ASCENSION AL MONCAYO DESDE EL SANTUARIO

EL MACIZO DEL MONCAYO:
El macizo del moncayo consta de tres cumbres bien diferenciadas que superan los 2.000 m. de altitud; de W. a E. son: Peña Negrilla o Moncayo de Castilla( 2.118 m.) Moncayo o San Miguel (2.316 m.) y Lobera (2.226 m.). A estas podemos sumar algunas cotas secundarias como San Juan (2.283 m.), Cerro Corralejo (2.280 m.), Majada Alta (2.003 m.) y Peña Negrilla Norte ( 2.078 m.). Con todo ello, el macizo del Moncayo contiene siete dosmiles, todas ellas sobre un cordal continuo de 8 Km. que se puede recorrer en una jornada. En su parte alta el modelado glaciar a dado lugar a tres circos San Miguel o el Cucharón, San Gaudioso y Morca. Pero el macizo en sí cumbre una extensión mucho más importante que lo que albarcan sus más altas cimas el mayor desarroyo se dirige hacia el SE ya dentro de la provincia de zaragoza, alcanzando otras cimas que resultan ser más modestas en altitud: el Morrón (1731 m.) las erosionadas peñas de Herrera (1591 m.) o el pesado Tonda (1498 m.). Hacia poniente del Moncayo caen raudas, sin demora, hacia Ágreda (921 m.). Como se ha indicado ya la inesistencia de otras cimas de altitud apenas comparables a la del Moncayo, la hace emerger sobre el horizonte como una montaña grande y aislada, diferenciandola perfectamente del resto de las montañas Ibéricas. Esto no ocurre con las cumbres de la Demanda de Urbión o Cebollera, que se muestran enquistadas entre las serranías. Baste, también indicar que la capital de la comarca del Moncayo, Tarazona se encuentra tan sólo 487 m. de altitud, para
hacerse una idea del levantamiento de esta montaña sobre el undido valle del Ebro. Montaña mágica en la confluencia de los reinos Navarro, Aragonés y Castellano, fueron los romanos los que observando sus nieves que se perpetúan durante casi la totalidad del año le dieron el nombre de "Mons Caunus" ( el monte Cano, Blanco). Los glaciares del cuaternario han dejado huella en la montaña en forma de tres circos glaciares a modo de hoyas: Hoya de San Miguel, San Gaudioso y Morca todo este espacio de alta montaña precedido por bosques en las laderas configura el parque natural de la Dehesa del Moncayo. En la vertiente Aragonesa encontramos el Santuario del Moncayo (1620 m.). En la base de donde arranca la montaña, cerca de Vera de Moncayo (621 m.) se encuentra el monasterio de Veruela ( s.XI), que fue la pura inspiración de Gustavo Adolfo Bécquer. También en la misma vertiente pero en tierras Sorianas encontramos el bonito pueblo de Vozmediano (979 m.). Un poco más arriba del pueblo tiene su nacimiento en una surgencia, el Río Queiles. Se enumera como el segundo manantial de Europa en caudal suministrado con una aportación media de 1500 L. por segundo.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
Partimos desde el Santuario por un sendero sin pérdida y bastante bien indicado. Los primeros dos kilómetros discurren por sombra gracias al bosque de pinos que existe hasta los 1900 m/2000 m de altitud, ahora nos encontramos en el llamado poza de San Miguel, justo el Km 2 desde nuestra partida, llevamos 50 minutos y 240 metros de desnivel aproximadamente, se abre a nuestros ojos la Hoya de San Miguel y el Moncayo, también podemos ver a nuestra izquierda la espectacular subida que tenemos que realizar, para alcanzar el cordal que nos llevará a la cima del Moncayo. Ahora empezamos la verdadera y única dificultad de esta ascensión al Moncayo. En 1.5 Km de subida ininterrumpida salvaremos aproximadamente 400 m. de desnivel, una vez salvada esta subida de kilómetro y medio aparecemos en el collado de la Piedras, que ya es el cordal que nos llevará al Moncayo, con muy pequeños desniveles, a vuestra izquierda el Alto del Corralejo con 2.274 m., nosotros cogeremos el cordal de la derecha dirección al Moncayo, unos 400 m. adelante, cruzamos por el Cerro de San Juan con 2.279 m., las vistas son espectaculares, llevamos 4 Km. En 10 minutos desde el Cerro de San Juan estaremos en la cumbre del Moncay 2.316 m. A nosotros nos costó dos horas de subida con sus correspondientes paradicas. La vuelta la realizaremos por el mismo camino que hemos subido.