Ascaso - Santa Marina/Nabain (1798 m.)

La montaña de Santa Marina o Nabain es una imponente mole a pesar de su modesta altura (1798 m.), ya que está aislada de otras cimas próximas y tiene una gran prominencia en todas sus caras: el valle de Ara con el desfiladero de Jánovas al Sur, el valle de La Solana al Oeste, Yeba, Buerva y Vió al Norte y Ascaso al Este. No presenta ninguna dificultad, pero su cima es una mirador del Sur del Pirineo Central de primer orden. Esta ascensión da mas de lo que pide, y compensa de sobras su ascensión. Magníficas vistas de la zona de Ordesa, Monte Perdido y las Sucas; también de Bachimala, Posets, Cotiella, Peña Montañesa y Turbón. Pero sobre todo tiene una vista privilegiada de las fajas de los Sestrales y la entrada del cañón de Añisclo sin parangón.
Para acceder a Acaso tomar la carretera de Boltaña a Fiscal (N 260). 3 km. mas allá de Boltaña, pasado el km. 447, en una curva a la izquierda, tomar a la derecha la pista (ahora asfaltada) que sube a Ascaso tras 5 km. Dejar el coche unos cientos de metros antes de la entrada de esta pequeña población. Bonito reloj de sol en la casa de la plaza, a la entrada del pueblo. Allí hay una fuente, donde podremos coger agua (si no está seca). No hay agua en todo el recorrido.
Desde la plaza del pueblo, o desde un poco mas abajo de la entrada, coger una pista que en breve llega a un rellano con aspecto de collado.
Desde allí subir a la izquierda por un sendero que a veces se pierde en una zona de rocas lisas, pero que siempre se sigue bien gracias a abundantes mojones. Siguiendo recto hacia arriba (Oeste) se llega a una especie de brecha donde nos asomamos al Ara sobre el desfiladero de Jánovas en 1 1/2 h.
A partir de aquí el sendero continua hacia arriba girando al N. hasta llegar a la cima (40 min.). En la cima encontramos las ruinas de la ermita de Santa Marina que da nombre a la montaña con el vértice geodésico sobre las paredes de la ermita. Las panorámicas son de primer orden en todas las orientaciones.
Descenso por el mis itinerario.
Esta ascensión no presenta ninguna dificultad. Recomiendo hacer esta ascensión en Otoño, invierno o primavera, cuando las cimas del Pirineo están nevadas. En verano el terreno es muy árido, puede ser muy caluroso y las cimas con poca nieve no lucen tanto. En invierno puede haber nieve en alguna ocasión, pero cada vez menos. A tener en cuenta que en temporada de caza de jabalí puede haber batidas en la zona.