ARES-PETROGLIFOS-PERUANO-CARDOSO

Ruta que nos adentra en barrancos de rodeno y con cerrada vegetación arbustiva y rala de quercus, tanto carrasca como encina, enebros, jaras y zarzas.
Sorprende mucho encontrar estos parajes si se accede por la carretera de Pozondon, ya que llegamos por extensas y áridas parameras.
Es una ampliación mejorada de mi anterior ruta http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5766470
Se inicia en el Castillo de los Ares, fortaleza más avanzada de las que defendían durante el siglo XII el señorío independiente de Albarracín. Este castillo se encontraba en la frontera entre el reino de Aragón y el señorío de Albarracín. Sorprende ver el magnífico equilibrio que tiene la torre, tras tantos siglos de inclemencia.
Tras recorrer unos cientos de metros, en descenso y por caminos de arena roja, nos adentramos en el Barranco de la Traición, donde comenzamos el ascenso por un camino mojado por el agua que mana por distintos sitios. Este camino ascendente muere a media ladera, por lo que continuamos entre las carrascas y jaras, hasta llegar a un abrigo en una mole de rodeno, con restos de muros de piedra a modo de vallas. Continuamos el ascenso hasta llegar a los páramos que hay entre Pozondon y San Ginés, donde regresamos en dirección a la Rambla de los Arejos.
En el inicio de la rambla vemos el Puntal del Tío Garrillas, con los restos de un poblado ibero, sin excavar y del que quedan parte de sus murallas.
Por todo su entorno se encuentran muchos petroglifos, la mayoría de trazos lineales y geométricos, que en conjunto forman uno de los grupos de grabados aragoneses al aire libre más importante por su temática, conservación, amplitud cronológica y número de estaciones conocidas.
También encontramos una representación esquemática de caballos y personas, en una losa. Que es la joya de todos estos petroglifos.
Continuamos bajando por la rambla, hasta llegar al Grabado del Peruano, magnífica obra moderna, realizada sobre un lienzo de rodeno, con una visera de protección en su parte alta.
Continuamos por el Barranco Cardoso, corto pero muy bonito, donde encontramos flores silvestres de distintos colores y por su centro corre al agua, al menos en esta época, ya que imagino que en verano estará seco.
Al final del barranco podemos encontrar piedras de arenisca y rodeno, que mantienen unos equilibrios imposibles, amenazando caer en cualquier momento.
Salimos al camino por el que iniciamos la ruta, desviándonos casi al final por una cerrada senda, para llegar a castillo por su parte trasera.
IBP = 38 HKG