Azapiedra - La Zarca - Cerro de la Romera

Dejamos el coche en la un ensanchamiento del camino de Carreteros, una pista en buen estado al principio que luego degenera en algunos tramos a sólo una vereda, que va atravesando diversas fincas en esos montes.

Al principio, aledañas al camino hay una pequeñas fincas de olivar con algo de monte bajo intercalado, hasta que poco se hace más dominante este último y mejora por tanto el paiseje.

El camino de carreteros pasa por un punto en el que hay un paso canadiense y a partir de aquí hay una valla cinegética de 2 metros, desde este punto nos encontramos en la finca Azapiedra, una gran cercón de más de 600 hectáreas, dedicas a la explotación de la caza mayor, con lo que conlleva un aumento significativo de la densidad de población de ciervos y jabalíes y por lo tanto aumentarán también nuestras posibilidades de avistarlos en esta zona.

Cruzamos Azapiedra por el camino de Carreteros hasta que llegamos a una portada sin candado que nos da salida a la misma, accediendo al mismo tiempo a la finca la Zarca, un monte público casi todo de pinar y algo de monte, de casi 3000 hectáreas perteneciente al ayuntamiento de Espiel, por la finca la Zarca caminamos primero por una pista sucia y estrecha para vehículos y más tarde por una pista principal ancha y en buen estado, hasta que nos salimos a un cortafuegos en cual primero subiremos una pequeña pendiente y luego el mismo corta fuegos gira a izquierda para discurrir prácticamente llano.

Este cortafuegos se interna en el cerro de la Romera, que es un monte público perteneciente al ayuntamiento de Villanueva del Duque, pues se encuentra en su término, aunque a decir verdad no sé muy bien por donde van las lindes de cada coto y término municipal, pues en esta zona hay un vasto territorio forestal de monte público de muchas miles de hectáreas que se reparten varios municipios.

Siguiendo este cortafuegos obtendremos buenas vistas de la planicie de los Pedroches, y llegará en un punto en donde nos saldremos de él por una pista, para visitar las ruinas de una antigua casa forestal, y después emprender el camino de retorno al inicio.