Artieda-Pinar viejo-Visero-Tejeria-Artieda

Se trata de una de las tres sendas circulares enmarcadas en el proyecto de Artieda Camins d'o paco d'Artieda (senderos de la umbría de Artieda). Esta bien señalizada y no ofrece grandes dificultades, en todo caso algún pequeño repecho. Sale desde la parte baja del pueblo de Artieda junto a un cartel indicativo de las tres sendas señalizadas, que comparten algunos tramos. Conviene ir con pantalón largo pues en algunos tramos el monte bajo y en particular las duras coscojas pueden producirnos arañazos.
El inicio trascurre entre pinares de repoblación hasta que, a la altura de la caseta de Arbea, se entra en el llamado pinar viejo que constituye la zona histórica de producción maderera en el término municipal.
Desde la confluencia con la senda que, por mitad de dicho pinar, hace un recorrido por la sierra nos adentramos en una preciosa zona cubierta de hayas y chaparros (robles). La senda asciende zigzagueante y en el recorrido podemos observar huecos que son huellas de antiguas carboneras, activadas tras el final de la guerra para producir el carbón que demandaban las ciudades, escasas de otros elementos de combustión. En unos 50 minutos alcanzamos la cota más elevada.
A partir de este punto la senda recorre la cresta de la sierra, llamada visero, desde donde podremos tener unas magníficas vistas de toda la val de Artieda. Pasaremos por unos miradores donde encontramos carteles indicativos que nos señalan las cumbres del Pirineo que vemos al fondo y la cercana Sierra de Orba. Es impresionante el mirados de Peña Nabla situado sobre un cortado producido en un desprendimiento de los años 20 del pasado siglo. Es muy normal ver buitres posados en esas paredes tomando el sol. En algún caso alguna pareja incluso ha criado allí.
Cuando se llega al antiguo camino que llevaba a Pintano, comenzaremos un suave descenso entre un magnífico bosque y sobre una alfombra de hojas secas, donde predominan las hayas y los chaparros. Podemos acceder a los restos de una antigua tejería y a un último mirador que, apuntando hacia el oeste, nos ofrece una espectacular panorámica del río Aragón en su camino hacia Navarra y de las obras de infausto recrecimiento de Yesa.
En unos 20 minutos más y entre pinos, que en otoño producen abundantes hongos royos o robellones, llegaremos de nuevo a Artieda.
En definitiva un recorrido muy agradable, de dificultad moderada y que nos abrirá el apetito para un buen vermú o comida en el Albergue de Artieda.
A disfrutarlo