Leungane desde San Lorenzo de Baltzola (Dima)

Es miércoles y vaticinan una mañana soleada. Se me ocurre proponerles a mis amigos de montaña el desplazamiento hasta San Lorenzo de Balzola, en Dima, para subir desde allí al Leungane. Edu debe quedarse a esperar al electricista, Jesús Mari no desea madrugar tanto y se irá al Paga, y de los demás ni sé. Solo me acompaña mi buen amigo Jose Mari, que le perderemos de vista en unos días y hasta bien entrado el año próximo porque se va a Canarias a invernar.

A las ocho, y casi y media, le recojo en La Casilla y nos dirigimos a Dima. Para las personas que no sepan cómo llegar hasta el entorno privilegiado de San Lorenzo de Baltzola les diré que, una vez llegados a Ugarana, que es el núcleo urbano de Dima, hay que girar a la izquierda a la altura del frontón, en la salida del pueblo hacia Gasteiz. Llegamos enseguida a una rotondita y, a pocos metros, en el mismo cruce con la carretera que sube hacia Oba y Artaun, justo a la derecha, sale una carretera que asciende. Hay que seguirla unos tres kilómetros, y tras pasar por el barrio de Bargondia llegamos al entorno de la ermita de San Lorenzo de Baltzola. Hay un aparcamiento a la derecha y cuando llegamos y vemos el paisaje, nos decimos que ha merecido la pena subir. Es un enclave estratégico, ya que desde San Lorenzo podemos hacer distintas excursiones, pero hoy toca subir al Leungane.

Tras aparcar el coche nos calzamos las mochilas y arrancamos no sin antes comenzar el registro de la ruta en Wikiloc. Vamos hacia arriba, de frente, desechando una desviación a la derecha que nos llevaría hacia el barrio de Indibiti y hacia el monte Garaio. La amplia pista la vamos seguir sin desvío alguno durante 2,5 Km hasta un collado con un cartel indicador, desde donde parten varios caminos: hacia Mañaria, hacia el Arrietabaso y hacia el barrio de Oba y el pico Leugane, que es por donde iremos hoy. Me viene a la cabeza un comentario al respecto: por aquí, hace muchos años había un proyecto de hacer una carretera que uniera Dima con Mañaria. Parece que se afortunadamente se desechó la idea.

Tras subir con pasmosa tranquilidad los dos km y medio hasta el crucero, nos dirigimos a la izquierda, hacia Oba y Leungane (hay señales), que tras andar otro kilómetro sin desvíos dentro del frondoso pinar, llegamos al collado Inungane, donde está ubicado un pequeño refugio abierto. Hay un panel indicador con todas las rutas PR de la zona. En ese punto parten dos caminos hacia abajo y un sendero hacia arriba. A la derecha el camino nos llevaría a Mañaria pasando junto a la ermita Aitagurutzekoa, a la izquierda otro camino nos llevaría al barrio de Oba, y el sendero que sube de frente es el que nos llevará al Leungane siguiendo un tramo de la PR–BI 83.

A partir de ahora y hasta la cumbre vamos a ir por un camino en terreno kárstico típico, al igual que todos los roquedos del duranguesado, ascendiendo por una senda sinuosa y embarrada en los tramos no pedregosos. La pendiente a veces es severa y en otros tramos se suaviza, pero nos lo tomamos con tranquilidad. El sol ha hecho acto de presencia y nos calienta la espalda, por lo que optamos por quitarnos ropa.

La verdad es que a pesar de haber subido por aquí numerosas veces, lo intrincado del terreno hace que la senda a veces sea bastante difícil de seguir con exactitud, y si no fuera por las numerosas marcas amarillas y blancas de la PR pintadas en los puntos estratégicos, hubiéramos errado en varias ocasiones. En muchas ocasiones la senda es muy clara, sobre todo cuando las rocas escasean, pero en otras se pierde entre la inmensidad rocosa del laberinto kárstico.

En un principio, tras dejar atrás el pequeño refugio, el camino de ve perfectamente, empezando con una prolongada cuesta que enseguida empieza a zigzaguear. en poco tiempo pasamos al lado de una enorme haya rota que sus ramas tapan totalmente el sendero, debiendo dar un pequeño rodeo. Tras un rato más de subida, accedemos a una zona despejada en la que hay que atinar la vista para encontrar las marcas de la PR entre el laberinto de rocas de enfrente, pero están, y hacia ellas encaminamos nuestros pasos. En zonas difíciles de seguir el sendero también existen kairns que nos indican por donde tenemos que seguir. Seguimos subiendo un rato mas y nos vamos acercando al collado cimero tras pasar junto a otro kairn y nuevas marcas de PR. Y llegamos al collado, abriéndose el horizonte y divisando un enorme y maravilloso paisaje, con el macizo de Aramotz enfrente, Dima e Igorre ahí abajo y el Gran Bilbao con el puntiagudo Serantes en lontananza.

En el collado solo tenemos que dirigirnos hacia la derecha para llegar enseguida a la rocosa cima, con un poste geodésico y su buzón al lado. Estamos en la cumbre del Leungane, de 1009 m de altitud, con unas vistas excepcionales: a la izquierda, muy cercano, el Artatzagane, de frente tenemos Eskubaratz con el Kanpantorreta mas cercano y Arrietabaso detrás, y mas al fondo, hacia la izquierda, el Untzillaitz, el Anboto y al fondo del todo el Udalaitz.

Sacamos unas fotos y de inmediato empezamos el descenso volviendo exactamente por donde hemos subido. Hoy hemos llegado hasta la cumbre perfectamente orientados correctamente por las marcas amarillas y blancas de la PR, pero un día de niebla no andaríamos tan seguros.

Deshacemos el camino mas complicado por el terreno kárstico hasta Inungane, donde se encuentra refugio, y por excelente pista llegamos al crucero señalizado, girando a la derecha y andando con paso alegre los 2,5 km en cómodo descenso hasta el recinto de la Ermita de San Lorenzo de Baltzola, donde damos buena cuenta de los bocatas acompañados con la "damajuana" (la bota) de Jose Mari, un platanito y el chocolate negro de siempre.

Tras charlas un ratito y comentar la ruta, montamos en el coche y nos volvemos a Bilbao.

Corta ruta que no llega a a los 10 km con un desnivel positivo acumulado de 568 m. partiendo de los 435 m de la ermita, realizado en su totalidad en 3 horas y 18 minutos. Es una mañanera perfecta.