AR Cresta del Gallo-PR MU-21-Sendero del Cañejar-Rbla Los Serranos-Senda del Macetero-Pista Tana. Anthercas

Accedemos al aparcamiento del AR de la Cresta del Gallo, desde Algezares pasando el Santuario de La Fuensanta por Los Teatinos.

Salimos desde la valla del Área Recreativa de La Cresta del Gallo por asfalto, hacemos un recto enfilando por sendero PR MU-21 paralelo a la pista, continuamos al cortar la bajada hacia La Tana, los gamones embellecen las laderas, el sendero discurre un trecho descrestando, con vistas de las Murallas de King Kong y el Paisaje Lunar antes de continuar por el Sendero del Ascensor en La Naveta.

Giramos por la izquierda en el cruce bordeando Morro Redondo (449 m) para llegarnos al Mirador del Sendero del Cañejar, donde admirad además Columbares, Mamellones, Puntarrón y Cresta del Gallo.

Descendemos por tramos de fuerte pendiente, pasando por el conjunto de petroglifos del Cañejar de motivos muy sencillos: tres grandes cazoletas o grandes oquedades, una semicircular, otra cuadrada y la última ovalada, todas interconectadas por canalillos, evidencian la mano del hombre al ser muy nítidas las marcas de los trazados con instrumentos. La semicircular tiene un diámetro máximo de 30 cm y una profundidad de 20 cm, la cuadrada e intermedia, ofrece sus caras regulares de unos 25 cm y 12 cm de profundidad, la ovalada muestra un diámetro máximo de 40 cm y fondo de 12,5 cm. Los canalillos muy someramente trazados en la roca, nunca rebasan el metro de desarrollo y discurren entre los 40 y los 60 cm.

Terminado el descenso en la Rambla de Los Serranos, no tomamos el paso hacia la Umbría de Los Sánchez, nos movemos por la rambla evitando embarrarnos, tomamos el mantente en una de sus curvas, bajo un gran paredón rocoso estratificado, al poco de continuar suena una voz de alarma .. un sapo ha sido descubierto a pesar de su camuflaje, ha debido moverse al paso de alguna de las guapas andarinas que nos acompañan. Es un sapo corredor (Epidalea calamita), anfibio anuro que se distingue del sapo común, por una línea amarilla o verde claro longitudinal en la mitad de la espalda, posee un cuerpo rechoncho, muy verrugoso y patas largas.

Cuando empezamos a tomarle la medida y el gusto a la rambla, toca dejarla por la Senda del Macetero, empinada al principio, va estabilizándose y se abre a bonitos paisajes, a veces se encuentra invadida de árboles caídos, arrastres de tierras y abundante matorral.

Encontramos una ooteca espumosa adherida a una ramita, estaba demasiado endurecida y seca, debiendo haber eclosionado ya los huevos de la mantis religiosa, pues la temperatura primaveral de las últimas semanas hace salir a las crías. Cada saco puede albergar entre 200 y 300 huevos, entre ellos impera el canibalismo y los más adelantados se comen a sus congéneres tardones.

Enlazamos con la Pista de La Tana por la que proseguimos un buen tramo, hasta que nos tienta ascender por una de sus abruptas vaguadas, en sendero zigzagueante hasta el aparcamiento, acortando el recorrido que tenía previsto por el PR MU-49 en la Senda del Pollo.

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