Areatza-Pagomakurre-Campas de Arraba-Lekanda-Refugio del Gorbea
near Lamindao, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta ruta forma parte de una larga y exigente travesía que, de forma intencionada, he separado en 2: la que aquí presento y la que haré mañana, desde el Refugio del Gorbea hasta el pueblo de Otxandio (que al final por problemas con el terreno he tenido que acortar hasta Ubide).
Por poder se podría hacer del tirón en una sola etapa, pero eso solo estaría en manos de aquellos que tengan un físico y resistencia excepcional (34km y 2200m de desnivel hasta Otxandio, 30km y 1900m de desnivel hasta Ubide), pero no es mi caso.
Comienzo en la parada de bus del pequeño pueblo de Areatza y, siguiendo la indicación de un cartel, asciendo por una empinada pista de cemento, que me conducirá hasta el parking de Pagomakurre, primero de mis 4 destinos en el día de hoy.
El ascenso es a ratos exigente pero, a nivel general, es muy suave y llevadero, yendo mayormente por pista de piedras y subiendo de forma constante, adentrándome por un bosque.
En cada cruce hay un letrero como el del inicio, que indica hacia donde ir para llegar hasta Pagomakurre.
Las vistas al principio son nulas pero, a medida que gano altura, puedo contemplar las sierras de Aramotz y Anboto, y algún que otro valle y pueblo debajo, mirando siempre por el lado izquierdo del sendero.
Durante el camino hay hasta 2 fuentes con agua muy fresca, aunque hoy, quizás porque he ido mirando más de lo habitual solo de frente y no a los lados, no me percaté de la presencia del segundo. El primero si que lo indiqué, poco después de comenzar en Areatza. El otro está a 1,5km o 2 del waypoint "derecha" y "mirador". Lo sé porque este mismo camino lo hice en sentido inverso hace más de 1 año, y vi aquella fuente.
Más arriba, están los mencionados waypoint, en el cual en el mirador se puede volver a ver las anteriores vistas, pero con mucha mayor amplitud. Es una vista muy bonita.
250m más adelante, y a un solo km del parking de Pagomakurre, hay un cruce donde una señal me indica que gire a la izquierda. Pero a día de hoy ese camino es una pista donde pasa maquinaria pesada para la tala de árboles. Eso, y junto con las fuertes lluvias de hace 3 días, hace que el sendero esté impracticable.
No me quedó más remedio que seguir de frente, caminar 1km y luego girar a la izquierda para ascender otro km a través de una carretera que, esta vez si, me llevaría directo a Pagomakurre.
Aquí hago un parón para comer y beber algo. No hay prisa, hasta llegar al refugio tengo un montón de horas por delante, y tampoco me interesa esperar allí demasiado tiempo hasta la hora de la cena, así que me lo tomo con mucha calma.
A continuación, prosigo la marcha y continuo en suave y constante ascenso por una ancha pista de piedras. A mi derecha veo la escarpada pared del Lekanda y sus vecinas cimas, pertenecientes al macizo de Itxina. Y a la izquierda, a medida que gano más y más altitud, veo de nuevo la sierra de Anboto, la sierra de Aizkorri, el monte Udalatx escondido al fondo, y de frente, la dupla de oro de este lugar; los montes Aldamin y Gorbea.
Por el camino me encuentro también con numerosa presencia de vacas y caballos, que vería ininterrumpidamente hasta el final del recorrido.
Más adelante llego hasta un nuevo cruce, en otro lugar clave, las campas de Arraba. Es una gigantesca pradera, todo de color verde y repleto de vida.
Aquí podría girar a la izquierda, seguir un ancho sendero, y llegar directo hasta mi destino, el refugio del Gorbea, pero no quiero acabar tan pronto la ruta. Ya que me sobra tiempo y fuerzas, quiero darle un poco de emoción e interés al asunto, y ascender a una cumbre que tenía pendiente de hacer, el monte Lekanda.
Para ello, me desvío a la derecha y asciendo una empinadísima ladera herbosa hasta llegar al llamado paso de Igalerantz. Este paso es una de las puertas de entrada al caótico macizo kárstico de Itxina.
De aquí en adelante hay que ir con muchísimo cuidado, midiendo bien cada paso, y mirando muy bien cada hito que encontréis e incluso el track, porque sino es muy fácil equivocarse y meterse en lugares donde uno no querría perderse ni por asomo.
La presencia de hitos es muy numerosa, pero eso tampoco garantiza el éxito a la hora de ir por el camino correcto. Caminos, porque haber hay 2. Empecé yendo por el de la derecha, que está más pegado al precipicio, pero sin llegar nunca a él.
Es tanta la presencia de karst, algunas de ellas sueltas que bailotean según las pisas, que es un verdadero problema avanzar. Es poca la distancia que hay desde el paso Igalerantz hasta la cima del Lekanda, pero caminar por este terreno ralentiza muchísimo el avance.
Hubo un momento en que no fui correctamente, pero por fortuna tenía fácil solución. Cuanto más hacia el lado izquierdo, mejor.
Volví a ver los hitos, y la hierba, pero solo eran tramos muy cortos y puntuales.
Al final, poco a poco, llego hasta la última ladera, la más ancha y abierta del lugar, donde cualquier "camino" era bueno y a la vez malo para llegar a la cima.
Por fin pude divisar el buzón cimero del Lekanda (1309m) y hacer cumbre.
Las vistas son magistrales, maravillosas.
360° de panorámica como las sierras de Aramotz, Anboto, Udalaitz, Aizkorri, Gorbea, Itxina y muchos montes y pueblos más.
Tras las fotos de rigor, desciendo con mucha cautela, asegurando cada paso e incluso agarrándome a alguna roca para poder apoyar el pie con mayor seguridad.
Esta vez he probado a ir por el otro lado. A la derecha según bajas, izquierda si subes.
La diferencia ha sido bastante grande. Bajé mucho mejor por aquel camino que por donde subí.
Estaba igualmente indicado con hitos, el terreno seguía siendo muy complejo, pero no tanto como durante el ascenso.
En pocos minutos conseguí volver al paso Igalerantz y después a las campas de Arraba.
Ahora si, me dirijo hacia el refugio, aunque antes paso por otro mirador donde contemplar otra bonita panorámica del entorno.
Avanzo por un cómodo y ancho sendero hasta llegar al refugio del Gorbea, llamado realmente refugio Ángel de Sopeña, y finalizar así la primera parte de la travesía.
Por poder se podría hacer del tirón en una sola etapa, pero eso solo estaría en manos de aquellos que tengan un físico y resistencia excepcional (34km y 2200m de desnivel hasta Otxandio, 30km y 1900m de desnivel hasta Ubide), pero no es mi caso.
Comienzo en la parada de bus del pequeño pueblo de Areatza y, siguiendo la indicación de un cartel, asciendo por una empinada pista de cemento, que me conducirá hasta el parking de Pagomakurre, primero de mis 4 destinos en el día de hoy.
El ascenso es a ratos exigente pero, a nivel general, es muy suave y llevadero, yendo mayormente por pista de piedras y subiendo de forma constante, adentrándome por un bosque.
En cada cruce hay un letrero como el del inicio, que indica hacia donde ir para llegar hasta Pagomakurre.
Las vistas al principio son nulas pero, a medida que gano altura, puedo contemplar las sierras de Aramotz y Anboto, y algún que otro valle y pueblo debajo, mirando siempre por el lado izquierdo del sendero.
Durante el camino hay hasta 2 fuentes con agua muy fresca, aunque hoy, quizás porque he ido mirando más de lo habitual solo de frente y no a los lados, no me percaté de la presencia del segundo. El primero si que lo indiqué, poco después de comenzar en Areatza. El otro está a 1,5km o 2 del waypoint "derecha" y "mirador". Lo sé porque este mismo camino lo hice en sentido inverso hace más de 1 año, y vi aquella fuente.
Más arriba, están los mencionados waypoint, en el cual en el mirador se puede volver a ver las anteriores vistas, pero con mucha mayor amplitud. Es una vista muy bonita.
250m más adelante, y a un solo km del parking de Pagomakurre, hay un cruce donde una señal me indica que gire a la izquierda. Pero a día de hoy ese camino es una pista donde pasa maquinaria pesada para la tala de árboles. Eso, y junto con las fuertes lluvias de hace 3 días, hace que el sendero esté impracticable.
No me quedó más remedio que seguir de frente, caminar 1km y luego girar a la izquierda para ascender otro km a través de una carretera que, esta vez si, me llevaría directo a Pagomakurre.
Aquí hago un parón para comer y beber algo. No hay prisa, hasta llegar al refugio tengo un montón de horas por delante, y tampoco me interesa esperar allí demasiado tiempo hasta la hora de la cena, así que me lo tomo con mucha calma.
A continuación, prosigo la marcha y continuo en suave y constante ascenso por una ancha pista de piedras. A mi derecha veo la escarpada pared del Lekanda y sus vecinas cimas, pertenecientes al macizo de Itxina. Y a la izquierda, a medida que gano más y más altitud, veo de nuevo la sierra de Anboto, la sierra de Aizkorri, el monte Udalatx escondido al fondo, y de frente, la dupla de oro de este lugar; los montes Aldamin y Gorbea.
Por el camino me encuentro también con numerosa presencia de vacas y caballos, que vería ininterrumpidamente hasta el final del recorrido.
Más adelante llego hasta un nuevo cruce, en otro lugar clave, las campas de Arraba. Es una gigantesca pradera, todo de color verde y repleto de vida.
Aquí podría girar a la izquierda, seguir un ancho sendero, y llegar directo hasta mi destino, el refugio del Gorbea, pero no quiero acabar tan pronto la ruta. Ya que me sobra tiempo y fuerzas, quiero darle un poco de emoción e interés al asunto, y ascender a una cumbre que tenía pendiente de hacer, el monte Lekanda.
Para ello, me desvío a la derecha y asciendo una empinadísima ladera herbosa hasta llegar al llamado paso de Igalerantz. Este paso es una de las puertas de entrada al caótico macizo kárstico de Itxina.
De aquí en adelante hay que ir con muchísimo cuidado, midiendo bien cada paso, y mirando muy bien cada hito que encontréis e incluso el track, porque sino es muy fácil equivocarse y meterse en lugares donde uno no querría perderse ni por asomo.
La presencia de hitos es muy numerosa, pero eso tampoco garantiza el éxito a la hora de ir por el camino correcto. Caminos, porque haber hay 2. Empecé yendo por el de la derecha, que está más pegado al precipicio, pero sin llegar nunca a él.
Es tanta la presencia de karst, algunas de ellas sueltas que bailotean según las pisas, que es un verdadero problema avanzar. Es poca la distancia que hay desde el paso Igalerantz hasta la cima del Lekanda, pero caminar por este terreno ralentiza muchísimo el avance.
Hubo un momento en que no fui correctamente, pero por fortuna tenía fácil solución. Cuanto más hacia el lado izquierdo, mejor.
Volví a ver los hitos, y la hierba, pero solo eran tramos muy cortos y puntuales.
Al final, poco a poco, llego hasta la última ladera, la más ancha y abierta del lugar, donde cualquier "camino" era bueno y a la vez malo para llegar a la cima.
Por fin pude divisar el buzón cimero del Lekanda (1309m) y hacer cumbre.
Las vistas son magistrales, maravillosas.
360° de panorámica como las sierras de Aramotz, Anboto, Udalaitz, Aizkorri, Gorbea, Itxina y muchos montes y pueblos más.
Tras las fotos de rigor, desciendo con mucha cautela, asegurando cada paso e incluso agarrándome a alguna roca para poder apoyar el pie con mayor seguridad.
Esta vez he probado a ir por el otro lado. A la derecha según bajas, izquierda si subes.
La diferencia ha sido bastante grande. Bajé mucho mejor por aquel camino que por donde subí.
Estaba igualmente indicado con hitos, el terreno seguía siendo muy complejo, pero no tanto como durante el ascenso.
En pocos minutos conseguí volver al paso Igalerantz y después a las campas de Arraba.
Ahora si, me dirijo hacia el refugio, aunque antes paso por otro mirador donde contemplar otra bonita panorámica del entorno.
Avanzo por un cómodo y ancho sendero hasta llegar al refugio del Gorbea, llamado realmente refugio Ángel de Sopeña, y finalizar así la primera parte de la travesía.
Waypoints
Comments (2)
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Una ruta espectacular, felicitaciones Jon siempre nos sorprendes a todos con esas majestuosas fotos que tomas, muy buen trazado y muy buena información de la misma.
Yo apenas hago nada, solo le doy a un botón y ya está, jeje. El paisaje y entorno del lugar es quien realmente hace maravillas, es una gozada caminar por aquí. Ha sido una experiencia estupenda, la de hacer noche en el refugio del Gorbea y continuar al día siguiente con otra travesía (a pesar del traspiés que tuve en el tramo final), muy recomendable.
Gracias por el comentario y valoración Oscar.