Artziniega-Alto de Pando-Rioya-Peñacana-Pico de la Bandera-Alto de la Celadilla-Balmaseda

Esta vez pongo rumbo hacia el Oeste, rumbo al pequeño pueblo alavés de Artziniega, para recorrer la sierra de Santxosolo o Trasmosomos, limítrofe con la provincia de Burgos, y finalizar en la localidad vizcaína de Balmaseda. Hoy el clima ha sido espléndido al principio pero luego, en cuestión de 2h, se ha nublado muchísimo, amenazando incluso con llover, cumpliendo así con el pronóstico del tiempo, aunque esto lo anunciaban más para la tarde-noche que durante la mañana.

Camino en primer lugar por la carretera en suave ascenso hasta llegar al precioso Santuario de Nuestra Señora de las Encartaciones. Luego continuo por asfalto durante 1km hasta llegar al barrio de Mendieta.

A partir de aquí empieza la verdadera ruta, la cual se podría decir que está dividida en 2 partes muy distintas; de Mendieta al Alto de Pando y el ascenso del Rioya hasta el Alto de la Celadilla.

La primera parte es bastante compleja en el apartado de la orientación. Hay muchísimos caminos por la zona, y lo curioso es que no hay ninguno que acceda a la cima de forma directa, sin tener que dar un largo rodeo. La mayoría de los caminos son horizontales, y muy pocos de ellos conectan con otro que sea vertical y permita ganar altura con rapidez.

Al principio el sendero es algo confuso pero luego se ve claramente por donde ir. Hay muchos cruces de caminos, así que me obliga a estar mirando el GPS constantemente para ir por el sendero correcto. A medida que gano altura, el terreno se complica un poco. El sendero está repleto de vegetación, tales como hierba, matorrales, zarzas, espinos, ramas...todo ello hace que el avance no resulte todo lo cómodo que debería. Yo encima lleve pantalón corto, ya que hacia mucho calor, y en parte acabé lamentando haberlo llevado, ya que recibí de regalo multitud de arañazos en la pierna. Una pena que no limpien estos senderos, porque estoy seguro de que antes eran perfectamente transitables.

Eran tantos los posibles caminos a tomar, y la desesperación de ver que ninguno me llevaba directo hacia la cima del Alto de Pando, que al final tomé la decisión de atajar entre camino y camino, y adentrarme de lleno por el bosque. Esto me supuso algún raspón de mas, pero la verdad es que conseguí lo que pretendía, ganar altura y recorrer menos distancia.
Mas adelante pude conectar con otro sendero que, esta vez si, era ancho, cómodo y sin vegetación (salvo en los últimos metros), y me llevaba directo hasta la cima del Alto de Pando (548m). Las vistas están limitadas por la arboleda, pero permite ver varias cumbres de importancia; Eretza, Ganekogorta, Sierra Salvada (con cumbres como el Txarlazo, Tologorri...) y el cordal del Trasmosomos con el Rioya en primer termino.

Decir que existe otra posibilidad de acceder al Pando y es yendo por la derecha desde el barrio de Mendieta. Habría que hacer un largísimo rodeo, en el que finalmente acabaría conectando con el ancho y cómodo sendero final. Siendo sincero, el día que planifiqué la ruta no pensé en esta opción. Miré todos los senderos de la zona y tracé un recorrido que a priori parecía interesante, salvo por no saber en que estado se encontraba (tampoco sabia el estado del terreno de la otra alternativa).
No me arrepiento de lo que he hecho, se va un poco en plan aventura, pero no tiene peligro alguno. Eso si, totalmente recomendable realizar tanto esta parte como el resto de la ruta en seco, sin haber llovido recientemente (habría mucho barro sobre todo en la 1 parte) y pantalón largo (por la vegetación, que a ratos cubre hasta las rodillas, aunque en la mayoría de la primera parte cubre hasta el calzado, luego en la segunda nada de nada).

La segunda parte de la travesía es físicamente bastante más dura que la primera, pero a la vez es más bonito, y muchísimo más cómodo y sencillo de realizar, sin nada de vegetación que moleste.

Desciendo primero por un ancho y cómodo sendero natural que realiza largos y múltiples zig-zags hasta llegar al punto de menos altitud del recorrido.
Conecto con el GR 123 y avanzo al lado de un riachuelo, el cual paso por encima en un tramo. Cuidado aquí si ha llovido bastante recientemente, ya que podría taponar el camino.

Ahora asciendo lentamente por un sendero de piedras hasta que abandono el GR haciendo un fuerte giro a la izquierda. Al cabo de unos cientos de metros, comienza oficialmente la subida a la cima del Rioya.

Es un ascenso corto en cuanto a distancia pero las rampas son tan tan duras que me hace sentir que es interminable. La primera cuesta estará en torno al 40-45% de inclinación, sin exagerar. En las fotos no se aprecia esto, pero nada más ver los primeros metros de ascenso, lo primero que me dije es "la que me espera, ve despacito, sin pausa pero sin prisa". Pausas hice todas las del mundo porque fui incapaz de subir del tirón, aunque finalmente ascendí mejor de lo esperado.

Luego, poco a poco, la pendiente va a menos, hasta quedarse alrededor del 15-20%. No tiene perdida, el camino es todo recto, y en la parte final se aprecia la cima.

Tras 45 agotadores minutos desde el comienzo de la primera mega rampa, hago cumbre al monte Rioya (678m). Aquí pude disfrutar de 360º de magníficas vistas; los valles de Mena (con Sierra Salvada en su totalidad al fondo) y Ayala (con varias cimas solitarias, una detrás de la otra, todas ellas con la misma estética o misma formación), varios picos pertenecientes a la provincia de Burgos y Cantabria, la comarca de Las Encartaciones, la sierra de Grumerán o Triano, las sierras de Ganekogorta, Anboto, Gorbea e incluso e Aizkorri muy a lo lejos (a día de hoy nevado), entre otros muchos montes mas.

Tras las fotos de rigor, prosigo la marcha siguiendo el cordal, por un estrecho sendero con algo de arboleda pero bastante cómodo de andar. Desciendo unos metros para luego volver a ascender y llegar rápidamente a la siguiente cumbre, el Peñacana (686m).

Sin demorarme demasiado, continuo sin pérdida, de nuevo descendiendo unos metros para luego volver a ascender. En pocos minutos llego a la cumbre de mayor altitud de esta sierra y de la ruta, el Pico de la Bandera (698m). Aquí hay un geodésico, el típico buzón cimero y además una mesa de orientación, en el cual menciona todos los montes que se pueden divisar desde este lugar.
No voy a nombrar todos, porque son muchísimos y porque la mayoría son los mismos que los observados desde el Rioya, pero destacar como novedad la vista del cuarto y último objetivo del día, el Alto de la Celadilla, la sierra de Ordunte con el Kolitza y su ermita a un lado y debajo, muy cerca, mi destino, el pueblo de Balmaseda.

Vuelvo a descender varios metros por una empinada ladera herbosa y en frente tengo a la vista la última cima del día, el Alto de la Celadilla (697m). Asciendo una corta pero dura rampa y enseguida llego hasta el buzón cimero.

Se acabaron las subidas, ahora solo queda bajar a Balmaseda.
Conecto de nuevo con el GR y desciendo por una mezcla de senderos por pista natural y piedras hasta adentrarme en otro bosque. Aquí hay pequeños tramos en el que el camino se estrecha mucho, es empinado y hay arenilla, así que cuidado si ha llovido recientemente. Pero por fortuna, la inmensa mayoría del sendero es ancho y cómodo.

En menos de 1h llego finalmente a Balmaseda, veo parte de la localidad y por último me dirijo hacia la parada de bus de Campo de las Monjas para concluir esta dura pero bonita ruta.