AXARQUÍA. Ruta de los RÍOS y las ALDEAS: Periana-Regalón-Los Marines-Mondrón-Vilo-Moya-Periana

La ruta se inicia en la rotonda de entrada a Periana, descendiendo por el Paseo Bellavista y el Camino de Vélez, hasta llegar a la Plaza de La Fuente. Esta fuente ya existía en 1.487, cuando Fernando El Católico estaba al frente de estas tierras. La Plaza de la Fuente en sí surge tras el embovedado del Arroyo Cantarranas, convirtiéndose en el centro de la vida social y cotidiana del pueblo. Continuar de frente, dejando la fuente a la derecha, en dirección a calle Cerco. A pocos metros podrá observarse, en un entrante en la parte izquierda de la calle, el antiguo Lavadero La Cruz, que aún conserva su arquitectura original. En la salida del pueblo, se toma la dirección Regalón/Los Marines, dejando atrás el cementerio local y comenzando un serpenteante camino de descenso, plagado de campos de olivos y almendros en flor. En la siguiente intersección señalizada, tomar la dirección Regalón Bajo, para llegar a esta aldea. Debido al gran terremoto de Andalucía (1.884) que asoló Periana, el Rey Alfonso XII hizo un gran regalo a esta aldea, tomando así su nombre: “Regalón”.

Continuando el camino, se atraviesa el río Guaro en su último tramo antes de desembocar en el Pantano de La Viñuela. En su orilla se observan los restos de un antiguo molino de agua, uno de los casi veinte que existieron en Periana hasta mediados del siglo XX.

Tras una pronunciada subida, se alcanza la Aldea de Los Marines, situada en las faldas del Cerro Alcolea. Se encuentran en este lugar importantes restos prehistóricos, situados en el cerro. En el cruce de entrada se puede ascender por el carril de la izquierda para visitar el centro de la aldea o, en caso contrario, continuar la ruta por el carril de la derecha, dirección La Viña, que se alcanza un kilómetro después.

Pasada La Viña, continuando siempre por el mismo carril asfaltado, el río Sabar hace su aparición en el paisaje, próximo a su desembocadura en el río Guaro. Olivos centenarios pueblan el camino que lleva hasta la Aldea de Mondrón. Ésta es la más grande con la que cuenta el municipio y la primera que se formó, ya en siglo XII. Cuenta con la Cooperativa Olivarera San José Artesano, que alberga un museo del aceite donde el visitante podrá contemplar las antiguas piedras de molinos, así como útiles diversos empleados en la extracción tradicional. La entrada es libre y el visitante podrá adquirir, si lo desea, aceite de la almazara.

Cruzar la aldea, pasando por la fuente principal, cerca de un enorme pino que despide a los visitantes. Tomar el carril de la derecha de este árbol y en la primera intersección al salir de Mondrón, tomar el carril cementado (no asfaltado) que desciende hacia la izquierda, dirección Aldea de Vilo, que se encuentra a un kilómetro. Esta aldea toma su nombre del término romano “Bilo”, que significa “pilar de agua”. Pasado el conjunto de casas, continuar por el carril que desciende hacia la izquierda, dirección Moya. Durante este tramo aparecen en el camino numerosos arroyos que bajan de la sierra, atravesando el sendero, como el Arroyo El Cuchillar.

La Aldea de Moya se encuentra enclavada sobre su majestuoso tajo, coronado con abundantes chumberas, desde donde se divisan las aguas del río Guaro que riegan a su paso las huertas de naranjos, mandarinos o chirimoyos. Una vez situados en la zona alta de la aldea, en el cartel que da la bienvenida al lugar, continuar por el carril que desciende hacia la derecha, dirección Periana.

Sin desviarse de este camino se llega de nuevo al punto de inicio, alcanzando el Paseo Bellavista, zona de bares y restaurantes del pueblo, un excelente lugar para el avituallamiento, con variada oferta de gastronomía tradicional de Periana.