Azpeitia-Barrio de Oñatz-Oñazmendi-Argaña-Samiño/Iruarrieta-Barrio de Mártires-Azkoitia

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 196:

Nuevo día de buen tiempo, nuevo día en el que decido realizar una ruta de larga distancia, esta vez por tierras guipuzcoanas. Ya iba siendo hora de que volviera a patear por allí.
En esta ocasión, me desplazo hasta el municipio de Azkoitia, con el objetivo de finalizar en la vecina localidad de Azpeitia. Fácil verdad? Pues no!. Iba a tener que currármelo y mucho, ya que había diseñado una trazada de 25km, para darle un poco de interés al asunto.

El verdadero objetivo de esta ruta es llegar hasta el monte Samiño, también llamado Iruarrieta. Para ello, asciendo varios km por una carretera, con bonitas vistas del macizo de Izarraitz y Hernio en numerosas ocasiones. La panorámica es siempre la misma, pero yo al menos nunca me cansé de verlo, sobre todo al ir a más y más altitud.

Continúo ascendiendo hasta llegar al barrio de Oñatz. Aquí me desvío momentáneamente del asfalto para ir hacia la iglesia, y desde aquí suvo por una viacrucis hasta llegar a 2 pequeñas y herbosas cumbres, llamadas Oñazmendi (397m) y Argaña (408m). Ambas ofrecen unas vistas espectaculares, muy chulas, en especial desde el vértice geodésico del Argaña, donde se puede observar las localidades de Azkoitia y Azpeitia, y sierras como Aralar, Hernio, Izarraitz, Irukurutzeta o el propio monte Samiño. Hacia allí me dirijo.

Por ahora, sigo en modo entrenamiento, estirando las piernas sobre el asfalto. La pendiente es muy suave en todo momento, pudiendo ir así a un buen ritmo, pero sin ganar apenas altitud. Eso se nota mucho a medida que me acerco a la ladera del Samiño. Da la sensación de que la cima se encuentra muy arriba, y que el para acceder a ella, hay que sudar la gota gorda.

En realidad no es para tanto, al menos durante la primera parte del ascenso. Abandono al fin el asfalto para ir ya bosque adentro, por senda de tierra y piedras. Al principio el terreno es bastante cómodo y llevadero, demasiado, incluso por momentos voy cuesta abajo, y me surge la duda de si estoy yendo por buen camino. Pero si, es el lugar correcto, indicado además con marcas GR roja y blanca.

Luego, al llegar hasta el waypoint "fuente 2", la cosa cambia considerablemente. El terreno se vuelve muy irregular, estando repleto de piedras que, junto con la elevada pendiente, ralentiza mucho el avance. Por fortuna esto no dura mucho tiempo, y el sendero vuelve a ganar en calidad y a suavizarse. Ojo con el barro en algunos tramos. Hoy estaba totalmente seco, se nota que llevamos 7 días sin tener que abrir el paraguas, pero en caso contrario, como me sucedió anteayer en Álava que sí que había bastante (supongo que por las intensas y constantes heladas), si que os podréis encontrar con algún barrizal.

Más adelante, al llegar hasta una borda solitaria, abandono el bosque para ir hasta el final por cielo abierto. Desde este punto hasta la cima es sufrimiento total, no porque sea difícil de realizar, sino por la dureza del ascenso. Apenas son unos pocos cientos de metros lo que tengo que subir, pero la pendiente es tan elevada que se hacen eternos.

Avanzo pasito a pasito, parando las veces que hiciera falta para poder recuperar el aliento. También me ayudó el hecho de disfrutar de las descomunales vistas que había a mi espalda.

Finalmente, tras pasar por una puerta, accedo a la "cima" del monte Samiño/Iruarrieta. Lo pongo entre comillas porque la verdadera cima está unos metros mas arriba, en un vértice geodésico situado en medio de una arboleda. Aquí, abajo, hay una cruz a modo de buzón.

Como dije antes, espectaculares vistas desde lo alto, pudiendo ver las localidades de Zumárraga y Legazpi, y sierras como Hernio, Aralar, San Donato/Beriain, Altzania, Aizkorri, Elgea, Zaraia, Udalatx, Gorbea o Anboto entre muchos otros, incluso algún pico de lo que podría ser el Pirineo Occidental.
De nuevo, por el Sur, la provincia de Álava estaba cubierta por un denso mar de nubes, nada que ver con lo que hacía aquí por el Norte.

Tras las fotos de rigor, ahora si, asciendo hasta la cima oficial del Samiño (933m), sin panorámica alguna por culpa de la arboleda.
En este punto, decido hacer un breve parón para comer y beber algo.

Avanzo en línea recta por un pequeño sendero que atraviesa la arboleda. Luego, giro a la derecha.
Ahora solo tengo que descender hasta llegar a mi destino, el municipio de Azkoitia.
Al principio el camino es de tierra/piedra, pero luego se convierte en una pista de cemento.

Preciosas las vistas que se ven durante el descenso, principalmente 2 sierras: Irukurutzeta e Izarraitz. Acojonantes también los numerosos árboles que hay a los lados, todos ellos de gran tamaño. De igual modo, una gozada haber podido observar en varias ocasiones aves como el buitre leonado o el milano real.

Después de varios km, llego hasta el barrio de Mártires, lugar donde cambio el cemento por el asfalto.
Luego, hago una pequeña parada por la iglesia de San Emeterio y San Celedonio.
Más adelante, llego a otro pequeño barrio, y en última instancia, accedo al municipio de Azkoitia.

Me sobra aún bastante tiempo, así que decido recorrer al máximo la localidad. Aquí puedo observar monumentos como la ermita de San Martín, la basílica de San José, el monasterio de Santa Clara o la parroquia de Santa María.

Por último, camino hasta la parada de bus de Julio Urkijo para finalizar así esta preciosa y sencilla ruta.

PD: Esta ruta se puede realizar en bastante menos tiempo del que he dedicado yo, mayormente por las numerosas paradas que he hecho para sacar fotos. De ir a piñón fijo, el recorrido se podría completar fácilmente en unas 6 horas.