Árboles Singulares en Gúdar-Javalambre. Arcos de las Salinas. Carrasca

Cerca de la Hoya de la Carrasca están los dos árboles de Arcos de las Salinas que aparecen en la lista de Árboles Singulares de la comarca.
La idea inicial era unirlos en una sola ruta.
Pero debido a la fragosidad de la segunda parte solo hemos visitado la mastodóntica Carrasca de la Hoya.
Iniciamos la ruta en la Hoya de la Carrasca, a medio camino entre Losilla de Aras y la Puebla de San Miguel.
Cruzamos el caserío y vamos en búsqueda del Camino del Magallón. Hay que dejar el depósito de agua a la derecha y remontar entre las ruinas de varias casas.
Es una vieja senda con el trazado bastante marcado y relativamente limpio. Por este antiguo camino iremos y volveremos al Rodeno donde visitaremos la monumental carrasca y otros tres GiGanTes arboreos.
El camino va rodeando las laderas y cruzando los barrancos que las drenan.
Pese a lo escarpado de las laderas la senda tiene pendientes suaves.
Durante bastantes tramos va paralela a hormas de piedra y tiene unas viejas flechas pintadas de color rojo.
En este recorrido de ida y vuelta hay que atravesar una pedrera de grandes bloques poco antes de cruzar el Arroyo del Búho.
Después se pasa por una zona de cárcavas equipada con un cable para evitar problemas.
Poco antes de llegar a la Casa del Rodeno dejamos la senda para bajar por las viejas terrazas recuperadas por la vegetación a las Carrascas. También visitamos un par de majestuosas Sabinas antes de pasar por las ruinosas edificaciones.
La vuelta a la aldea se realiza por el mismo camino.
Después pretendíamos seguir otra vieja senda, el camino del Corral del Manador para acercarnos a la sabina de las Dueñas.
Sale de la curva de la carretera y se dirige decididamente hacia el Arroyo de la Hoya que atraviesa junto al gran roquedo donde se debe formar una cascada cuando baje agua.
Poco después de cruzar el barranco se separan dos sendas.
Seguimos la de la izquierda hacia una zona abancalada, pero al llegar a las terrazas se pierde la traza clara y hemos seguido algunos rastros que acababan también perdiéndose.
Hemos continuado entre la vegetación remontando las terrazas hacia un collado donde se veía una bonita sabina albar.
Aquí hemos decidido volver ya que no se veía ninguna traza clara.
Hemos cruzado las terrazas hasta recuperar la senda y volver a la aldea. Antes de acabar la ruta aprovechamos para acercarnos a la ermita de Santa Quiteria adonde vienen en romería los vecinos de la Puebla de San Miguel.
En la primera parte de la ruta la única dificultad que se presenta es encontrar la senda, y una vez en ella el pequeño tramo del cable puede ser problemático si alguien tiene vértigo.
La segunda parte es recomendable hasta el salto del barranco, ya que después la senda se pierde.
Las medidas de varios de los árboles serían mayores, ya que al estar adosados a los muros de piedra las hemos hecho a una altura bastante superior al 1.30 m. normalizada.