Armiñón-Manzanos-Leciñana de la Oca-Antezana de la Ribera-Lasierra-San Vítores-Tuyo/Tuio-Nanclares de la Oca/Langraiz Oka

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 128:

Comienzo en la plaza del pequeño pero bonito pueblo alavés de Armiñón. Para llegar hasta aquí, he ido primero en bus desde Vitoria hasta La Puebla de Arganzón, y después por el taxi comarcal (previa reserva el día anterior) hasta Armiñón.

Cruzo el puente, y seguido hago un giro a la derecha. Ahora, avanzo durante un buen rato por una ancha y cómoda pista de tierra, con vistas a parte de los Montes de Vitoria y otros que comparten frontera con el condado de Treviño, perteneciente a la provincia de Burgos. También se puede observar la localidad de La Puebla de Arganzón al fondo.

Al finalizar la pista, el camino pasa a ser de cemento, y poco después, accedo al pequeño pueblo de Manzanos. Lo atravieso, y seguido hago un doble giro derecha-izquierda. Continuo por otra cómoda pista natural, que conecta con un nuevo poblado, el de Leciñana del Camino.

A continuación, sigo durante unos minutos por una carretera, hasta llegar al cuarto pueblo de la ruta, Antezana de la Ribera. Desde aquí se puede observar nuevamente los mencionados montes, además de la sierra de Toloño hacia el Sur. Al Norte, tengo a la vista mis 3 próximos objetivos: el poblado de Lasierra, y los montes San Vítores y Tuyo o Tuio.

Para llegar a Lasierra, sigo unos cientos de metros más por asfalto, para luego continuar por una pista que alterna la tierra, la piedra y el cemento.
Hago un doble giro izquierda-derecha, y enseguida llego al minúsculo pueblo de Lasierra.

Desde aquí, inicio oficialmente el ascenso a las cumbres de San Vítores y Tuyo.
La subida es cómoda y sencilla de principio a fin, yendo por senderos muy anchos de tierra y piedra, con poca pendiente.
Después de realizar otro par de desvíos, asciendo una última rampa mayormente por hierba, hasta llegar al buzón y vértice geodésico cimero del monte San Vítores (895m).

Preciosa vista de 180°, en el cual se observan macizos como el Árcena, Cantoblanco, Kuartango, Badaia, Anboto, Udalatx, Aizkorri, Altzania y Entzia, entre otros. Por abajo, se distingue las localidades de Subijana Morillas, Mandaita, Olabarri, Nanclares de la Oca, la ciudad de Vitoria, y varios pueblos que rodean la capital.

Tras las fotos de rigor, prosigo la marcha yendo en línea recta durante varios kilómetros por el cordal de este macizo de Tuio o Tuyo. Precisamente, mi siguiente objetivo es el monte del mismo nombre. Pero antes, hago una pequeña parada por una abertura, una cueva llamada San Vítores. La entrada al mismo se encuentra cerrada por una puerta metálica, tal vez haya que hacer algún tipo de reserva si se quiere acceder al interior.

Ahora si, continúo cuesta abajo por el cordal hasta llegar a un cruce. Si giro a la izquierda, tengo la posibilidad de llegar hasta mi destino, el municipio de Nanclares de la Oca. Y si sigo recto, llegaría a la cima de Tuyo. Puesto que la cumbre se encuentra cerca, no lo dudo ni un instante y avanzo con la intención de apuntarme otro tanto más.
En pocos minutos, y tras consultar el track (la cima se encuentra unos metros a la derecha fuera del sendero principal), llego a la cumbre del monte Tuyo o Tuio (805m). Vistas de 360° aunque algo ensombrecidas por la arboleda en la parte baja. La panorámica realmente no cambia nada, salvo que por el Sur se aprecia algo más, y por el Norte se llega a ver el Gorbea. Al lado del buzón, se encuentra los restos de lo que fue un castillo.

Vuelvo sobre mis pasos, y ahora inicio el descenso hacia Nanclares de la Oca. La bajada se divide en 3 partes:
La primera es un empinado y resbaladizo repecho por un ancho sendero de tierra y piedra, hay que tomárselo con calma para no patinar.
La segunda, tras hacer un giro a la derecha, transcurre en su totalidad por un minúsculo sendero natural rodeado de pequeños pinos. Se avanza en llano, así que camino rápido en todo momento.
Pero, la tercera parte... es una de las bajadas más bestias que he hecho nunca, solo comparable con el tramo final de la cara Norte del monte Gorbea. Lo peor, es que el sendero, aunque ancho, vuelve a ser de piedra y tierra muy húmeda y resbaladiza, y la probabilidad de patinar es muy elevada. Al final pude salir ileso de allí, aunque con un montón de kilos de tierra pegado a las botas.

Después, giro a la izquierda y ésta vez si, avanzo en semillano por un ancho y cómodo sendero de tierra, piedra y hierba, lugar donde aprovecho para limpiar como puedo la suela de las botas.
Ya solo me queda conectar con una carretera, que a su vez me lleva hasta la entrada de la localidad de Nanclares de la Oca, o Langraiz Oka (dicho en euskera), y atravesarlo de lado a lado, hasta llegar a la parada de bus del ayuntamiento, donde pongo punto y final a esta sencilla y bonita ruta.