Arrieta: Barrancos Las Narices y Rincón de Tegaso 12102023

Pateo que tiene como objetivo desentumecer las rodillas después de una semana encerrado en casa como consecuencia del calor.
Salí de casa (Arrieta) por el aparcamiento frente al colegio, cruce la carretera hacia La Salida y me fui siguiendo el curso del barranco.
Hay una pista que marcha paralela al barranco y por ella seguí, en algunos tramos deja de ser pista pero la vereda que la sustituye acompaña igual. Sigo por ella hasta las proximidades de la planta de tratamientos de aguas y, ya con la caída del barranco enfrente, me voy a la izquierda atravesando las fincas abandonadas por ahí ubicadas.
Un rato después aparece una pista de tierra (se ve poco usada) que me va a acercar a la carretera que sube por las Cuestas de Trujillo (LZ-10). En vez de enlazar con la carretera me fui por las fincas de Los Rincones, el pequeño valle por donde discurre la carretera.
Avanzo por ellas hasta que me puedo acercar al quitamiedos de la carretera. Un tramo por el borde de la carretera hasta que puedo cruzarla y posicionarme en el lado izquierdo de la misma para continuar hasta la curva cerrada en que la dejo para seguir al frente en dirección al barranco de Las Narices.
Se accede bordeando una finca que va quedando a la izquierda para alcanzar una especie de chabola de madera que da inicio a la vereda que se introduce en el barranco.
Hoy quería pegarme al cauce todo lo que pudiera y a eso me dedique, a pesar de que aún no son las nueve de la mañana es sol está pegando desde atrás y las sombras manchas las fotos que hago casi irremediablemente.
El barranco está aterrazado y se puede seguir a unos pocos metros del cauce, cada poco rato aparece un dique que hay que sortear pero se avanza bien.
Sigo la linea del cauce sorteando los yerbajos secos y casi sin dificultad llego hasta la proximidades del puente que salva la pista que recorre el lugar. Termine en el lado derecho, por variar ya que la última vez que subí por aquí lo hice por el izquierdo, y ascendí la pequeña ladera que me dio paso a la pista.
Ya en la pista me fui hacia la zona de Tegaso para descender por el Rincón. En vez de llegarme a la higuera y descender por ahí, me fui por una vereda que bajaba por la ladera que conformaba la pista por la que marchaba. La vereda me lleva al cauce y pasé al otro lado para seguir por la ladera bajo Tegaso.
La estructura del barranco es la misma, seguramente la levantaron los mismos hombres y mujeres que buscaban el sustento aprovisionando terrenos para cultivar y agua para sobrevivir.
Con paciencia voy pasando por las terrazas aprovechando las pequeñas rampas que dejaban para transitar por ellas y por algunos derrumbes con los que el tiempo ha ido desdibujando el esfuerzo.
Salí del Rincón y quise seguir por el cauce, la última vez unos perros me hicieron pasar algún apuro pero hoy parece que no acudieron a relajarse por aquí y eso que es festivo.
Seguí como pude ya que las laderas de Tope Tegaso no ayudan en ese discurrir y termine saliendo y entrando buscándome la vida.
Llegue a la zona de Trujillo y por la pista, primero, y la vereda, después, continue haciendo el trazado clásico para alcanzar la zona de la gasolinera y terminar la jornada.