Ascensión al Luxar desde Sodupe por el Grazal y descenso por Taramona

Hoy, un viernes de primeros de Noviembre y que ha salido un día otoñal magnífico, vamos seis amigos al monte. Al trío de Eduardo, Jose Mari y yo mismo, se nos han añadido otros tres amigos que solemos compartir excursiones montañeras con frecuencia: Jesús Mari, Teo e Iñaki, al cual hace tiempo no veía y me ha alegrado mucho compartir ruta con él.

El objetivo montañero de hoy es sencillo y relativamente corto. Desde Sodupe vamos a subir por la senda del Grazal hasta el collado de Arbori, y desde allí, en vez de subir al Eretza, que es la ruta que siempre hemos hecho, vamos a ir al Luxar (o Lujar, como también lo hemos visto escrito), para retornar a Sodupe por la aldeita de Taramona.

No han dado las 08:30 y ya estamos calzándonos las mochilas al comienzo de la senda del Grazal, después de haber aparcado los coches allí mismo. La ruta parte del cruce de la citada senda con la carretera general, en el barrio de Iorgi. Hay señales verticales de la ruta PR–BI 105, que está balizada. Vamos a ir por ella.

Cogemos la pequeña carreterita junto al arroyo y al poco cruzamos una ataka en el suelo para evitar el paso del ganado. Allí mismo hay una bifurcación, pero no nos desviamos y seguimos de frente. Enseguida llegamos a un recodo en el que hay un cartel indicador. Seguimos la amplia pista cementada y pasamos al lado de un viejo depósito de agua de piedra, cruzando en unos pocos metros el arroyo Grazal por un pequeño puente para seguir por la margen izquierda del Arroyo (por nuestra derecha según subimos). Pasamos por una especie de cueva a nuestra derecha con una puerta que esta abierta y que en su interior hay varios tubos de conducción de aguas, y según tengo entendido allí desagua el arroyo Eretza.

Al poco pasamos al lado de unas mesas de picnic y enseguida el camino amplio se convierte en una senda bajo el profuso arbolado. No hay posibilidad de pérdida, ya que todo el rato el pisado sendero sigue sin desviarse por el bosque, siempre a la vera del arroyo y siempre en ascenso, pero sin fuertes repechos. Estamos andando por el interior del típico bosque cantábrico de ribera, con mimbres, alisos, falsos avellanos, laureles, castaños y el predominio de las encinas por la derecha del camino. El paisaje es muy bucólico, con los únicos sonidos del arroyo cantarín a nuestra izquierda y el sonido de los pajaritos.

Seguimos así hasta llegar a una desviación del sendero ya metidos entre los pinos. Si seguimos por la izquierda bajamos un poco, atravesamos un puente de madera sobre el arroyo y llegamos al barrio de Lexartza tras subir unos cuantos repechos. Es un minúsculo barrio, con un solo caserío y sus instalaciones ganaderas y la reformada ermita de San Bartolomé. Pero nosotros no queremos ir a Lexartza, sino por la senda que subimos por la ladera derecha del arroyo, llegar hasta el collado de Arbori. Y así lo hacemos.

En la desviación seguimos de frente dentro del pinar. Esta es una senda recuperada por el Grupo de Montaña de Sodupe, y bien señalizada. Seguimos por ella trazando algunos zigzags hasta llegar a un camino amplio y herboso en el borde del pinar, torciendo a la izquierda. A los pocos metros, por un espacioso camino de yerba llegamos a una bifurcación, donde giramos a la izquierda para llegar a las cercanías del collado de Arbori. Si hubiéramos cogido a la derecha iríamos hacia el Eretza, traspasando una alambrada y subiendo por el camino de la ladera, trazando varias curvas, hasta las cercanías del refugio del Eretza, situado bastante más arriba. Pero ya hemos dicho que nuestro objetivo es una cima mas humilde, el Luxar, y para ello en la anterior bifurcación hemos cogido hacia la izquierda.

Llegamos a aterrizar a los pocos metros en una pista amplia por la que seguimos otros pocos metros hacia abajo, hasta un cruce de pistas señalizado con balizas. Aquí tenemos que coger la pista cementada hacia el Luxar (o Lujar), dejando la pista de la derecha que se dirige hacia Galdames y la que baja hacia la izquierda que se dirige al barrio de Lexartza. El poste de señales indica también la dirección de alguna trinchera de la guerra civil del 36, que formaba parte del "Burdin Hezia" o Cinturón de Hierro.

Ya en la pista de cemento seguimos por ella un rato pasando primero por una zona despejada, para entrar en un eucaliptal y después en un pinar. Dentro de este enseguida vemos una desviación señalizada hacia la derecha. Indica la dirección del Luxar y de Gueñes, ademas de alguna trinchera de la guerra civil que han recuperado. Volveremos a este punto después de subir a la cima del Luxar para, siguiendo por la pista bajar a Taramona y Sodupe.

Cogemos en el desvío hacia la derecha y a los pocos metros pasamos una valla por su lateral. Llegamos a una amplia campa despejada con un hermoso fresno a nuestra izquierda y bajo su sombra un abrevadero. Algunos de mis compañeros dan un rodeo para visitar alguna de las trincheras señalizadas. Yo voy con ellos pero desisto enseguida.

Vamos en dirección al abrevadero y seguimos de frente para encontrar un camino herboso que asciende poco a poco por la ladera. Llegamos a un cruce con otra señal vertical que se encuentra alejada del mismo. Seguimos a la izquierda, y en unas cuantas decenas de metros a la derecha, ascendiendo por el camino en dirección a un depósito de agua para el ganado que vemos más arriba. El camino sigue a su lado y baja enseguida hacia el llamado collado del Luxar, ya entre encinas y espinos. A partir de ahora veremos varios senderos que se dirigen hacia el Luxar entre alguna encina y bastantes espinos.

Cualquier camino hacia arriba es bueno para ascender a la cima. Cuatro de nosotros optamos por rodearla y subirla por detrás tras ascender un corto repecho, pero otros dos suben directamente por una senda poco visible y llegan algo antes que nosotros. La cima tiene un poste geodésico y un buzón en el suelo, y hay algunos espinos y encinas que tapan algo las vistas que son espectaculares, con el Eretza enorme que se ve cercano, ademas del picudo Gallarraga, el Ubieta y los montes de Triano.

No paramos ni para echar un trago de agua. Corto de rigor y para abajo por la senda por donde han subido los dos amigos. Deshacemos exactamente el mismo camino que hemos traído hasta la campa con el abrevadero y hasta la pista de la desviación hacia Taramona y Sodupe. Llegamos a ella y seguimos hacia la derecha. Taramona esta cercano, pero ojo, casi cuando llegamos a la primera casa del barrio (solamente tiene dos viviendas, un caserío grande y uno más pequeño un poco más abajo) hay una bifurcación que puede equivocar. Hay que seguir de frente sin desviarse, ya que la pista de la izquierda solo conduce hasta el frente del caserío.

Decidimos parar un poco para comer y beber algo, que ya es hora. Hay un banco público al lado de un cartel con el nombre del barrio y allí nos aposentamos. Comemos unos bocatitas acompañados de nuestra buena amiga la "damajuana", la bota de Jose Mari, siempre llena de un buen reserva de Rioja. Si a ello le añadimos unos buenos tragos de agua y algo de fruta y chocolate, ya tenemos el refrigerio completo.

Terminado el mismo seguimos hacia abajo por la pista, que tras dar un giro al lado del segundo caserío, la pista se convierte en camino. Vamos caminando bajo la sombra de los pinos y al poco encontramos una bifurcación en la que seguimos de frente, por el camino principal. A partir de ahora siempre iremos en descenso, y no abandonaremos nunca el camino principal aunque encontremos desviaciones varias. Hasta Sodupe desde Taramona tenemos no menos de cuatro km, así que paciencia y tranquilidad.

Pasaremos en el descenso al menos tres puertas de alambre para evitar el paso del ganado, repartidas por todo el camino y bastante separadas entre sí, que deberemos dejar siempre cerradas. Tras un buen rato de descenso llegamos a una intersección señalizada, ya en espacio despejado por alguna matarrasa de pinos, donde una señal indica: Sodupe, 1,2 km. Otra señal indica hacia Lexartza, que es el camino por donde bajamos y la tercera señal hacia el barrio de Goikuria. Seguimos hacia abajo y enseguida encontramos una desviación a la derecha, pero parece una pista forestal que desechamos. Seguimos hacia la izquierda y hacia abajo y desembocamos en la pista principal que lleva hacia Lexartza, en este tramo asfaltada.

Seguimos a la derecha y al poco pasamos ante dos caseríos a nuestra derecha. La carretera ahora sigue en fuerte descenso con varios tramos muy inclinados. Al poco llegamos a la carretera general de Sodupe, junto a un aparcamiento en el que encontramos al inefable Txutxi, presidente del club de Montaña de Sodupe, repintando un cartel de caminos. Tras los saludos pertinentes giramos a la izquierda para en unos cien metros llegar a donde hemos aparcado los coches.

Fin de una ruta mañanera, sencilla y de poco esfuerzo, de algo más de 10 km en total y 542 m. de desnivel, que transita por unos parajes salvajes maravillosos como es el Grazal y unas vistas estupendas desde la cima del Luxar.