AS Reserva Natural Integral de Muniellos. Ruta larga

AS 20221006 Reserva Natural Integral de Muniellos. Ruta larga.

El monte de Munieḷḷos perteneció a los condes de Toreno y desde finales del XVI se utilizó su madera en la reparación de los barcos que regresaron de la Armada Invencible. Su explotación comenzó hacia el año 1766, cuando surtió de madera a las construcciones navales de la Armada Española en Ferrol. Con el tiempo ese destino fue variando: traviesas para el ferrocarril, fabricación de duelas, posteados para la minería, etc. En 1970 se prohibieron ya todas las talas y se protegió el bosque.

Hoy en día el Bosque de Muniellos tiene una protección de Reserva Integral y se encuentra en el Parque de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Se trata de uno de los bosques más emblemáticos y conocidos de la Cordillera Cantábrica por su belleza y dimensiones.

La visita está restringida a 20 personas por día y es necesario realizar una reserva con bastante antelación. El acceso es gratuito.
En esta página aparece toda la información necesaria para realizar la reserva
https://www.muniellos.es
Y en esta otra.
https://sede.asturias.es/-/dboid-6269000001646778499500

El Bosque ofrece dos posibles itinerarios:
• La ruta larga, que es la que realizamos nosotros, de unos 20 km, circulares e incluye la corta.
• La ruta corta. Con subida y la bajada por el río (13 kms. ida y vuelta).

Nosotros recomendamos realizar la corta, es de menor dificultad y de una gran belleza. La ruta larga discurre por la zona alta del monte, por un sendero estrecho, pedregoso, con poca visibilidad y con continuas bajadas y subidas. Es sin duda un itinerario complicado. Por este motivo calificamos la ruta como difícil.

Descripción de la ruta

Comenzamos la ruta en el centro de recepción de Las Tablizas. Caminamos por el bosque por una senda amplia y de ascenso continuo. En el bosque podemos ver roble sobre avellanos, acebos, mostajos, arces, hayas y abedules.
La senda se estrecha y el terreno se torna pedregoso y con raíces exige caminar con mucho cuidado. Algo antes de llegar a Fonculebrera tenemos que ascender un tramo rocoso dónde han fijado una cuerdas para asegurar el paso. No es complicado perro las cuerdas facilitan el ascenso. En caso de terreno mojado se tornarían imprescindibles.

En el recorrido tendremos que cruzar por varios tramos de pedriza que no presentan una dificultad especial.

Llegamos a Fonculebrera en el km 3,5 de la ruta y tras superar unos 500 m de desnivel. A partir de este punto hasta las Tres cruces tendremos 6 km de continuo ascenso y descenso, pero manteniendo prácticamente el nivel, en un recorrido muy cansado, por terreno muy irregular con piedras, raíces y escalones y, que para colmo, no ofrece muchas vista, ya que caminamos entre la vegetación en amplios tramos.

Muy cerca de la fuente, a nuestra derecha, se encuentra el Roblón, un anciano roble albar de más de 300 años.
Tras 6 km llegamos a la bifurcación conocida con el nombre de Las Tres cruces. En ella se inicia el camino de vuelta al centro de visitantes y desde ella se puede ascender a los tres lagos.

Decidimos ascender al primer lago “Lago de la Isla”,Serán 70 metros de desnivel por terreno similar al que llevábamos. Ascendemos a un pequeño promontorio que nos ofrece una bonitas vistas del lago y nos tomamos un rato de descanso. El lago, situado a 1331 m, y su entorno son de gran belleza y permite unas amplias vistas de todo el valle.
Volvemos a la bifurcación e iniciamos el descenso hacia las Tablizas. Serán unos 7 km de bajada con una primera parte muy pendiente y con piedra suelta, pero a medida que nos acercamos a final, el camino va poco a poco mejorando, hasta que, en su parte final, nos encontramos unas pasarelas adaptadas.

El camino desciende paralelo al rio Tablizas, que atraviesa un bosque formando cascadas y saltos de agua y acompañado de una variada vegetación: acebos, mostajos, capudres (serbales), alisos, avellanos, encinas, robles, abedules, arces, fresnos, tejos y hayas. Todo un espectáculo.

Este tramo es, sin duda, lo mejor de todo el recorrido, simplemente espectacular. El cansancio acumulado y la necesidad de llegar al centro de visitantes a una fijada, nos impidió disfrutar del bosque, todo lo que nos hubiese gustado.