Aparecida-Ampuero-Limpias-2018-01-29

Bonito paseo desde el santuario de La Bien Aparecida al del Cristo de Limpias... y bajo la mirada de la Virgen de las Nieves, tres de los hitos religiosos más importantes de Cantabria.
Inicio en el parking de la Bien Aparecida (municipio de Ampuero), visita al santuario y bajada posterior a Bárcena de Udalla y Udalla (Ampuero). La bajada es fuerte, con rampas de hasta un 23%, pero el camino es ancho, de tierra y grava, sin prácticamente barro a pesar de las últimas lluvias, y además las zonas más problemáticas están cementadas. En la parte alta hay muchas semillas de eucaliptus sobre el terreno, que pueden hacernos resbalar si no tenemos cuidado en dónde ponemos el pie. Por lo demás, sin problema.
Atravesamos el río Asón de su margen izquierda a la derecha en Udalla, pasando al municipio de Rasines. Poco antes de la estación de Udalla, giramos a la izquierda por un camino con el río a la izquierda y campos de labor a la derecha. A unos 500 m. volvimos a girar 90º a la derecha para ir al Callejón (de nuevo y por muy poco, en Ampuero), donde iniciamos la subida a Valmagne (límite de Rasines y Ampuero), pasando por el Rabicón y El Pico.
Esta subida va a media ladera de la vertiente este del valle bajo del Asón, contemplando a nuestra izquierda la vertiente oeste enmarcada por la sierra de Breñas, desde la Comba al SO hasta la Colina (Candiano) al NO, con los intermedios Pico Negro y Pico del Fraile. Al Sur, el valle del Asón se interna en el de Soba, separado por la mesa del San Vicente.
Este camino de subida es también ancho, pero irregular y algo embarrado en algunas zonas. En el Pico, poco antes de Valmagne, entroncamos con la pista de tierra que une Rasines con Ampuero por una larga cresta entre el río al oeste y la carretera al este. Pista que está asfaltada a partir de la depuradora de Ampuero.
En Ampuero, bocadillo junto a la plaza de toros, para seguir luego hacia Limpias lo más pegado que podemos al río, por Pieragullano.
En Limpias seguimos todo el paseo de la ría hasta su final, donde existe un museo de la Armada al aire libre, con piezas de artillería, torpedos y minas de viejos acorazados y cruceros.
Al final, ligero retroceso con subida a la ermita de san Roke y posterior bajada a la parroquia de san Pedro donde está el célebre Cristo de Limpias.
Fuimos 61 senderistas de la "tercera edad"