Arboles singulares de Navahermosa y Hontanar

Con esta ruta mostramos los cuatro árboles de lo más espectaculares de Navahermosa y Hontanar: El tejo de la solana de la Tejera, el olivo milenario, el fresno hueco y el alcornoque de la Milagra.
Comenzamos junto a la ermita de La Milagra, accesible bien desde Navahermosa u Hontanar. Caminamos hacia la espalda de la ermita y avanzamos por el cortafuegos hasta subir por encima de los pinos (desde arriba hay unas buenas vistas de Navahermosa). Giramos a la izquierda y vamos por la base de los riscos hasta el Collado de la Madroña. Aquí cogemos el camino de la izquierda que sube hacia el Telegrajo y el Corral de Cantos (es el único que tiene una valla que impide el acceso a vehículos) hasta el collado de la Tejera. Este collado es donde termina la pendiente elevada para ser un falso llano. Poco más de 2 km desde el collado de la Madroña.
Es difícil dar con el tejo, no el camino en si. A ver si lo explicamos bien y ponemos alguna foto que ayude. No se debe intentar continuando por el camino hasta el desvío que sube a las antenas del Telegrajo y a su altura bajar hacia la derecha en su busca (la 1ª vez que lo vi fue así y lo encontramos, tras una hora en la pedriza, con mucha suerte).
Una vez en el collado de la Tejera buscamos en el horizonte la caseta del Corral de Cantos y avanzamos en línea recta hasta encontrar unos riscos (marcados con tal en el track) y desde estos buscamos otras piedras a nuestra izquierda (marcados como Riscos vistas al tejo). Desde este punto debemos buscar con vista el tejo, reconocible por un verde botella brillante de su copa. Os pongo una foto con él marcado. Una vez localizado proseguimos hacia él por una especie de vereda, en la que pasaremos por tres carboneras (también marcadas), que en algunos sitos se sigue mejor que en otros; algunas veces hay montoncitos de piedras. Desde los riscos hasta el tejo es todo pedriza, hay que tener cuidado con los tobillos y puede ser peligroso con las piedras mojadas. Ver un tejo en similares condiciones es muy poco usual, su tronco rondará los cuatro metros de perímetro y su copa unos 40metros.
Regresamos por el mismo camino hasta el collado de la Madroña, y aquí buscamos una señal verde que marca el inicio de la vereda que baja a Hontanar por el Risco de la Solana. Ya en Hontanar, al lado de la piscina hay un cartel – mirador que nos indica los nombres de todas las cumbres que se ven. Seguimos hacia la iglesia, pasamos por el caño (hoy en día dice que no se puede beber… pero todavía estamos aquí), y en la 1ª calle a la derecha nos encontramos con el olivo “emparedado”. No llama mucho la atención al estar lleno de cables y de cemento.
Ahora, bien volvemos y giramos la primera a la derecha o seguimos por la primera a la izquierda y luego a la derecha hasta el Centro de Día. Torcemos por la primera a la izquierda, la calle Pino, hasta el final, que el impresionante fresno hueco nos espera(aunque en realidad hay otro más pequeño junto a él). Su tronco hueco anda sobre los 8 metros y la sombra que proyecta serán unos 350 metros cuadrados.
Volvemos al Centro de Día, salimos hacia la izquierda, subimos primera derecha, calle Milagra, y luego izquierda, calle Erillas, para entre un huerto y un chalet buscar el camino viejo a Navahermosa (marcado en el track como “salida Hontanar”). Avanzamos hacia “El Cabezo” y casi arriba merece la pena girarse y contemplar el valle al atardecer. La vereda cruza la pista alquitranada que una Hontanar con Navahermosa, y avanzamos junto a la valla de un camping ahora en desuso hasta el Alcornoque de la Milagra. Sólo resta continuar por el camino hasta la ermita.

Podríamos hacer la ruta en plan gandul, subir con el coche hasta el collado de la Madroña, buscar el tejo andando (una hora desde el collado), no queda otra, bajar a Hontanar a ver los otros dos y acercarse desde la ermita al alcornoque.

PD.- el pasado invierno Eolo nos privó de la majestuosa estampa del alcornoque.