AXARQUÍA. Ruta ARQUEOLÓGICA: Periana-Las Mayoralas-Pantano de La Viñuela-Cerro de Capellanía-Periana

La ruta se inicia en la rotonda de entrada a Periana, descendiendo por el Paseo Bellavista. Una vez superado el edificio del Ayuntamiento y su mirador, girar hacia la izquierda, tomando la calle que desciende hacia la Cooperativa Olivarera de San Isidro. Pocos metros después se vislumbra la Iglesia de San Isidro Labrador, el edificio más representativo de Periana, de estilo ecléctico neomudéjar. Siguiendo los paneles informativos, el camino conduce hasta la Cooperativa Olivarera. El aceite de Periana es auténtico zumo de aceitunas de olivos centenarios, convertidas en oro líquido a través de un proceso de elaboración tradicional. Periana acumula el 90% de la producción de la aceituna Verdial de la Axarquía, una variedad autóctona de características organolépticas únicas, bendecida por un entorno y un clima sin igual. Llegados a este punto, tomar la calle que desciende por el lado derecho de la cooperativa, cruzando la zona de El Carrascal, hasta salir de la población. Inmediatamente después aparece un cruce de caminos. Girar a la izquierda, tomando el carril asfaltado, denominado Camino de las Alperchineras. A partir de este punto, el viajero comenzará a disfrutar de impresionantes panorámicas de paisajes de olivos y almendros, con la belleza de la sierra y el Pantano de La Viñuela como fondo.

Continuar por este sendero durante dos kilómetros, hasta que el camino ya no permite continuar recto. En este punto tomar el carril de terrizo que baja hacia la derecha, en dirección al pantano, pasando por el Complejo Turístico Rural Las Mayoralas.

Una vez alcanzado el pantano, tomar el sendero de la derecha en dirección hacia el área recreativa, para comenzar a bordear el pantano. Será necesario atravesar el Río Guaro unos metros más arriba, en su zona de menor caudal, siguiendo el carril de terrizo.

Una vez en el otro lado del pantano, se podrán observar excelentes panorámicas de este embalse con el Pico de La Maroma al fondo. Un kilómetro y medio después, proseguir por el carril de la derecha para atravesar la primera lengua de tierra sin tener que rodearla. En caso de desear prolongar el recorrido de la ruta, se puede realizar el trayecto completo, bordeando este saliente. A continuación, atravesar la lengua de agua. En función del nivel que lleve el pantano, se podrá atravesar a diferente altura, aunque es necesario tener precaución con las zonas de denso barro arcilloso.

Finalmente, se alcanza el Cerro de Capellanía. Este islote o península (en función del nivel de agua que lleve el pantano), conserva vestigios de una ocupación que se inicia en el Neolítico Medio y se prolonga hasta el siglo I d.C. Existen en su cima muros que conforman una estructura urbana compleja, de casas que se adosan a una calle central que transcurre en dirección noreste-suroeste del cerro. Tanto los edificios como la calle se corresponden con una ocupación romana de época imperial y otra más antigua de época republicana. Para observar estos arqueológicos es necesario subir hasta la parte superior del cerro. La cima del cerro, que ofrece impresionantes paisajes panorámicos en 360 grados de Periana, el Pico de La Maroma y las sierras adyacentes, será el punto de regreso de la ruta.

Al alcanzar de nuevo el punto de cruce del Río Guaro, la subida a Periana se realizará por otro sendero diferente al de ida. Para ello, será necesario continuar campo a través, en dirección ascendente, atravesando el terreno de olivos hasta alcanzar el carril cementado en pocos metros (Camino del Algarrobal). A partir de este punto, comienza el ascenso final durante dos kilómetros, observando la multitud de campos de olivos y algarrobos que rodean la localidad, hasta alcanzar el Paseo Bellavista, punto de fin de la ruta. Éste es un excelente lugar para el avituallamiento, con una variada oferta de gastronomía tradicional y típica de Periana.