Arrikrutz - Sandailli - Ojo de Aitzulo
near Madina, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
▪︎Recorrido de circunstancias al estar cortada por desprendimientos la ruta prevista.
▪︎Sandailli, el susurro celta
Despacito, cada gota de agua, cae lentamente desde la mágica estalactita, hasta llegar a la pila de piedra que las recoge, en la entrada de la cueva, siguiendo un compás misterioso e inmutable desde lo más profundo de los tiempos, ajenas todas ellas, a los vaivenes del mundo que se abre ahí fuera. Ninguna de aquellas gotas parece extraña, al arcaico ritmo, el mismo seguido por otras miles, millones de gotas que desde lo más profundo de los tiempos, han ido dando forma pausadamente, al misterio, a la leyenda. La bañera de piedra, permanece, allí, al abrigo de la caverna, recogiendo el agua de la estalactita, el agua ritual, mágica, a la espera de cumplir su función, a la espera de que alguien se acerque a ella para renovar el viejo rito de la fertilidad, como ha ocurrido desde tiempos inmemoriales.
Pero ubiquémonos, nos encontramos en una bella cavidad, que guarda uno de los cultos más antiguos y originales de la vieja cultura de los vascos, San Elías de Araotz.
El propio nombre de Araotz trae a nuestra mente pasajes históricos vinculados a don Lope de Aguirre, al cura carlista Santa Cruz, antiguas leyendas, viejos ritos de la vieja tierra de los vascos. Solo nos queda, sucumbir a estas historias y lanzarnos en los brazos de la vieja tradición y salir a descubrir estos parajes únicos.
La mágica cueva de Sandailli, se agazapa en el barranco de Jaturabe, y esconde celosamente una antiquísima historia cargada de ritos, y creencias que hunden sus raíces en lo más profundo de los tiempos. La presencia de la ermita de San Elías, en el interior de la caverna, nos habla de la cristianización de un lugar sagrado, donde se adoraría a alguna divinidad local, por parte de los antiguos habitantes de esta región. Curiosamente un religioso, Martín Mendizábal, estudió este tema, concluyendo, que el nombre de Sandailli, no estaría relacionado con el nombre de San Elías, sino con el de Santa Ylia, que pudiera, según el autor, cristianizar una antigua divinidad de nombre Yvulia. El autor considera que el ritual de fertilidad vinculado a la cueva es de origen celta, no debemos olvidar que estas tierras estuvieron habitadas por los Várdulos, etnia con profundas vinculaciones célticas. En el fondo de la cueva se encontraron restos, tanto humanos como de cerámica, que pudieron ser testigos de los viejos rituales que se celebraban en este paraje.
La diosa Ivulia, se trataría de una diosa indígena local, cuyo culto nos lleva a la época anterior a Roma. Sería una diosa vinculada al culto a las aguas, precisamente el que se da en Sandailli, en la pileta que está en la cueva, curiosamente cerca del río Deba, vinculado a la diosa celta de las aguas, Deva, al igual que el río homónimo asturiano. Ivulia, aparece mencionada, en una inscripción hallada en Forua, Bizkaia, antiguo territorio caristio.
Aún hoy podemos tocar con nuestros dedos la pileta ritual, junto a las escaleras de acceso a la caverna, sobre la que cae el agua de la estalactita, y a la que las mujeres acudían para realizar un viejísimo ritual de fertilidad. Metían en la pila, tantos dedos de la mano como hijos querían tener, también se sumergían hasta la cintura en un rito llamado “berau”, es decir ablandarse, según recogió don José Miguel de Barandiarán.
▪︎Aitzulo
Quedamos atrapados por su embrujo, hipnotizados por el hechizo inevitable del ojo de Tártalo, seducidos por su porte de catedral gótica, atraídos como un imán hacia el borde de sus precipicios, para recordarnos que no está muerto, que sólo duerme, y que si tenemos suerte, hoy no despertará.
▪︎Sandailli, el susurro celta
Despacito, cada gota de agua, cae lentamente desde la mágica estalactita, hasta llegar a la pila de piedra que las recoge, en la entrada de la cueva, siguiendo un compás misterioso e inmutable desde lo más profundo de los tiempos, ajenas todas ellas, a los vaivenes del mundo que se abre ahí fuera. Ninguna de aquellas gotas parece extraña, al arcaico ritmo, el mismo seguido por otras miles, millones de gotas que desde lo más profundo de los tiempos, han ido dando forma pausadamente, al misterio, a la leyenda. La bañera de piedra, permanece, allí, al abrigo de la caverna, recogiendo el agua de la estalactita, el agua ritual, mágica, a la espera de cumplir su función, a la espera de que alguien se acerque a ella para renovar el viejo rito de la fertilidad, como ha ocurrido desde tiempos inmemoriales.
Pero ubiquémonos, nos encontramos en una bella cavidad, que guarda uno de los cultos más antiguos y originales de la vieja cultura de los vascos, San Elías de Araotz.
El propio nombre de Araotz trae a nuestra mente pasajes históricos vinculados a don Lope de Aguirre, al cura carlista Santa Cruz, antiguas leyendas, viejos ritos de la vieja tierra de los vascos. Solo nos queda, sucumbir a estas historias y lanzarnos en los brazos de la vieja tradición y salir a descubrir estos parajes únicos.
La mágica cueva de Sandailli, se agazapa en el barranco de Jaturabe, y esconde celosamente una antiquísima historia cargada de ritos, y creencias que hunden sus raíces en lo más profundo de los tiempos. La presencia de la ermita de San Elías, en el interior de la caverna, nos habla de la cristianización de un lugar sagrado, donde se adoraría a alguna divinidad local, por parte de los antiguos habitantes de esta región. Curiosamente un religioso, Martín Mendizábal, estudió este tema, concluyendo, que el nombre de Sandailli, no estaría relacionado con el nombre de San Elías, sino con el de Santa Ylia, que pudiera, según el autor, cristianizar una antigua divinidad de nombre Yvulia. El autor considera que el ritual de fertilidad vinculado a la cueva es de origen celta, no debemos olvidar que estas tierras estuvieron habitadas por los Várdulos, etnia con profundas vinculaciones célticas. En el fondo de la cueva se encontraron restos, tanto humanos como de cerámica, que pudieron ser testigos de los viejos rituales que se celebraban en este paraje.
La diosa Ivulia, se trataría de una diosa indígena local, cuyo culto nos lleva a la época anterior a Roma. Sería una diosa vinculada al culto a las aguas, precisamente el que se da en Sandailli, en la pileta que está en la cueva, curiosamente cerca del río Deba, vinculado a la diosa celta de las aguas, Deva, al igual que el río homónimo asturiano. Ivulia, aparece mencionada, en una inscripción hallada en Forua, Bizkaia, antiguo territorio caristio.
Aún hoy podemos tocar con nuestros dedos la pileta ritual, junto a las escaleras de acceso a la caverna, sobre la que cae el agua de la estalactita, y a la que las mujeres acudían para realizar un viejísimo ritual de fertilidad. Metían en la pila, tantos dedos de la mano como hijos querían tener, también se sumergían hasta la cintura en un rito llamado “berau”, es decir ablandarse, según recogió don José Miguel de Barandiarán.
▪︎Aitzulo
Quedamos atrapados por su embrujo, hipnotizados por el hechizo inevitable del ojo de Tártalo, seducidos por su porte de catedral gótica, atraídos como un imán hacia el borde de sus precipicios, para recordarnos que no está muerto, que sólo duerme, y que si tenemos suerte, hoy no despertará.
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