Arico: El Bueno, Piedra de los Valientes, Galería la Sorpresa

Desde el autopista del sur se puede subir, por ejemplo, por Las Eras hasta la carretera antigua del sur para coger a la izquierda. Pasando por Icor un poco más adelante está la subida al Pino Derrengado, Luis Delgado y la siguiente al Bueno. Subiendo y a unos 5 km se llega al cruce de la Finca del Helecho (propiedad del Cabildo de Tenerife). Continuar un poco más adelante por asfalto para evitar innecesarias pendientes, hasta un cruce a la derecha de asfalto en bajada, que lleva a la Ermita de San Pancracio, sin salida, si apetece visitarla. De vuelta arriba, un pelín más adelante hay un giro a la izquierda para dejar el coche a la sombra de un gran pino.
Se inicia la subida por esta pista de tierra sin pérdida ninguna, disfrutando de las vistas de la costa del Porís de Abona y sendos barrancos a ambos lados con pinos cargados con sus inflorescencias y piñas ya a punto de caer. Fincas cultivadas con sus característicos colores ocres y blanquecinos de la zahorra y toba sureña nos acompañan largo rato de subida. Jaras, tajinastes, cerrajones, escobones con sus preciosas flores blancas, chajorras (sideritis) abundan en el camino. Aparece un horno, conocido como horno del Buey ( o Mister Villa) de grandes dimensiones junto a un sistema de descalcificación de las aguas de las galerías de la zona, muy duras y ricas en sales.
Se continúa subiendo al lado de muchos metros de vallas a la derecha ( una finca enorme y protegida) y a la izquierda las dos viejas tajeas, hoy con tubería de plástico negro como conductora del agua. En ningún momento se ve correr el agua, salvo en un tramo del canal del sur en la zona más baja.
Una valla impide que se suba en coche pero no impide el paso a pie. Más arriba , entre dos mojones de piedras acumuladas se vislumbra una señal cilíndrica en un montículo por dónde se subiría de forma más rápida y corta a la Piedra de los Valientes ( por ahí descendimos) . La ignorancia nos hizo continuar por la pista y ascender por un sendero que vimos partir en el lado derecho y muy pendiente. El acceso no es complicado y se llega igualmente a la Piedra de los Valientes, que, según la leyenda, los aborígenes levantaban compitiendo entre ellos por tal hazaña. Un poco más arriba hay otra similar de menor tamaño. Están rodeadas de piedras más pequeñas a modo de indicación del lugar.
Inicio de la bajada para, pasada de nuevo la valla, desvío a la izquierda para acercarnos al fondo del barranco donde está la boca de la Galería El Secreto, en el barranco del mismo nombre. Está cerrada, como así obliga la ley para evitar accidentes por las emanaciones de gases tóxicos. Una vieja y fea construcción la precede, la que fue de distribución del agua extraída. Se excavaron más de 3000m de galería.
Casi llegando al punto de partida se ven en el barranco de la derecha dos hermosos cedros, cuyas fotos harán que los recordemos.