Atardecer en los montes Zengotitagana y Oiz desde el Alto de Trabakua (⬆ por vía directa-⬇ por pista de Osma)

Ante la imposibilidad de poder hacer una de las etapas de mi Vuelta a Euskadi por tener la mañana ocupada, al menos he querido sacarle provecho al fantástico y soleado día de hoy, haciendo una ruta corta, sencilla y de rápido andar, y además cerca de casa. El objetivo: ver el atardecer desde la cima del monte Oiz.

Hay un montón de itinerarios para llegar a la cumbre, todas ellas sencillas excepto uno, y casualmente he decidido realizar el ascenso por la vía mas compleja, a la vez que la mas directa. Para ello, me desplazo en bus hasta el Alto de Trabakua. Desde aquí se observa la cara Este de Oiz, donde se encuentra una hilera de torres eólicas, y también la cumbre secundaria de Zengotitagana. Hacia allí voy.

Lo primero, es caminar por una pista asfaltada que se ubica entre los 2 restaurantes que hay en el puerto. Poco después, lo abandono para empezar el ascenso por un sendero natural hacia la izquierda. Dicho camino estaba algo embarrado, con la tierra muy blanda por las recientes lluvias.

La pendiente al inicio es llevadera, pero a medida que voy subiendo, se inclina cada vez más, hasta llegar a un punto en el que cuesta una barbaridad avanzar uno pocos metros. Aquí el problema ya no es tanto la pendiente (40-45% por lo menos), sino el barro, que si no llevas un buen calzado y unos bastones para poder anclarte al firme, lo más seguro es que resbaléis y os pongáis llenos de mierda. Ni que decir tiene que no recomiendo bajar por aquí estando el sendero en este estado, me parece un poco temerario.

Despacito, y con buena letra, asegurando cada paso, avanzo por un diminuto sendero hasta llegar a ver de cerca las primeras torres eólicas. Aquí se acaba el ascenso principal, y también las dificultades. Lo que resta hasta la cima de Oiz es coser y cantar.

Pero antes, no voy a desperdiciar la oportunidad de coronar la anecdótica cumbre del monte Zengotitagana (818m). Espléndidas vistas de 360°, aunque la verdadera panorámica está más arriba, ya lo mencionaré después.

Ahora, sigo de frente, hasta conectar con una ancha pista de piedras. Podría seguirla hasta el final, pero decido acortar la trazada y continuar por otro sendero natural, mucho más bonito e interesante. Éste se interna por una arboleda aunque, al igual que el anterior, también se encuentra embarrado, pero se puede avanzar con comodidad.

Salgo a cielo abierto, y sigo subiendo por un sendero de tierra y hierba, hasta conectar con otras torres eólicas y volver a pisar la pista. La recorro hasta el final, disfrutando de la compañía de numerosos caballos, y del sol, que faltando apenas media hora para ocultarse, permitía lucir los montes de alrededor con un tono dorado precioso.

Ya solo me queda acceder por un paso canadiense y subir los últimos metros a la par de una alambrada, sorteando alguna que otra roca en el suelo, hasta llegar a la caseta, antenas, buzón y vértice geodésico cimero del monte Oiz (1026m). Desde aquí se pueden ver sierras y montes como el Anboto, Gorbea, Itxina, Aramotz, Sierra Salvada, Untzueta, Ganekogorta, Montes de Triano, Kolitza, Sollube, Erlo, Hernio, Aralar, San Donato/Beriain, Urregarai, Bedartzandi, Urko, Karakate, Egoarbitza, Udalatx, Aizkorri, Aratz, Elgea, y muchos mas. Por abajo, hacia el Sur, la comarca del Duranguesado casi al completo, al norte, el parque natural de Urdaibai con su enorme ría, y por supuesto, el mar Cantábrico.

Me quedo un buen rato contemplando las vistas, y viendo el atardecer, aunque al final no conseguí uno de mis propósitos, que era el fotografiar las manchas solares en el ocaso del sol. Había demasiadas nubes altas, que lo distorsionaban, y el macizo de Sierra Salvada en medio, ocultando los últimos instantes. Para poder captar esto, lo mejor es ver salir u ocultarse el sol en el mar.

Ahora viene la segunda parte de la ruta, y es volver al punto de partida, el Alto de Trabakua. Lo interesante, es que lo tengo que hacer a oscuras, al menos la parte final, todavía me queda algo de luz natural. Por si fuera poco, tenía algo de prisa para llegar a Trabakua, ya que quería coger el bus de vuelta a casa a cierta hora, así que tenía que bajar a un ritmo alto y constante.

Pero, como dije al principio, la bajada no la iba a hacer por la vía directa, por el alto riesgo de resbalón que tiene, y muchísimo más yendo solo con la luz del frontal. Así que la mejor opción era descender por la pista que parte desde la carretera próxima al barrio de Osma (Mallabia). La pega, que luego tendría que andar 2km más hasta Trabakua, pero la ventaja es que todo el itinerario transcurre por pista de cemento y asfaltado, todo de rápido andar.

Al llegar a la altura de Zengotitagana, la luz natural desaparece y me toca poner el frontal. La bajada también es cañera, muy empinada, pero al no haber casi nada de barro (haber hay pero muy poco), avanzo a toda velocidad.
Sigo así durante 2km más, hasta llegar a la carretera. Camino los últimos 2km sobre él, sin problema ya que el arcén es ancho y no hay peligro de atropello, hasta llegar al puerto de Trabakua y a la parada de bus, para concluir así esta bonita ruta.