Eretza por El Grazal y descenso por la cresta

Hoy Sábado Santo, dicen que va a hacer un día estupendo y se me ha ocurrido volver al Eretza por El Grazal. El itinerario de El Grazal (así se denomina al arroyo que desciende por el fondo del barranco y que da nombre a la senda) ya lo conocía sobradamente por haber subido por él en varias ocasiones, sin embargo lo que más me interesaba hoy era hacer el descenso desde la cumbre por la cresta, desconocido para mi. Ni que decir tiene que esta bajada crestera tiene un encanto enorme, pero el o la que desee ascender al Eretza por esta ruta que se prepare, porque tiene tramos verdaderamente duros, sobre todo en la segunda parte tras abandonar las pistas iniciales y coger hacia arriba el sendero de la cresta.

Es necesario comentar que en las fotografías de la ruta la dirección a seguir, los giros y desvíos los señalo con los bastones. Es que como hoy voy solo, no tengo ningún compañero que con su andar indique en la foto el sentido de la marcha. Y otra circunstancia, esta vez casual y muy positiva para mí, es que mañana día 9 de Abril organizan una carrera de montaña desde Sodupe y han balizado con cintas toda la ruta, lo que me viene de perlas para no tener ningún problema con la dirección a seguir.

Pero vayamos al grano. Tras ponerme el forro polar (hace un frío mañanero curioso), calzarme la mochila, agarrar los bastones, poner el reloj en marcha en el programa de senderismo y empezar a registrar la ruta en wikiloc, empiezo a andar a las 08:20 de la mañana. Parto desde un pequeño aparcamiento en batería en el barrio de Iorgi de Sodupe al lado del comienzo de la PR BI–105. Iré por esta PR un buen rato guiándome por las típicas marcas blancas y amarillas, aunque como he dicho la senda es muy conocida para mí.

La ruta parte desde la misma carretera general y se adentra hacia El Grazal por una carreterita. El arroyo de El Grazal lo tengo a mi izquierda. Tras pasar dos o tres casas a mi derecha llego a una bifurcación junto a una "ataka" o reja en la carretera para evitar el paso del ganado. Esta sigue de frente y veo que un camino sale hacia arriba a mi derecha. Yo sigo de frente por la carretera. Por el camino de la derecha bajaré después.

Sigo de frente hasta llegar enseguida a un puentecito sobre el arroyo, que cruzo. Me encuentro de frente con un cartel informativo en una bifurcación donde giro a la derecha, dejando el arroyo también al lado derecho. El camino sigue en ligero ascenso, muy cómodo de andar, pasando al lado de un depósito de aguas, y tras otro ratito andando llego a otro puentecito por el que cruzo a la derecha, dejando de nuevo el arroyo de El Grazal a la izquierda.

Enseguida paso al lado de unas mesas de picnic, y poco a poco el camino se va introduciendo en el barranco para convertirse en una senda pisada y muy marcada. Ahora ya voy siempre andando por la derecha del arroyo que suena cantarín unos metros mas abajo a mi izquierda, en un precioso entorno de bosque mixto de ribera con un estupendo encinar cantábrico a mi derecha. Veo de vez en cuando marcas amarillas y blancas de la PR.

Al cabo de un buen rato de subida veo que la senda baja hasta el cercano arroyo y lo cruza por un puentecito de madera, aunque yo sigo adelante por un tramo de la PR BI–105 perfectamente recuperado y acondicionado por el Grupo de Montaña de Sodupe. El sendero que baja conduce, tras cruzar El Grazal, a Lexartza, con un solo caserío y la pequeña ermita de San Bartolomé. Pero repito, en este caso no hay que ir por ahí, sino que hay que seguir la senda hacia delante.

Ahora la senda, bien pisada y evidente, y hasta la desviación hacia el Eretza, entra en un tramo dentro de un pinar. Tardamos un buen rato en recorrer esta parte con algunos "sube y baja" hasta que, tras un pequeño repecho, llegamos a otro camino con el cruce señalizado por un cairn o hito de piedras y unas marcas amarillas y blancas. Aquí hay que girar a la izquierda, encontrando a pocos metros una fuente con una teja de la que, a pesar de la sequía, mana un chorro generoso. Hay que seguir por este camino otro rato hasta llegar a un pequeño zigzag que nos deja en otro camino, este herboso y amplio, donde hay que seguir a la izquierda, para llegar en unos cien metros a un cruce de caminos crítico en la ruta de hoy. Se trata de la desviación hacia el Eretza.

Como digo, éste es un punto clave de la ruta y es bueno explicar algunas cosas. La primera es que aquí también confluye la ruta que por pista sube desde Sodupe y pasa por Lexartza, desviándose en el collado de Arbori para llegar en pocos metros hasta aquí y desde aquí subir a la cumbre. La segunda es que para ascender al Eretza no es imprescindible llegar hasta este punto, ya que si seguimos hacia adelante en Arbori (según por donde vengamos), podemos coger enseguida un sendero que parte desde la pista hacia la derecha y asciende zigzagueando por el karst, para llegar hasta el refugio de La Berenilla y de allí a la cumbre. Por cierto, esta es la ruta que hemos seguido desde antaño, mucho antes de que abrieran la pista forestal zigzagueante por la que pienso subir y que parte desde aquí y que ya se ha convertido en la ruta "normal" al Eretza. Y la tercera es que en Arbori podemos girar a la izquierda para subir al Luxar, mucho mas sencillo y suave, como interesante alternativa a su hermano mayor, el Eretza.

Bueno, seguimos. En este punto clave veo que tengo a mi derecha un paso habilitado en una alambrada que cierra el camino y por el que debo cruzar. A partir de ahora y hasta el próximo paso en otra alambrada similar situada bastante más arriba, tengo que ascender por un amplio camino terroso, típica pista forestal que traza unos cuantos y amplios zigzags cogiendo altura poco a poco. El ascenso no es duro, sólamente se empina en la última rampa justo antes de llegar a la segunda alambrada.

Cruzada ésta entro en el karst, andando sinuosamente por un camino que se ve pisado y que me va acercando al refugio de La Berenilla. Hay marcas amarillas y blancas de la PR además de las cintas rojas de la organización de la carrera de mañana. Paso al lado de un cartel blanco que me indica la dirección y el tiempo hasta el Eretza: 30 minutos. A pocos metros la senda entre el roquedo y los espinos desemboca en una pista de grijo viendo a mi izquierda el bonito refugio anteriormente comentado, que dispone de una zona pública y otra privada. Acude a mi memoria otra ascensión al Eretza hace al menos 20 o 25 años en la que yendo a comer el bocata con unos amigos en la parte libre del refugio nos la encontramos destrozada, como si los salvajes hubieran utilizado porras o mazas para acabar con todo. Esa imagen jamás se borrará de mi memoria porque nunca llegaré a entender estos actos.

En fin, que hoy en mi ruta ni siquiera me acerco al refugio y sigo hacia la derecha para desviarme de nuevo a los pocos metros y entrar en la última parte de la ascensión, sin duda la más dura de la ruta de hoy. Por la derecha voy acercándome al borde del pinar, o mas bien al bosque de cupresáceas, ya que se trata de una gran plantación de ciprés de Lawson – especie alóctona procedente de Oregón (USA) – ya naturalizada en nuestro ámbito. Hay unas cuantas vacas y caballos pastando tranquilamente en las empinadas y herbosas laderas, pero la belleza de la ascensión no rebaja mis pulsaciones, que lógicamente responden al considerable esfuerzo. Afortunadamente, aprovechando la tecnología, las controlo vigilando el I Watch y no dejo que pasen de las 135 p.p.m., ralentizando la ascensión si veo que llego a ese límite.

Poco a poco voy ganando altura, subiendo con esfuerzo por la empinada pradera. Veo que estoy alcanzando a dos chicos que van delante mío, a pesar de que considero que subo relativamente despacio, y llegamos los tres a la cumbre casi a la vez.

Voy recuperando pulsaciones mientras admiro y fotografío las panorámicas a 360 grados que se pueden admirar desde la cumbre. He llegado a la cima del Eretza, cumbre máxima de la sierra de Grumeran, de 887 m de altitud, en algo mas de hora y media desde Sodupe. Las vistas son formidables: por una parte la sierra del Ganeko con el característico pico del Gallarraga, a la otra parte los montes de Triano con el Pico la Cruz y el Gasteran y uno poco mas lejos la antenada cumbre del Ubieta, entre otros montes que se divisan mas o menos cercanos.

Una vez admirada la panorámica y tras una pequeña charla con los chicos que han llegado conmigo repasando todos los montes que vemos en 360 grados, y tras sacarles un par de fotos, emprendo la marcha hacia abajo. Compruebo que no tengo hambre ni sed, ya comeré y beberé más abajo, me digo.

Estoy ansioso por conocer este camino de descenso por donde no he bajado nunca, ya que de las decenas de veces que he subido al Eretza jamás he bajado por su cresta. Pregunto a un montañero que sube (poco antes de la cumbre hay unos estupendos repechos) y le pregunto si la senda para el descenso esta clara. Me dice que si, que sin problema, seguir y seguir la senda hasta llegar a las pistas forestales para seguir por ellas hasta bajar al barranco del Grazal. En todo caso, me dice, tengo las cintas rojas colgadas en las ramas de los árboles señalizando la carrera de mañana, que también baja hasta Sodupe. No hay problema. Pues estupendo, le digo yo.

El camino de bajada en un principio no se ve aunque se intuye, ya que pienso debe bajar cercano al corte del roquedo. Sin embargo enseguida empieza a visibilizarse un sendero muy empinado que trazando lazadas va bajando poco a poco hasta entrar en otro bosque de cipreses de Lawson, llegando justo antes a una especie de cilindro metálico con una cinta roja anudada que señala el sitio de referencia por donde hay que bajar o subir.

Ahora, y durante un buen rato, el sendero transita por la franja existente entre el corte del roquedo y los árboles. No hay peligro alguno, aunque la caída está a la izquierda, si no se hacen tonterías. La senda va descendiendo considerablemente durante un rato al lado de las lawsonianas hasta llegar a una alambrada. Sigue hacia abajo la senda pegado a ella, que está repleta de piedras, y hacen bastante incómoda esta parte del descenso. Abajo del todo la senda se aplana y enseguida entra en un pinar, para tras una pequeña curva acceder tras dar un saltito a un camino más amplio por el que hay que girar a la izquierda, para desembocar en unas decenas de metros en una amplia pista por la que hay girar a la derecha. Ya he salido del pinar y voy por terreno abierto.

A partir de ahora bajaré hasta donde hemos partido en Sodupe por pistas forestales y caminos muy claros y amplios, cómodos de bajar. Las cintas de plástico rojas colgadas en las ramas laterales nos siguen sin descanso indicando la ruta. En todo caso, cuando bajemos otra vez por aquí (nosotros o cualquier otra persona) no habrá ninguna necesidad de cintas rojas, ya que siguiendo in situ esta ruta por wikiloc no habrá problema alguno.

Paso muy cerca de una gran torre de conducción eléctrica que dejo a mi izquierda. Sigo la pista sin desvío alguno para al poco rato trazar una curva a la izquierda y enseguida llegar a un cruce en el que giramos a la derecha, pero sin tomar la pista que parte bruscamente a la derecha en el mismo cruce, sino la siguiente, también hacia la derecha. Tras otro tramo dentro del arbolado llego al siguiente cruce, girando aquí bruscamente a la izquierda y llegando en pocos metros a una alambrada que cierra la pista y tiene un paso lateral por el que cruzo. Al poco encuentro una bifurcación eligiendo seguir por el camino de la derecha, el que baja.

Sigo hacia abajo tranquilamente bajo el arbolado sin encontrar cruces ni desvíos durante un buen rato, hasta llegar a una nueva puerta metálica de alambre que cierra el camino y que también tiene un paso lateral. El camino amplio a partir de ahora es una especie de antigua ruta local viéndose cada vez mas cerca el barranco de El Grazal, siendo muy cómodo de seguir, llegando en un rato a confluir con la pista inicial de cemento por la que he subido unas tres horas antes, y que no tengo mas que seguir un poco para llegar al comienzo de la ruta y al coche.

He completado una magnífica y espectacular ruta que animo a toda la gente aficionada a la montaña y a la naturaleza a realizar también, cada cual a su ritmo, que sin duda no les defraudará. Se suben en total 837 m, ascendiendo por un camino naturalístico precioso y lleno de encanto como es El Grazal, subiendo con esfuerzo los fuertes repechos de la pirámide final de la cima y bajando por un sendero impresionante, sobre todo al principio. Son casi 11 km que hoy los he realizado en 3 h y 19 minutos con unas cuantas paradas para charlar con la gente, que también está bien.

Un saludo a todos y todas y a ver si nos vemos por las montañas.