Arroyo del Guijillo y embalse de la Peñuela

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Ruta por la periferia de La Peñuela, pedanía de Niebla. Llama la atención que vengamos de una zona llana, cerealística, y nos encontremos un lugar agreste, ganadero, de cerros gastados y monte bajo. La aldea se encuentra muy dispersa, no cuenta con calles asfaltadas y sus casas se desparraman por sus campos de forma anárquica: el Zapillo, la Balsita y el Corchito, la Huesa y el Guijillo, la Retamosa, la Retamosilla, la Bienvenida y la Mesa y los Toriles . Su disposición nos recuerda cómo los colonos de los baldíos buscaron con celo un sitio donde fijar su hogar. Los dos tramos más bonitos del sendero son los que discurren por el olivar de La Retamosa y por la orilla del embalse La Peñuela.

1.-Ficha Técnica:
--Dificultad: moderada.
--Distancia: 7’5 kms.
--Tipo de camino: camino natural de tierra, algo pedregoso.
--Duración media: 2h 30’.
--Relieve: altibajos, cerros gastados.
--Ruta Circular.
--Homologado: no.
--Señalizado: no.
--Vegetación: monte bajo, retama, olivos.
--Accesibilidad: bien.
--¿Cuándo ir?: todo el año
--Valoración estética de la ruta: 6.
--Sombra: escasa.

2.-Itinerario:
--Párquing: La Peñuela. Dejamos el coche a la altura del kilómetro 4 de la HU 4101.
--Trocha a la Vereda de Portugal: dejamos la carretera. Hay dos caminos a la derecha. Cogemos el de la izquierda. Bajamos por un camino natural de tierra. Abundan las esparragueras.
--Vereda de Portugal: el camino sale a la Vereda de Portugal, una pista agrícola blanca. Seguimos a la derecha, hacia la Retamosa. Si hubiéramos ido a la izquierda, unos 100 m. más abajo, a la derecha, sale el camino viejo de La Peñuela a las Casas del Candoncillo, rebautizado por una comunidad religiosa como Pueblo de Dios.Del camino principal salen dos caminos a la derecha, el que se encuentra más a la derecha te conecta con el camino que lleva a Casas del Candoncillo o Pueblo de Dios. Los habitantes de la aldea la abandonaron en 1936 por considerarla insegura durante la guerra civil. La mayoría se marchó a Candón y no regresó. La finca fue adquirida por una comunidad religiosa. Viven dieciocho personas, aunque en los noventa llegaron a sesenta, explica Juan Diego, habitante de las casas del lago. Funciona como una ecoaldea: usan placas solares y un lago central les abastece de agua. La aldea es preciosa: te recomiendo la visita.
--Arroyo del Candoncillo: puente sobre el arroyo. Aguas arriba, pasa a llamarse arroyo del Guijillo.
--Camino a la nave ganadera: dejamos la Vereda de Portugal por el camino de la derecha, que nos devuelve al pueblo.
--Camino a la derecha: el camino pasa junto a una nave ganadera. Hay ovejas fuera.
--Camino a la izquierda: poco antes de llegar al vado del Candoncillo, cogemos el camino de la izquierda.
--Camino de la Retamosa: pasando una casa a la izquierda del camino, a 50 m., se encuentra una bifurcación. Tiramos por la senda de la derecha, un tramo de arcilla clara que serpea por el olivar. Estamos en el camino público de La Retamosa, la parte más bonita hasta ahora del trazado. Parece como si camináramos por una cornisa. La zona es muy abundante en esparragueras.
--Bifurcación: seguimos por la derecha, hacia La Casa del Cano.
--Camino Casa del Cano: en esta bifurcación, cogemos el camino de la izquierda, hacia la Casa del Cano y las Casas del Guijillo. Abandonamos la vía principal. El camino de la derecha baja a la presa, la bordea y vuelve a la carretera.
--Casas del Guijillo: el camino pasa entre dos casas. Hay un egregio eucalipto en el centro. Me sorprende el gusto de los antiguos por sembrar este tipo de ejemplares junto a los caseríos.
--Arroyo de El Guijillo: puente sobre el arroyo.
--Camino a la derecha: giramos a la derecha. Buscamos el camino que lleva a la casa del altozano . Entramos en una suerte de pista agrícola. Poco después, encontramos otra casa en un nuevo altozano.
--Vado arroyuelo
--Bifurcación: cogemos el camino de la derecha, buscando la nave ganadera.
--Camino al embalse: nos encontramos en un cruce de cinco caminos. Vamos por el que baja al dique. A la izquierda, marchamos junto a una alambrada.
--Camino de la izquierda: salimos ca un camino paralelo al arroyo. Vamos hacia la izquierda, en busca de la presa.
--Embalse de la Peñuela: si te fijas, a la derecha, al otro lado del embalse, se ve La Casa del Cano. El camino va bordeando la presa y luego sube hacia un montículo, donde se encuentran las mejores vistas. Al final del camino, hay un buen punto para el baño.
--La Peñuela: regresamos a la aldea entre huertas. Ojalá que te hayan valido estas humildes indicaciones, hechas sin profesionalidad, pero con afán de servicio. El senderismo debe ser un ejemplo de actividad solidaria, gratuita, altruista, una invitación a contactar con la naturaleza sanadora y respetarla, a tejer una red social y emocional de apoyo, a compartir experiencias y hacer amigos. Un fuerte abrazo. No olvides decirme “hasta pronto” en el camino.