Arroyo de las Cañas, El Pedroso (Sevilla)

Con la sequía que tenemos y tras las intensas lluvias recientes, hemos venido a la Sierra Morena sevillana a rehacer la muy conocida ruta del arroyo de las Cañas, que ya pateamos en febrero de este año, encontrando prácticamente seco el arroyo.

Como es habitual y cómodo para subir a la Sierra, usamos el tren de cercanías.

Este sendero carece de dificultad alguna y tiene escasa pendiente, discurre por una preciosa dehesa y algo de olivar, moteada de grandes bloques de granito que afloran en muchos puntos. Ideal para hacer en familia, incluso en bici (exceptuando los vados y algunos puntos más abruptos, en los que habría que apearse).

El camino de inicio es bonito, con vistas de la dehesa y algunas curiosidades como la piedra de la Mora Encantada, el cerramiento de una finca hecho con restos de granito acanalado por las obras que hicieran de una cantera para su extracción o un gran quercus, que sobresale del olivar circundante, donde giramos hacia el arroyo.

A partir de ahí, tomamos contacto con el arroyo que vadearemos hasta en tres ocasiones, a pesar de estar casi sin caudal; y la dehesa toma formas más onduladas con rocas graníticas que sobresalen del suelo; ovejas, cerdos y algunas vacas nos saludarán al pasar.

Tras el segundo y amplio vado del arroyo, abandonamos el camino girando a la izquierda; ahí, la ruta es más complicado de seguir pues iremos por una senda donde falla el GPS de la aplicación en varios puntos; aunque aparecen estacas señalizadoras con flechas que nos orientarán.

El tramo final discurre por el cordel de Cazalla-Constantina, con bellos paisajes pero que se hace tedioso hasta volver al pueblo, al que entraremos por su parte alta, por el cruceiro y la ermita de la V. del Espino.