Ascenso al Pico Lopera (1.485 m) y al Cerro Cabañeros (1.715 m) desde los Prados de Lopera (Sierra Almijara)

Quien se adentra en estas montañas, cuya linea de máximas altitudes definen el límite de las provincias de Granada y Málaga y que se encuentran incluidas en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, no puede dejar de quedar perdidamente enamorado de ellas. Nos encontramos en una de las zonas más agrestes de la Península Ibérica y aunque sus cumbres tienen una altitud relativamente modesta, los casi 2.000 metros de muchos picos e incluso superando esa cota como en el caso de la Maroma, con 2.069 metros, a escasos kilómetros de la costa se traduce en profundos barrancos, escarpadas laderas, afiladas crestas, cristalinos ríos y arroyos con infinidad de cascadas, saltos y pozas. Además hayamos infinidad de sendas y caminos creados fruto de una no muy lejana actividad humana en estas sierras, como eran la multitud de humildes cortijos se salpicaban valles y laderas, los resineros, mineros y arrieros que transportaban mercancías entre los pueblos de la Axarquía Malagueña y los del Poniente Granadino utilizando el camino más corto, es decir a través de estas ariscas montañas.
Por todo ello las -aunque cada vez menos- desconocidas Sierras de Tejeda y Almijara son un paraíso para cualquier amante de las montañas y la naturaleza que se atreva a escudriñar en sus entrañas.

Con la presente ruta, que se desarrolla en el sector nororiental del Parque e íntegramente en la provincia de Granada, ascendemos a dos de las cumbres más emblemáticas de la Sierra Almijara: el Pico Lopera (1.485 m), bastante accesible y visitado al encontrarse a escasos kilómetros de la conocida carretera de la Cabra (A- 4050) , al que además se puede llegar a través de un sendero señalizado por la dirección del Parque Natural y con unas fantásticas panorámicas a las cumbres más representativas de esta sierra y al increíble valle del Río Verde.
La otra cumbre es el Cerro Cabañeros, que con 1.716 metros de altitud es la tercera cumbre de la Sierra Almijara, tras el Navachica y el Lucero. Este, al encontrarse bastante alejado de núcleos de población, por estar eclipsado por su hermana mayor el Navachica o quizá por que su cumbre tiene un acceso bastante incómodo, es un pico bastante olvidado y solitario, aunque el esfuerzo de su coronación es recompensado con creces. Hallarnos en su cumbre, arisca, salvaje, contemplar las vastas panorámicas que desde aquí se obtienen, tomar conciencia de lo pequeños que somos ante la Madre Tierra responde certeramente a quien nos pregunta el que obtenemos al subir a una montaña después de pegarnos una hartá de andar.
Pero no solo está el aliciente de realizar este recorrido en ascender a esas dos cumbres, sino también en recorrer fabulosos barrancos y valles como el de la Almijara y las Golondrinas, donde aún se conservan buenas masas forestales que se libraron de las llamas que asolaron no hace tanto estas sierras.

Catalogué la ruta como difícil por su longitud (alrededor de 23 kilómetros), por el descenso del Pico Lopera por cortafuegos, al ser éste muy empinado y por el ascenso al Cerro Cabañeros, por una arista rocosa, incómoda y en donde en algún punto hay que ayudarse de las manos para mantener el equilibrio. El resto de la ruta se desarrolla por caminos y pistas forestales.

El punto de inicio de este recorrido se sitúa en los conocidos como Prados de Lopera, unos metros antes de llegar al Pino de los Cinco Brazos (donde hay un panel interpretativo de las fabulosas vistas que se obtienen desde este lugar), justo donde a la izquierda sale otra pista forestal, la de los Madroñales. Aquí hay espacio suficiente para estacionar varios vehículos. Para llegar a los Prados de Lopera hay que tomar la carretera A-4050, conocida como de la Cabra y en el kilómetro 27 aproximadamente llegaremos al Mesón Restaurante los Prados. Hay una especie de rotonda con una fuente y sale una pista de tierra hacia el noroeste , la cual tomaremos. A los pocos metros la pista se bifurca, a la derecha iríamos a la granja escuela Huerto Alegre y a la izquierda, la que tomamos, pasa por una puerta, la cual según reza un cartel permanece cerrada a partir de las 20:30 horas. No sabemos a que hora la abrirán por la mañana, aunque nosotros pasamos antes de las 8:00 horas y ya se encontraba abierta. Pasamos junto al cortijo de los Prados y por una zona sensiblemente llana donde se mezclan cultivos con pinares. A poco más de 3 kilómetros desde que dejamos la A-4050 llegamos al punto de inicio de ruta. La pista está en aceptables condiciones para transitar con un turismo, al menos en esta fecha.

Nos acercamos a visitar antes de nada el Pino de los Cinco Brazos, disfrutando de las maravillosas panorámicas que las primeras luces del día nos brindan de las cumbres más relevantes de la Sierra Almijara: Navachica, Cabañeros, Piedra Sillada, Salto del Caballo, Lucero, Chapa....

Caminamos hacia el sur por el camino de la Cuesta de las Pulgas o de los Madroñales y al llegar a una barrera que corta el paso de vehículos sale a la izquierda un carril de menor entidad que nos lleva a la cumbre del Pico Lopera en poco más de 1,5 kilómetros. Hay un vértice geodésico y unos metros más adelante una caseta de vigilantes y un mirador. Las panorámicas son como comente anteriormente sobrecogedoras. Si el día nos acompaña en cuanto visibilidad veremos Sierra Nevada y el Mar Mediterráneo , a nuestros pies el profundo barranco del Río Verde y hacia el sur y suroeste las cumbres más elevadas de Sierra Almijara. Hacia el norte la caída de este cerro hacia los Prados de Lopera es relativamente suave, mientras que hacia el sur es vertiginosa.

En vez de regresar al camino de la Cuesta de las Pulgas por el mismo lugar , lo hacemos descendiendo por un cortafuegos hacia el noroeste, el cual hemos llegado a tocar un par de veces en el camino de subida. El cortafuegos tiene varias pendientes muy empinadas, aunque cortas, donde tenemos que tener cuidado de no resbalar. Salimos al camino muy cerca de un vado del Arroyo de la Almijara y justo en el punto donde sale un precario carril por el que regresaremos a la tarde remontando dicho arroyo.

Pero de momento seguimos por la pista hacia el sur para llegar en poco tiempo al paraje denominado Mojón de las Diferencias. Aquí hay una balsa y cruce de pistas ,es donde comienzan varias rutas de la genial guía del excursionista de la editorial La Serranía, libro imprescindible para quien quiera conocer a fondo estas sierras. Pero tengo que decir que al menos el día que nosotros realizamos esta ruta no era posible descender hasta aquí con vehículo , al estar bajada la barrera que corta el camino de la Cuesta de las Pulgas.

Continuamos hacia el sur y en una próxima bifurcación seguimos de frente , a la derecha, remontando el barranco de la Almijara. Pasamos junto a las ruinas del cortijo de la Almijara, mudo testigo de tiempos pretéritos , en el que sus moradores se ganaban el sustento en esta áspera sierra. El barranco se va encajonando y damos vistas a un cortado con una cueva y una pequeña casa en ruinas, es el cortijo de Cueva Colica. Pero antes de llegar a él nos encontramos una nueva bifurcación y de nuevo tomamos el ramal de la derecha. La pista pasa bajo dicho cortijo, el cual podemos visitar tomando lo que queda del viejo sendero que lo comunicaba con otros cortijos, aún se aprecian trozos de jorfes del mismo. Al poco de pasar por el cortijo llegamos al Puerto Colica, lugar donde momentaneamente abandonaremos el camino para emprender el ascenso al Cerro Cabañeros.

Desde el Puerto de Colica hacia el oeste un cortafuegos empieza a ascender por la cresta hacia el Cerro Cabañeros y por él vamos a caminar. El cortafuegos termina en un promontorio y seguimos por la arista que separa a uno de los barrancos que forma el arroyo de la Almijara y el Barranco Cabañeros. Todo el ascenso lo hacemos casi siempre por la parte más elevada de la cresta, aunque si tenemos dudas, hitos de piedras y manchas rojas de pintura en las rocas nos van marcando el “mejor” camino. El primer tramo es relativamente cómodo, pero justo en la mitad del ascenso unos escarpes rocosos nos complican bastante la tarea, siendo necesario ayudarse con las manos para mantener el equilibrio y extremar precauciones para no meter una pierna entre la rocas y lesionarnos seriamente. También hay que advertir que nos encontramos en el hábitat de un temido ofidio, la víbora hocicuda, y por lo tanto hay que mirar bien donde ponemos las manos y lo que pisamos. Es un animal tranquilo y huidizo que solo muerde cuando se la toca y se la molesta, tampoco es un animal abundante . Yo estuve en este ascenso a punto de poner la mano encima de una que tomaba el sol tranquilamente sobre una roca. Su picadura muy raramente resulta mortal y no siempre inoculan veneno cuando muerden. Sobra decir que cuando salimos a la montaña hay que ser respetuosos con los seres vivos que la habitan y no molestarlos. Es recomendable ir con pantalón largo aunque haga calor, así evitaremos arañazos y pinchazos de los matorrales y ante una picadura de víbora quizá no llegue a tocar la piel.
Llegamos a la ante cima del Cabañeros y aquí el terreno es algo más amable aunque ni mucho menos cómodo. Solo nos queda el último repecho para coronar la cumbre.

El espectáculo es apabullante, menudas vistas. Llegamos a divisar la costa de Nerja, el Navachica casi lo podemos tocar. Una gran porción de estas sierras las vemos a vista de pájaro, Sierra Nevada al noreste ,al noroeste el Embalse de los Bermejales y los Campos de Alhama, al este las Sierras de los Guájares y Lújar , al norte muy lejanos los perfiles de otras sierras béticas como la Parapanda, Subbéticas de Córdoba, Mágina...

Descendemos al Puerto Colica por el mismo lugar y seguimos el carril, bastante precario en este punto, hacia el noroeste, descendiendo hacia el barranco de Cabañeros, siguiendo su curso aguas abajo y vadeandolo varias veces. Llegamos a las ruinas del cortijo de Cabañeros y nos encontramos con dos bifurcaciones seguidas, la primera la tomamos a la derecha y la segunda a la izquierda, siguiendo siempre las aguas del barranco.
Un poco después a el barranco de Cabañeros se le une el barranco de Prado Luna pasando a llamarse Arroyo de las Golondrinas. Nos encontramos en un paraje espectacular, el arroyo se encañona durante un tramo y más adelante cuando pasa bajo el Tajo de las Golondrinas forma una preciosa cascada y una gran poza de cristalinas aguas, ideal para darse un baño en verano.

Llegamos a una nueva bifurcación y seguimos a la derecha ,al este, pasando junto a la balsa de Córzola, donde cerca se juntan las aguas de los arroyos de las Golondrinas y de la Almijara, formando el Río Grande de Jayena o Bacal. En pocos metros pasamos bajo las ruinas del cortijo de Córzola, aunque los árboles no nos dejan apenas verlo , y vadeamos el arroyo de la Almijara, tomando a continuación un precario carril que sale a la derecha en una cerrada curva de la pista, hacia el noreste.
Este carril remonta las aguas del arroyo de la Almijara, siguiendo varios meandros del mismo y pasando los barrancos del Búho y de las Pulgas que tributan sus aguas a éste, para terminar en el camino de la Cuesta de las Pulgas, justo en el punto donde a la mañana descendimos del cortafuegos del Pico Lopera.

Solo resta para concluir la ruta ascender por la pista de los Madroñales o Cuesta de las Pulgas hacia el norte durante aproximadamente 2 kilómetros, pasando de nuevo por la barrera donde sale el carril hacia el Pico Lopera.