de Anento, tomamos una senda que asciende al Torreón Celtíbero San Cristóbal.
Tras 600 m llegamos a los restos del torreón que data probablemente de 200 a. C.
Desde allí volvemos a disfrutar de espectaculares panorámicas del pueblo, que encaja a la perfección en el valle a los pies de las paredes arcillosas esculpidas por la erosión que se elevan a su lado.

Volvemos sobre nuestros pasos al cruce, para continuar desde allí hasta el pueblo y dar por terminado este preciosos paseo, apto para casi todos los públicos.