Arrieta: Calderas de Guatiza 03072023

Partí desde la playa de la Garita acercándome al puente bajo la carretera LZ-1 que salva el barranco de El Vallito de Tabayesco, pasado el puente me fui, campo a través, por el barranquillo que desciende desde la zona de Trujillo al encuentro del de El Vallito.
Usé una vereda que viene de las fincas abandonadas en ese entorno para seguir avanzando hacia la pista de tierra que marcha por esta zona y que se une a la de Tabayesco por la zona de Matos Pardos.
Una vez en Diseminado de Tabayesco (camino de tierra que parte de esa localidad y que continua hasta Guatiza) continué por ella hasta el puente metálico (el de las cabras) para seguir avanzando por caminos de cabras, una antigua pista de tierra que ahora recorren las cabras de Guatiza (la granja está en la zona frente al jardín de Cactus) en su ir y venir hacia Valle Grande al encuentro de sustento y movimiento. La pista lleva por nombre Barbas de Moro, nombre que viene de la época de las invasiones piratas beréberes a la zona, y está cubierta de piedras en buena parte de su recorrido. Para evitar algunos tramos de rocas hice un rodeo por algunas de las fincas interiores (todo abandonado) hasta alcanzar el tramo recto de esta calle y ya no las pude evitar. Se llega con las piedras hasta casi la Guardería LanzÁnimal (me la encontré en la ruta, no sabia de su existencia) para continuar hasta el Jardín de Cactus.
Ya en territorio civilizado me fui por las calles que rodean la zona de el Jardín en dirección a La Caldereta (Brúnela, Adonis y Bermejuela). Al final de la calle hay una vivienda vacacional (dónde no?) que da paso a una vereda que marcha por el pie de Las Calderas y nos acerca a La Caldereta. La vereda asciende, sin dificultad, por la especie de degollada que separa ambos edificios volcánicos hasta alcanzar su cráter. Se trata de un pequeño cono de figura troncocónica muy regular, de algo menos de 400 m de diámetro en la base y de 200 en su parte mas elevada y de unos 40 metros de altura, adosado al grupo mayor de Las Calderas por su lado SO.
Me entretuve un rato oteando los alrededores para luego dirigirme hacia El Gurugú, la degollada que separa los dos conos volcánicos de Las Calderas (la Vaca y el Camello, según me cuentan en Guatiza) y a la que se asciende por una vereda que transita por la falda del cono mas al sur y más grande (el Camello).
Se marcha por la vereda sin dificultades y se llaga a El Gurugú, curiosa denominación para está especie de degollada que separa los dos conos y que también tiene relación con las invasiones piratas. En la costa, cerca de El Charco del Palo, hay una pequeña ensenada que recibe el nombre de Puerto Moro; según cuentan los historiadores, ahí fondeaban sus barcos los piratas beréberes que se adentraban hacia Santa Margarita (alrededores del actual cementerio de Guatiza), pasaban por aquí y bajaban para hacer sus fechorías en esa parte de la isla. La actual Guatiza es el lugar al que se desplazaron los lugareños para evitar ser vistos desde el mar por esos piratas.
Ya en el Gurugú la ruta continua bordeando el cráter del cono denominado El Camello, hay una vereda que marcha por él y desde la que se puede visualizar el fondo del mismo y sus alrededores, bonitas vistas.
Vas progresando hasta llegar al brazo del volcán por donde hay que descender, el viento arrecia y se me paso por la cabeza darme la vuelta y regresar. El primer tramo es el mas complicado por la pendiente y el empuje del viento lo agrava, pero al final me decidí, armado con mis bastones y procurando afianzar bien la pisada fui dando pasos hasta que logre superar ese primer tramo. Poco a poco descendí los escasos 200 metros de bajada y la vereda me adentro en la boca del volcán por la escotadura abierta al NE, un parada para respirar antes de seguir.
Desde el mismo cráter parte un pequeño barranco que desciende hacia la zona de Las Pinedas, esa sería mi continuación. De nuevo descendiendo por una ladera sin mas preocupación que afianzar la pisada y poco a poco ir acercándome al cauce que marcha entre laderas, debe ser zona de cazadores a tenor de los restos de cartuchos que se observan.
Llego abajo y toca seguir entre antiguas fincas hasta alcanzar la pista de tierra que viene de Guatiza (calle Amor Indiano), seguí por ella hasta su encuentro con la calle Adonis (también viene de Guatiza pero de la zona del Jardín de Cactus).
Unos metros por ella hasta que me pude adentrar, a la izquerda, por La Cerca bordeando la meseta en la que se halla la casa en ruinas que controla toda esta zona.
Voy pegado a la izquierda avanzando y sorteando la maleza y los muros de piedras, en un momento dado tuve que “gatear” por un cúmulo de piedras que se habían desprendido por la ladera obstruyendo el paso pero que pasé sin problemas. Continué por una vereda que va bordeando la montaña de Los Linderos y que termina en la carretera del Charco del Palo.
Por la carretera me fui en dirección al Charco pero la dejé en la curva donde se inicia una pista de tierra que se adentra en el malpais del Molino, este camino daba acceso a las fincas ubicadas en la zona pero ya se usa poco, a tenor de los que se observa.
Atravesé la zona hasta alcanzar el Jable del Mar, por la pista que viene del Charco del Palo (Calle Punta del Pasito). En el cruce que sube hasta Mala, me fui a la derecha (hacia el jable) para unos metros después seguir por una vereda que atraviesa todo el Jable del Mar hasta El Morro del Viento.
La vereda transcurre sobre arena dorada, El Jable del Mar, con algunos pequeños matorrales resecos como adornos, a la izquierda el malpais de El Molino y la derecha la costa de Mala. Se llega al Morro del Viento y dejo el jable para continuar por la vereda que marcha pegada a la costa por la zona de La Hondura, las vistas vuelven a cambiar. Pasamos por La Puente, El Caletón, La Punta de La Hondura y la de la Pared para llegar a la Playa de Los Robainas (Charca de Mala). La vereda recorre toda la costa hasta llegar al Morro del Lajero. Por el descendí hasta la Playa de La Garita para terminar la jornada en el mismo lugar dónde la empecé.