ARNO DESDE SAN ISIDRO-MUTRIKU

La ruta la iniciamos en la ermita de San Isidro en Olatz (Mutriku) Para llegar a Olatz desde Mutriku hay que tomar la carretera que en poco más de 4 kilómetros nos deja en el aparcamiento de la ermita



o en el del restaurante Zelaieta situado justo enfrente.



Una vez situados en la ermita de San Isidro vamos por una pista hormigonada que pasa junto a varios caseríos.







Tras un repecho desembocamos en la carretera. Al otro lado del asfalto, un paso en la alambrada con un poste señalizador.





Seguimos el sendero hasta llegar a una pista que sube por la derecha.



Vemos marcas de pintura hasta que llegamos a una marca amarilla en un árbol que nos marca la posibilidad de ir por ambos lados.



Yo voy por la derecha.

Seguimos subiendo





Tras pasar varios cierres





Niebla por la costa.



Entramos en un encinar donde hay algunas marcas de pintura e hitos que nos ayudan a seguir la senda.









Esta senda ya nos va a llevar por el cordal hasta la cima. La niebla nos deja unas vistas preciosas.









Arnoko Gurutzea (601), Cruz de Arno, donde encontramos una gran cruz de hormigón y junto a ella el buzón.





A la derecha tenemos Deba y a la izquierda Mutriku.





Para ir a la cima de Arno seguimos el cordal. Al poco se bifurca la senda. Podemos seguir bajando por la izquierda, aunque tomamos la senda de la derecha para pasar por el crómlech.



El crómlech es actual, con doce prismas cuadrangulares..

Tomamos una senda situada a la izquierda del crómlech y que baja a empalmar con la que habíamos dejado anteriormente.



Al poco rato llegamos al refugio de la sociedad montañera Morkaiko, que está abierto y muy limpio.







Seguimos. OJO, porque en unas marcas pintadas tenemos que tomar una senda, con marcas azules de pintura, que sube por la izquierda para acceder a la cima de Arno o Bandera (618). Es fácil pasarse el desvío.





En la cima tenemos un vértice geodésico y un buzón. No hay vistas, están tapadas por los árboles.







Volvemos por la misma senda y seguimos bajando por la izquierda. Es una larga bajada, pero bonita.







Pasamos entre pinos y justo tras atravesar un paso entre rocas



tenemos que continuar por una senda a la derecha. Ojo porque este punto también es fácil pasárselo.



Seguimos adelante... Esta parte es para mí la menos bonita de toda la ruta.





Seguimos bajando y tras varias revueltas llegamos a un arroyo,





donde enlazamos con la pista de hormigón que da acceso a los caseríos más altos de Olatz. Son 1,5 kilómetros los que nos restan para llegar a la ermita de San Isidro. Este tramo es también muy bonito.





Seguimos la pista y tenemos bonitos prados a ambos lados.





También pasamos junto a las antíguas instalaciones de la granja Sakoneta, donde criaban visones.





Tras un rato de carretera









llegamos a nuestro punto de partida



tras algo menos de cuatro horas. Podemos tomar algo en la terraza del restaurante Zelaieta.