Atxarte-Kurutzeta-Elgoin-Urkiolaguirre-Atxarte

Por enésima vez, volvemos al incomparable marco del Parque Natural de Urkiola, para disfrutar de una mañana montañera. Así que nos calzamos las botas y mochila al hombro, para realizar esta fantástica ruta circular desde las canteras de Atxarte, en el barrio de Mediola, perteneciente al municipio Abadiño, Bizkaia, en la que recorreremos unos 14,5 kms., y tocaremos los buzones del Kurutzeta de 1.214 m., el Elgoin de1.243 m y el Urkiolaguirre de 1.008 m. Aunque en los dos primeros las altitudes que marcan sus respectivos buzones son de 1.194 y 1.158 respectivamente.

Con 5º grados de temperatura comenzamos la marcha al lado de las canteras de Atxarte tomando la pista hormigonada dirección “Txakurzulo Pistatik”, pero que abandonaremos en el próximo indicador de direcciones tomando dirección Guenzelai, como si fuéramos a subir al Astxiki o Alluitz.

Tras atravesar un paso de alambrada continuaremos por un sendero rodeado de hayas, que pronto se convertirán en pinos.

Llegaremos a otro indicador de direcciones que nos marca 2,6 km a Asuntza/Pol-Pol, y que será la dirección que tenemos que seguir.

La ascensión la vamos realizando con la impresionante mole caliza de la pared del Alluitz a nuestra izquierda. El silencio solo se rompe con el canto de algún pájaro solitario y algún cencerro lejano, así que el disfrute es máximo.

Llegamos a la fuente de “Amilla”, donde nos refrescamos con su exquisita agua para seguir con la ascensión.

Dos potrillos y su madre parece que nos quieren cortar el paso y ni se inmutan ante nuestra presencia, así que damos un pequeño rodeo para no contrariarles.

Con las lluvias caídas recientemente hay algún tramo embarrado, pero sin mayor complicación, únicamente mirar donde ponemos los pies para no “meter la pata”.

Atravesamos otro paso de alambrada y llegamos a la intersección del camino que nos marca nuestra dirección, el collado Larrano.

Ya en el collado nos acercamos hasta la Ermita de Santa Bárbara, siendo a partir de este punto donde nos tomamos la ascensión con más calma. El primer tramo sobre el pastizal, no entraña ninguna dificultad, pero a partir de atravesar los dos pasos de alambrada, la pendiente es más considerable, procurando ir buscando el mejor camino, evitando los tramos de roca suelta, aunque a partir de cierto punto ya entramos de lleno en el “rocódromo” y el avance es más lento, por lo que hay que ir mirando donde ponemos pies y manos.

Por fin llegamos a la cumbre del Kurutzeta, que nos ha costado alguna gotita de sudor. Como era de esperar, las vistas que nos rodean son impresionantes, a pesar de las nubes y alguna masa de niebla que parecía querer envolvernos, así que nos deleitamos con las panorámicas.

Aunque en un principio, la intención solo era hacer esta cumbre, al divisar la cumbre del Elgoin “a tiro de piedra”, nos aventuramos también a hacer cumbre. Poco a poco por el cresterio y pasito a pasito, llegamos a nuestra segunda cumbre, con menos esfuerzo del que pensábamos.

Continuamos un poco más por el cresterio calizo, divisando también muy cerca el Saitzen Puntie. Pero como no lo vemos muy claro ante las masas de niebla intermitente y lo complicado del terreno, decidimos darnos la vuelta y retroceder sobre nuestros pasos.

Sin bajar la guardia vamos desandando el camino por el mismo lugar de la ascensión hasta volver a coger el sendero que nos conducirá a los indicadores que nos marcan la dirección a Urkiola, bien por la pista o ascendiendo al Urkiolaguire.

Nos decantamos por la segunda opción, así que en pocos minutos subimos por su suave ladera de hierba hasta su buzón, donde volvemos a contemplar las esplendidas vistas del macizo del Amboto donde reponemos fuerzas.

Ya solo nos queda bajar hasta el Santuario de San Antonio, y desde este pasando por la Ermita del Santo Cristo y el Mirador de las Tres Cruces, coger el sendero que parte por la parte izquierda del mirador que nos conducirá sin pérdida hasta nuestro punto de partida.