Arrieta: Bco La Negra - El Castillejo - Lomo de Los Castillos - La Atalaya 10012024

Salí desde Arrieta en dirección al barranco La Negra y para ello me fui al aparcamiento frente al colegio, cruzo la carretera hacia La Salida y me fui siguiendo el curso del barranco.
Hay una pista que marcha paralela al barranco y por ella me fui, en algunos tramos deja de ser pista pero la vereda que la sustituye acompaña igual. Sigo por ella hasta las proximidades de la planta de tratamientos de aguas y, ya con la caída del barranco enfrente, la vereda a seguir no da ningún genero de dudas. El barranco cae por la ladera formando una Y invertida y el ascenso se puede hacer por ambos lados. Yo escojo el que tengo más próximo y me voy por mi derecha, la vereda está clara y sólo hay que seguirla. Lo primero que se observa es la “cascada” sobre roca negra (de ahí el nombre) que me trajo el recuerdo de las lluvias del pasado 22 de diciembre en la que el agua caía con contundencia, ahora está seco pero las huellas del paso del agua quedan en el cauce, el salto debe de ser de 5 ó 6 metros y fue un espectáculo hermoso.
Sigues bordeando la caída, todo roca oscura, y ascendiendo por su lateral derecho (el de la marcha) en el que la vereda se observa muy bien. Se llega a la zona intermedia, donde se separan las dos ramas de la Y, cruzo el cauce del barranco para continuar por el otro lado y de nuevo el ascenso se hace por una parte caliza que en algunos tramos dificulta el acceso, por el cuidado por los resbalones. El brazo de la Y (fisonomía del barranco) sorprende por las terrazas levantadas en algunas zonas de difícil acceso, parece que ahí plantaron higueras (lucen secas desde la distancia). Llego al depósito de aguas de Trujillo Alto y toca respirar un poco antes de seguir.
La siguiente etapa del orden del día consistía en buscar paso hacia El Castillejo, tenia localizado en el Maps lo que parecían caminos hasta alcanzar la zona de Las Masebas. Al principio todo fue bien, seguí la estela que me marcaba los mapas de Google, atravesé una zona por la que no había pasado y en la que empezaba a renacer el verde después de las lluvias: muchas jarillas, aulagas en flor, algunas lenguas de vacas y veroles estirando sus verdes hojas.
Llegue a una vivienda muy bien cuidada y el temor a que apareciera algún perro me hizo apurar el paso, me salí de la ruta prevista por no prestar atención al Maps y termine en las proximidades de la carretera LZ-206 (la que comunica con Máguez).
Anduve un poco por el asfalto en busca de la pista que me devolviera a Las Masebas, y, ya en ella, continué con lo planificado.
La pista va dejando atrás El Castillejo para acercarme a Máguez por la zona de Las Rehoyas, me dejó en la calle La Hoya para continuar por la calle Las Cruces y Cuatro Esquinas hasta alcanzar la calle Tahoyo.
Me adentré en El Valle de Máguez, de nuevo el verde incipiente llama la atención, y un rato después me desvié por la Calle Casa Atrás, cambiando el sentido de marcha, para alcanzar la pista de entrada al Valle de Los Castillos.
Aquí impresionan las palmeras que bordean el camino y las vistas de “los castillos” que se ven al fondo y que están sobre el lomo que separa este valle del de El Rincón. Avanzo por la pista de tierra hasta el encuentro de la otra que viene directamente de Haria, las dos se unen para continuar juntas hasta el fondo del Valle. Yo me quedo un poco después del cruce para ascender por la ladera hasta el Lomo de Los Castillos.
Recorro todo el lomo que nace en Matos Verdes, paso por los dos castillos (zonas rocosas que sobresalen del lomo) para descender, siguiendo la linea de interfluvio, hasta alcanzar la zona de La Cruz de Haria y seguir por la calle Cruz de Ferrer hasta la calle Molino.
Aquí empiezo el ascenso a la Atalaya siguiendo el trazado de la carretera (primero asfaltada y luego de tierra) hasta llegar al cráter, lo atravieso hasta el otro lado, continuando por la pista, hasta alcanzar el depósito regulador de aguas.
Toca descender por la ladera hasta la carretera que bordea la montaña (calle Vista del Valle), seguir descendiendo hasta alcanzar la carretera de Máguez (LZ-205), continuar unos metros por ella hasta alcanzar el puente que salva el barranco de Terneza y dirigirme a la zona de caída del mismo (aquí es barranco La Negra) para descender por la ladera.
El primer tramo del descenso es repetido al de subida pero en vez de continuar para seguir por el cauce del barranco lo hice siguiendo la vereda que marcha recta hasta Los Rincones. En esta ocasión la vereda estaba casi borrada por la lluvia y sólo quedaba una barranquilla de la que fui entrando y saliendo según preveía riesgo de resbalones. Llegue abajo y me fui al cauce de La Negra para regresar a casa repitiendo el trayecto de salida.