As Salinas de Ulló en Vilaboa
near Vilaboa, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Estas salinas están en el municipio de Vilaboa, municipio perteneciente a la mancomunidad de Terras de Pontevedra.
La sal es un elemento usado durante siglos para la conservación de alimentos frescos, como el pescado. Poseer unas salinas durante la Edad Media y Moderna era sinónimo de prosperidad para un pueblo. Durante el siglo XVII Pontevedra tuvo la necesidad de tener sus propias salinas y así, en 1693, el Colegio de Jesuítas pidió la cesión de unos terrenos en el actual concello de Vilaboa para su fabricación. Las salinas de Ulló (también escrito Ullóo) crecieron rápidamente y hoy sus ruinas proporcionan una idea de la gran capacidad que tuvieron hasta su cierre en el siglo XIX.
Si vas en coche hay un pequeño aparcamiento para poder dejarlo allí estacionado y caminar libremente por toda la zona.
Al final de todo el terreno que ocupan las salinas, hay un muro de piedra que cierra toda la zona para evitar que el agua del mar salga y así por evaporación la sal se iba quedando en el terreno, y posteriormente como en otras salinas se recogía para diferentes usos.
En una parte del muro que cierra este recinto de las Salinas de Ulló, además de las compuertas que había para evitar que el agua volviese a la Ría, había un molino de mareas. En la actualidad de ese molino de mareas de las salinas de Ulló solo quedan los restos de las compuertas en el muro.
También hay algunos restos de edificaciones que eran las casas que había para dar servicio a la gente que trabajaba en las salinas.
Actualmente la Salinas de Ulló ya no funcionan como salinas, pero forman parte de una región de gran interés, tanto natural como faunístico y ornitológico. Sirve de hábitat para diferentes aves y plantas, ademas de lugar elegido por diferentes aves migratorias a su paso por esta región de la península ibérica.
La sal es un elemento usado durante siglos para la conservación de alimentos frescos, como el pescado. Poseer unas salinas durante la Edad Media y Moderna era sinónimo de prosperidad para un pueblo. Durante el siglo XVII Pontevedra tuvo la necesidad de tener sus propias salinas y así, en 1693, el Colegio de Jesuítas pidió la cesión de unos terrenos en el actual concello de Vilaboa para su fabricación. Las salinas de Ulló (también escrito Ullóo) crecieron rápidamente y hoy sus ruinas proporcionan una idea de la gran capacidad que tuvieron hasta su cierre en el siglo XIX.
Si vas en coche hay un pequeño aparcamiento para poder dejarlo allí estacionado y caminar libremente por toda la zona.
Al final de todo el terreno que ocupan las salinas, hay un muro de piedra que cierra toda la zona para evitar que el agua del mar salga y así por evaporación la sal se iba quedando en el terreno, y posteriormente como en otras salinas se recogía para diferentes usos.
En una parte del muro que cierra este recinto de las Salinas de Ulló, además de las compuertas que había para evitar que el agua volviese a la Ría, había un molino de mareas. En la actualidad de ese molino de mareas de las salinas de Ulló solo quedan los restos de las compuertas en el muro.
También hay algunos restos de edificaciones que eran las casas que había para dar servicio a la gente que trabajaba en las salinas.
Actualmente la Salinas de Ulló ya no funcionan como salinas, pero forman parte de una región de gran interés, tanto natural como faunístico y ornitológico. Sirve de hábitat para diferentes aves y plantas, ademas de lugar elegido por diferentes aves migratorias a su paso por esta región de la península ibérica.
Waypoints
Ruins
30 ft
Granja
La Granja de las salinas a escasos metros. Se trata de unas sorprendentes ruinas, escondidas entre los árboles, vestigio de la relevancia de esta fábrica de sal. Las casas en donde se elaboraba el mineral son hoy apenas un cascarón de piedra que esconden lareiras de tamaños descomunales, escaleras que ascienden hacia las copas de los árboles que trepan por su interior y antiguas despensas labradas en las paredes. Caminar entre estas ruinas enraizadas es adentrarse en la historia. No es difícil imaginar a los monjes y vecinos trabajando fatigosamente entre los pasillos de estas edificaciones.
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