ARNABA Y OKOMENDI. Sierra de Lokiz

ARNABA Y OKOMENDI.
Sierra de Lokiz

Bilbao, a 11 de Agosto de 2018.

Después de darle un buen repaso a Izki, nos internamos hoy en terreno navarro para subir dos cimas y contemplar el valle de Lana, famoso entre otras cosas por sus hayedos y la famosa actividad del carboneo que tan bien fue reflejada en la película “Tasio”.
Me sorprendió gratamente el hayedo de subida, las vistas desde los cortados y el famoso valle colgado del Arnaba, que no es otra cosa que una enorme grieta que se fue separando del cortado principal sin llegar a caer del todo valle abajo.

Antes de nada, un aviso.
(Considero que esta es una ruta de las de andar pendiente y mirando al GPS para no desorientarse pues en buena medida se hace dentro de hayedos con muchas pistas o sin ellas, de pende el caso, y a veces se va a través del bosque sin sendero. Lo que tengo claro es que la bajada del Okomendi o Monte Santo a la pista de Kontrasta la hicimos por un hayedo un tanto sucio y al final pillamos una alambrada difícil de pasar, seguro que hay alguna alternativa mejor).


Salimos de Kontrasta, donde resalta su enorme iglesia fortificada y su fuente en medio de la plaza, junto a ella aparcamos.
Cruzamos el pueblo y antes de abandonarlo subimos a visitar la Ermita de Ntra. Sra. De Elizmendi y sus estelas romanas. Situada en un altillo a la salida del pueblo, destaca su ábside en el cual aparecen incrustadas unas cuantas estelas romanas aprovechadas seguramente de alguna necrópolis cercana de la cual no se han encontrado datos.
Retrocedemos unos metros y salimos del pueblo por la carretera que baja hasta cruzar el rio Uiarra. Allí la abandonamos para ir por la derecha siguiendo una pista que enseguida se mete en le hayedo.
Qué decir de esta subida, me encantó. Se trata de un hayedo cómodo con una pendiente suave en la que vamos viendo cantidad de plataformas carboneras. En algún punto vimos las típicas marcas blancas y amarillas, pero muy pocas. Al final encontramos una bien marcada pista por la que vamos subiendo fácil. Da varias vueltas porque evita zonas donde entendemos ha habido una repoblación de hayas, es decir hay varios sitios, superbién vallados por alambradas, en los que hay muchísimas hayas jóvenes muy juntas, es un bosque cerradísimo, por eso entendemos que las deben de haber plantado y dejado crecer no hace mucho tiempo.
Cuando salimos del bosque estamos ya casi arriba en los rasos de Ullibarri. Donde vimos unas plantas de cardos, tipo eguzkilores, pero con varias flores secas pequeñitas, seguro que son “primas hermanas” pero no sé el nombre.
Giramos a la izquierda y subimos hasta encontrar el balcón de los cortados y contemplamos el cerrado Valle de Lana y el Colgado del Arnaba. Impresionante. Un espectáculo.
Seguimos más o menos junto a los cortados y llegamos a la cima del Arnaba. Creo que sigo con la boca abierta. Lo estoy disfrutando. Qué sitio. Qué vistas.
Prácticamente la subida esta ya toda hecha, ahora se trata de disfrutar del paisaje. Vaya si lo hago.
Nos volvemos a meter en el hayedo. Sin bajar a la grieta siguiendo los numeroso hitos o cairns que nos encontramos y pronto llegamos al Monte Santo u Okomendi, con su vértice geodésico y buzón nuevito. Esta unos metros hacia dentro, no en el cortado como el anterior. Luego iremos al balcón a contemplar el paisaje.
Después de “agotar el carrete de fotos” como dice mi compi. Toca bajar.
Nos metemos en el hayedo, al principio seguimos hitos, pero luego desaparecen, bajamos por donde mejor nos parece, pero en esta ocasión no dimos con un buen sendero y no fue fácil dar con trochas limpias, luego ya en casa vimos que yendo un poco más a la derecha, junto a una valla, si hay sendero. Para colmo al llegar abajo a la hora de salía la pista no podíamos saltar ni pasar la alambrada hasta que buscando dimos con un sitio donde se había roto o cortado una línea de alambre y por allí cruzamos.
A partir de aquí volvimos todo el rato por pista ya sin problemas.
En la bajada, como pasábamos cerca de un par de cimas hicimos un intento leve por ir a pisarlas pero enseguida decidimos que no merecía la pena meterse en bosques tan cerrados y sucios, pues además sabíamos que vistas o interés no tienen, así que para otra ocasión.
Como el calor ya aprieta y se acerca la hora de volver ponemos la directa para llegar ya a Kontrasta y en mi caso casi, casi meter la cabeza en la fuente. Pufffff, ¡qué sofoquina!
Bueno pues esto ha sido todo.
Gracias por leer hasta aquí y si podéis no dudéis en hacer esta salida es muy recomendable.

Hasta otra, nos vemos en el monte.