Arluzea- Kapilduy (1.176 m.) Ida por Barranco de Revidia y Berrozi/Vuelta por el Barranco del Molino (otoño)

ITINERARIO:
Arluzea - Barranco de Revidia - Berrozi - Cuesta del Corral - Llano la Dehesa - Los Rios - Kapilduy (1.176 m.) - Peña del Toro - Barranco del Molino - Río del Molino - Cascada - Molino - Valla - Arluzea.

Nos desplazamos hoy al Pais Vasco, hasta la localidad alavesa de Arluzea, ubicada en la cara Oeste del Parque Natural de Izki.
Desde el pueblecito adormecido salimos en dirección Norte para pasar por el barranco de Revidia. Debemos abrir una valla en la que hay un poste indicador en el que se prohíbe el paso de cazadores, todo un paraíso para los andarines. A ver si cunde el ejemplo y lo hacen en otros parajes, no solo en parques naturales.
Caminamos parando a cada paso para embelesarnos con las tonalidades del arbolado que nos rodea, de los farallones rocosos que hacen equilibrios inverosímiles a ambos lados del barranco. A la izquierda la Pica.
Desde la pista accedemos a una senda y llegamos al Llano la Dehesa. Giro a la izquierda para recorrer la meseta que nos separa de la cima. Robles sin hojas, helechos... nos conducen hasta un pequeño hayedo. Y aquí comienza el chirimiri. Toca ponerse chubasqueros, tapar la cámara. ¡Pero quien se resiste a sacar fotos!
En poco tiempo hacemos cumbre en el solitario Kapilduy. Retrocedemos y continuamos rectos para introducirnos en el precioso hayedo y llegar hasta un vallado. Caminamos paralelos a la alambrada. Apenas un hilo de estrecha senda flanqueada de altos helechos. (Cuando llueve no es muy recomendable este itinerario, te mojas dos veces, como nos sucede.)
Salimos a una senda ancha, que tomamos a la izquierda, y esta nos conduce debajo de grandes hayas. En un punto sabemos que debemos ir a la derecha hacia el nacimiento del Barranco del Molino, pero al no ver hitos (había muchos hasta este momento) nos vamos un poco más adelante de lo indicado. Giramos a la derecha para bajar sin peligro hasta el inicio del Barranco del Molino.
A la izquierda surge una visible y fina senda paralela al río del Molino. Precioso enclave que nos regala imágenes otoñales acompañadas del sonido del cantarín río. Debemos vadearlo varias veces y disfrutando de cada paso regresamos al pueblo de Arluzea. Nos cambiamos de ropa y en el pueblo de Marquinez paramos a ver la ermita de San Juan y las cuevas artificiales.
Venimos a envolvernos en los tonos, olores, sensaciones otoñales y las diferentes especies de hayas, robles, arces, helechos, acebos, bojes... nos dejan unas estampas coloridas, lo hemos conseguido con creces. Bendito otoño con sus contrastes y el encanto de su intermitente lluvia.