Arroyo de Valdivielso-Desfiladero de la Canaleja-Fuente de San Pedro-Tartales de los Montes-Hoz de Valdivielso-Valhermosa-Arroyo

Aparcamos el coche al lado de la iglesia de Arroyo de Valdivielso, por el que discurre un pequeño arroyo de aguas cristalinas que da nombre al pueblo. Podemos contemplar la arquitectura de algunas casas que datan de 1500. Una vez terminado el pueblo podemos observar al fondo el desfiladero de la Canaleja y más allá de este y en la parte superior la Sierra de la Tesla. Comenzamos el ascenso, paralelo a un pequeño rio de gran belleza y con algunos pequeños saltos de agua, que poco a poco nos va introduciendo en la gargantilla. Una vez dentro del desfiladero podemos observar los inmensos e imponentes paredones calcáreos, por donde transcurre el pequeño rio. Tras pasar el desfiladero es interesante echar la vista atrás para poder observar desde la parte posterior las inmensas paredes calcáreas que parece que se van a derrumbar de un momento a otro encima de uno y aplastarle. A continuación seguimos el camino de ascenso entre grandes helechos que prácticamente nos cubren por completo, para posteriormente pasar a un bosque de pinos. Seguimos ascendiendo y pasamos una primera pista, continuamos en ascenso y pasamos una segunda pista, hasta llegar a la Fuente de San Pedro. Continuamos en ascenso y llegamos a una tercera pista, a continuación la cogemos hacia la derecha y llegamos a lo más alto de la ruta, aproximadamente unos 1044 m de altitud. Enseguida encontramos el sendero que conduce a Tartales de los montes y tras una bajada prolongada y dura por todo un camino repleto de piedras y con gran pendiente, nos adentramos en el pueblo de Tartales de los montes. Cuidado con las vacas que están pastando a la entrada del pueblo, parecen un poco bravas y sobre todo con los perros de la primera casa, algunos sueltos y que nos dieron algún que otro susto. Tras parar en la iglesia para descansar y tomar un pequeño almuerzo, continuamos el descenso por la carretera asfaltada, enseguida nos encontramos con un túnel en el que aún quedan las huellas de los cartuchos de pólvora que se utilizaron en su día para volar la roca caliza. Este túnel fue necesario crearlo para poder dar acceso al siguiente pueblo: Hoz de Valdivielso. Una vez pasado el túnel, vemos la sinuosa y estrecha carretera que conduce al pueblo desde el Valle de Valdivielso, y si echamos la vista atrás veremos la cascada de Tartales de los montes junto a su icónico túnel. Existe un pequeño mirador de piedra y un panel informativo donde nos explica cómo pasaban los habitantes de este pueblo en los años 40, antes de ser construido el túnel, arriesgado su vida por un paso muy estrecho y protegido con una pequeña valla de madera frágil en apariencia. Continuamos por la carretera de asfalto y en una de las curvas nos introducimos por un pequeño matorral para ver una pequeña poza de agua cristalina que se acumula tras la caída de la cascada a lo largo de cientos de metros. Seguimos por la carretera asfaltada hasta llegar al pueblo de Hoz de Valdivielso, en el que podemos visitar su famoso palacio. Tras pasar el pueblo continuamos por un camino, a pleno sol, donde las fuerzas ya van flaqueando, hasta llegar al siguiente pueblo que es Valhermosa, una vez pasado este último pueblo continuamos por el camino y finalmente por una pequeña senda sombría, que se agradece, hasta aparecer de nuevo en el pueblo de Arroyo de Valdivielso y dada por finalizada esta bonita ruta.