Ascensión al Oturia (1920 metros) desde Javierre del Obispo, bajando por Satue

No es el mejor día para hacer montaña, la mañana es lluviosa y con nieblas, así que nos vamos a una montaña secundaria, el Oturia, pero comenzando desde Javierre del Obispo, para mas tarde, regresar al punto de inicio por Satue.

Como en el pueblo es difícil aparcar, dejamos la furgoneta en la carretera, al lado de un pequeño parque, donde comenzamos a caminar por la carretera, atravesamos la calle principal, donde el asfalto da paso a un camino de tierra, que un sendero ataja por unos metros, atravesando un terreno de margas, donde las botas cogen peso.

Unos metros más adelante, el camino se convierte en un sendero, por el que comenzamos a ganar desnivel, adentrándonos en un bosque mixto de pinos y bojes, hasta alcanzar una encrucijada, donde tomamos el sendero de la izquierda, obviando el ramal que se dirige a media ladera hacia Satue, que puede ser una buena opción, sino se quiere hacer cumbre.

A medida que vamos ganando desnivel, la pendiente se va endureciendo, salimos a la Mallata Javierre, donde dejamos atrás el bosque, para enlazar con las marcas rojas y blancas del GR.16, que más tarde seguiremos, pero de momento, como las vistas son nulas, encaramos la pala final al Oturia, en la que vamos trazando larga zetas, para aminorar la fuerte pendiente, hasta alcanzar los 1920 metros de altura, en el que se encuentra el vértice geodésico, aunque lo que hoy realmente nos importa, es el gran hito que hay en su cima, tras el que nos resguardamos, mientras echamos un bocado.

Después, iniciamos el descenso, haciendo lo mismo que en la subida, pero tirando a la izquierda, atravesando la mallata, en la que hay varios abrevaderos y un cerco, que rodeamos, hasta localizar un poste direccional, donde cogemos el ramal que baja a Satue, por el barranco de las Gargantas, que hoy baja con bastante agua, aunque no supone ninguna dificultad, a excepción de un vadeo, en el punto donde se forma una bonita cascada, adentrándonos de nuevo en el bosque, en un tramo muy bonito, en el que a medida que vamos perdiendo desnivel, la lluvia cesa y la niebla se va disipando.

Unos metros más abajo, cruzamos un camino de tierra que sube desde la carretera, seguimos caminando por el sendero, donde el pinar se hace más bello, con algunos ejemplares de pino royo, hasta salir del bosque, donde a lo lejos, podemos ver entre la niebla, la población de Sabiñánigo, pasando al lado de la iglesia románica de San Andrés, que da la bienvenida a Satue, que atravesamos para continuar caminando por la carretera, hasta localizar un poste direccional, donde tomamos un sendero embarrado, por el que salimos a la carretera que va a Javierre del Obispo, casi a la altura de la furgoneta, finalizando está bonita circular, a pesar del mal día, en el que no hemos disfrutado de la panorámica, que ofrece esta atalaya.