Avilés: Senda del Río Arlós por la Ruta del Acero y el Paseo del Colesterol
near Avilés, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta ruta te permitirá descubrir lugares insospechados en la ciudad del acero disfrutando de un buen paseo.
Nos hemos alojado en El Encanto de Avilés, en El Parche (la plaza del Ayuntamiento), un loft de diseño muy cuidado al que no le falta el más mínimo detalle, en el que Roberto, su dueño, se esmera cada día para que todo esté pulcro y perfecto a un precio razonable.
Muy cerquita de nuestro alojamiento se encuentra la antigua Plaza del Pescado, inicio de nuestra ruta. Aquí se situaba una plaza de abastos dedicada exclusivamente a la venta del pescado que los barcos de la Villa traían cada día. Resultaba maravilloso acercarse a este marcado a última hora de la mañana y encontrar a buen precio una merluza del pincho, un besugo o unos chicharros que, por fuerza, tenían que ser vendidos antes de cerrar a la hora de comer, ya que al día siguiente nadie los querría porque ya no son frescos.
Justo en frente nos saluda el Centro Niemeyer que alberga las mejores exposiciones, conciertos y eventos culturales de Asturias.
Subimos a La Grapa, puente que cruza las vías del ferrocarril y bautizado así por su peculiar forma, y cruzamos el Puente de San Sebastian revitalizado y colorido, conocido popularmente como El Arco Iris. Aqui nos encontramos con la entrada al Niemayer.
Continuamos por el paseo de la ría por el margen izquierdo de la misma en dirección opuesta a su desembocadura, en busca del río Arlós. Una vez que llegamos a la desembocadura del río Arlós en la ría, dejamos la misma y giramos a la derecha. El Barrio de LLaranes nos recibe bien pintado y coqueto, como aquel que ha sabido conservar el encanto del monte asturiano y la chispa ocurrente y gentil de las gentes del lugar.
Pasamos por la zona deportiva de La Toba y seguidamente, entre lugares encantados y pintorescos, llegamos al Barrio de Villalegre. Nos recibe con antiguos edificios, con una pizca de rancio abolengo, que nos transmiten el antiguo señorío de un barrio popular.
Seguimos subiendo paralelos al cauce del río y llegando al cruce de Molleda lo dejamos para subir al Barrio de La Luz.
En el Parque de la Luz damos la vuelta y hacemos un recorrido similar, bajando por el otro margen de la ría. Aquí nos encontramos con la Ruta del Acero. "Las esculturas de esta ruta conforman una visión contemporánea del acero y de lo que ha venido suponiendo para Avilés. Este arte, con su capacidad para expandirse más allá de los límites fabriles, permite abrir una reflexión sobre la industria como elemento transformador de la sociedad, sobre la versatilidad del acero como material reutilizable hasta el infinito. Y todo ello en el mismo escenario donde durante varios años se formaron los aprendices de Ensidesa, protagonistas de una historia que sigue presente y es interpretada a través de estas obras".
Poco después llegamos al Paseo del Colesterol, donde pequeños monolitos con las firmas de Carlos Falcó, Luis del Olmo, Severo Ochoa, Luz Casal o Juan Luis Arsuaga nos salen al paso; rememoran los galardones concedidos por la Cofradía del Colesterol.
Hollín, orbayu y humo han dejado de ser las señas de identidad de Avilés para acoger otras que definen mucho mejor su pasado, presente y futuro: diversidad, arte y cultura.
Ye que crieme aquí, oh!
Nos hemos alojado en El Encanto de Avilés, en El Parche (la plaza del Ayuntamiento), un loft de diseño muy cuidado al que no le falta el más mínimo detalle, en el que Roberto, su dueño, se esmera cada día para que todo esté pulcro y perfecto a un precio razonable.
Muy cerquita de nuestro alojamiento se encuentra la antigua Plaza del Pescado, inicio de nuestra ruta. Aquí se situaba una plaza de abastos dedicada exclusivamente a la venta del pescado que los barcos de la Villa traían cada día. Resultaba maravilloso acercarse a este marcado a última hora de la mañana y encontrar a buen precio una merluza del pincho, un besugo o unos chicharros que, por fuerza, tenían que ser vendidos antes de cerrar a la hora de comer, ya que al día siguiente nadie los querría porque ya no son frescos.
Justo en frente nos saluda el Centro Niemeyer que alberga las mejores exposiciones, conciertos y eventos culturales de Asturias.
Subimos a La Grapa, puente que cruza las vías del ferrocarril y bautizado así por su peculiar forma, y cruzamos el Puente de San Sebastian revitalizado y colorido, conocido popularmente como El Arco Iris. Aqui nos encontramos con la entrada al Niemayer.
Continuamos por el paseo de la ría por el margen izquierdo de la misma en dirección opuesta a su desembocadura, en busca del río Arlós. Una vez que llegamos a la desembocadura del río Arlós en la ría, dejamos la misma y giramos a la derecha. El Barrio de LLaranes nos recibe bien pintado y coqueto, como aquel que ha sabido conservar el encanto del monte asturiano y la chispa ocurrente y gentil de las gentes del lugar.
Pasamos por la zona deportiva de La Toba y seguidamente, entre lugares encantados y pintorescos, llegamos al Barrio de Villalegre. Nos recibe con antiguos edificios, con una pizca de rancio abolengo, que nos transmiten el antiguo señorío de un barrio popular.
Seguimos subiendo paralelos al cauce del río y llegando al cruce de Molleda lo dejamos para subir al Barrio de La Luz.
En el Parque de la Luz damos la vuelta y hacemos un recorrido similar, bajando por el otro margen de la ría. Aquí nos encontramos con la Ruta del Acero. "Las esculturas de esta ruta conforman una visión contemporánea del acero y de lo que ha venido suponiendo para Avilés. Este arte, con su capacidad para expandirse más allá de los límites fabriles, permite abrir una reflexión sobre la industria como elemento transformador de la sociedad, sobre la versatilidad del acero como material reutilizable hasta el infinito. Y todo ello en el mismo escenario donde durante varios años se formaron los aprendices de Ensidesa, protagonistas de una historia que sigue presente y es interpretada a través de estas obras".
Poco después llegamos al Paseo del Colesterol, donde pequeños monolitos con las firmas de Carlos Falcó, Luis del Olmo, Severo Ochoa, Luz Casal o Juan Luis Arsuaga nos salen al paso; rememoran los galardones concedidos por la Cofradía del Colesterol.
Hollín, orbayu y humo han dejado de ser las señas de identidad de Avilés para acoger otras que definen mucho mejor su pasado, presente y futuro: diversidad, arte y cultura.
Ye que crieme aquí, oh!
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta sencilla. Parte llana y sin dificultades, perfecta para dar una vuelta, estirar piernas y para cuándo se tiene poco tiempo.
Muchas gracias por el comentario, compañero.