BA MA Cala Anguila - Cala Barques
near Cala Mendia, Baleares (España)
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Trail photos
Itinerary description
BA MA Cala Anguila - Cala Barques
Ruta de unos 10 km y de nulo desnivel que sigue la costa hasta Cala Barques, realiza el regreso, en la medida de lo posible, por el interior, acercándose a dos cuevas en las que está prohibida la entrada y finaliza el itinerario por zona urbana.
La ruta como todas las realizadas por esta zona de la costa es de singular belleza. Es un recorrido para disfrutar del paisaje: calas, acantilados y formaciones rocosas se suceden a lo largo del camino.
Calificamos la ruta como moderada por las características del terreno, especialmente desde la Cala Estany d'en Mas, donde nos encontramos un terreno muy pedregoso, de tramos de roca kárstica que resultan difíciles para caminar.
Descripción de la ruta
Iniciamos el recorrido en la parte alta de la cala Anguila, al final de una urbanización. Descendemos por una carretera muy estrecha y en la parte baja vemos que hay espacio para aparcar los coches.
Cruzamos la cala y ascendemos al acantilado por una estrecha senda. Continuamos por un camino que pasa por una zona de antiguas canteras y tras rebasarlas llegamos a una punta y desde la que tenemos una bonita vista de la costa.
Llegamos a cala Mandia o Mendia (dependiendo del mapa se puede ver con uno u otro nombre) y la atravesamos para iniciar la subida al acantilado. Pasamos por el mirador situado en la punta Ses Ovelles que nos ofrece unas bonitas panorámicas.
Desde la punta se inicia el paso por el lateral de una urbanización que llega hasta el borde del acantilado. En este tramo el camino está casi cerrado por la vegetación. Es una lástima que se permitiera la ocupación de la franja costera por propiedades privadas.
Al llegar a Punta s'Estany el camino se abre y volvemos a tener buenas vistas de la costa. Un camino cómodo continua por el otro lateral de la urbanización hasta llegar a la cala Estany d'en Mas.
Esta cala recibe el nombre de cala romántica, pero las urbanizaciones han proliferado y poco le queda del romanticismo que tuvo, aunque todavía es una bonita cala.
La parte sur de la Cala está limitada por una pared rocosa, donde no se ve, a simple vista, la forma de acceder a la zona alta. Cruzamos la playa y cerca del acantilado existe una senda que nos acerca a la pared en la que encontramos el lugar desde el que podemos subir realizando una pequeña y no complicada trepada.
Tras el escalón, subimos 50 m escasos por una senda bien trillada. Después nos dirigimos a la izquierda y la senda nos conduce al borde del acantilado, desde donde podemos disfrutar de vistas de la playa. En esta senda nos encontramos con el primer galápago de los tres que observamos en el camino.
Llegamos al altiplano costero, en el que el terreno cae en vertical. Al suroeste podemos ver la costa hasta los enormes hoteles de Cales de Mallorca.
Nuestro camino se dirige al suroeste siempre a unos metros en paralelo al borde del acantilado. La senda discurre por el altiplano kárstico y de cantos afilados, cubierto de vegetación espesa. Esta es la parte más incomoda del recorrido. Hay que estar muy atento y asegurar la pisada. Es fácil tropezarse con una de las rocas que afloran en el camino.
Poco a poco nos vamos acercando al acantilado de Cala Falcó, donde se aprecian varias grutas de grandes dimensiones en las que se ve a gente buceando.
Por una pendiente pronunciada bajamos a la cala y vemos un barco de apoyo y otro grupo grande nadando y buceando. Parece una excursión en barco preparada para realizar la actividad.
Al otro lado de la cala volvemos a subir al altiplano por una franjas rocosa. La senda, en 10 min largos, nos conduce al puente natural de Es caló Blanc. Era la entrada de una cueva, de las muchas que hay en la zona, pero a esta se le cayó la bóveda dejando un puente curioso donde es frecuente ver gente haciéndose fotos.
Delante del imponente puente de roca la senda baja hasta la pequeña cala de Caló Blanc, desde donde tenemos una buena vista de las grutas. Después subimos unos metros de altitud y a los pocos minutos llegamos a la Cala Barques.
Desde esta cala iniciamos el regreso. Primero hasta el arco y desde allí por el interior hasta cala Falcó, donde nos separamos definitivamente de la costa.
Este camino del interior discurre por pistas cómodas, entre una vegetación fundamentalmente de pinos. En el recorrido nos acercamos a las cuevas de Cova del Pont y del Pirata, a las que no podremos acceder. En la del Pirata unos carteles nos advierten de la prohibición expresa de entrar y avisos de video vigilancia. Por las fotografías que hemos visto la cueva del Pirata tiene unas bonitas formaciones en su interior.
Llegamos a las urbanizaciones y, para nuestra sorpresa, el camino entra en lo que parece una urbanización privada, pero encontramos la puerta abierta y la cruzamos sin problema. Luego seguimos sin aproximarnos a la costa, por el interior y entre urbanizaciones llegamos al punto de inicio de la ruta.
Ruta de unos 10 km y de nulo desnivel que sigue la costa hasta Cala Barques, realiza el regreso, en la medida de lo posible, por el interior, acercándose a dos cuevas en las que está prohibida la entrada y finaliza el itinerario por zona urbana.
La ruta como todas las realizadas por esta zona de la costa es de singular belleza. Es un recorrido para disfrutar del paisaje: calas, acantilados y formaciones rocosas se suceden a lo largo del camino.
Calificamos la ruta como moderada por las características del terreno, especialmente desde la Cala Estany d'en Mas, donde nos encontramos un terreno muy pedregoso, de tramos de roca kárstica que resultan difíciles para caminar.
Descripción de la ruta
Iniciamos el recorrido en la parte alta de la cala Anguila, al final de una urbanización. Descendemos por una carretera muy estrecha y en la parte baja vemos que hay espacio para aparcar los coches.
Cruzamos la cala y ascendemos al acantilado por una estrecha senda. Continuamos por un camino que pasa por una zona de antiguas canteras y tras rebasarlas llegamos a una punta y desde la que tenemos una bonita vista de la costa.
Llegamos a cala Mandia o Mendia (dependiendo del mapa se puede ver con uno u otro nombre) y la atravesamos para iniciar la subida al acantilado. Pasamos por el mirador situado en la punta Ses Ovelles que nos ofrece unas bonitas panorámicas.
Desde la punta se inicia el paso por el lateral de una urbanización que llega hasta el borde del acantilado. En este tramo el camino está casi cerrado por la vegetación. Es una lástima que se permitiera la ocupación de la franja costera por propiedades privadas.
Al llegar a Punta s'Estany el camino se abre y volvemos a tener buenas vistas de la costa. Un camino cómodo continua por el otro lateral de la urbanización hasta llegar a la cala Estany d'en Mas.
Esta cala recibe el nombre de cala romántica, pero las urbanizaciones han proliferado y poco le queda del romanticismo que tuvo, aunque todavía es una bonita cala.
La parte sur de la Cala está limitada por una pared rocosa, donde no se ve, a simple vista, la forma de acceder a la zona alta. Cruzamos la playa y cerca del acantilado existe una senda que nos acerca a la pared en la que encontramos el lugar desde el que podemos subir realizando una pequeña y no complicada trepada.
Tras el escalón, subimos 50 m escasos por una senda bien trillada. Después nos dirigimos a la izquierda y la senda nos conduce al borde del acantilado, desde donde podemos disfrutar de vistas de la playa. En esta senda nos encontramos con el primer galápago de los tres que observamos en el camino.
Llegamos al altiplano costero, en el que el terreno cae en vertical. Al suroeste podemos ver la costa hasta los enormes hoteles de Cales de Mallorca.
Nuestro camino se dirige al suroeste siempre a unos metros en paralelo al borde del acantilado. La senda discurre por el altiplano kárstico y de cantos afilados, cubierto de vegetación espesa. Esta es la parte más incomoda del recorrido. Hay que estar muy atento y asegurar la pisada. Es fácil tropezarse con una de las rocas que afloran en el camino.
Poco a poco nos vamos acercando al acantilado de Cala Falcó, donde se aprecian varias grutas de grandes dimensiones en las que se ve a gente buceando.
Por una pendiente pronunciada bajamos a la cala y vemos un barco de apoyo y otro grupo grande nadando y buceando. Parece una excursión en barco preparada para realizar la actividad.
Al otro lado de la cala volvemos a subir al altiplano por una franjas rocosa. La senda, en 10 min largos, nos conduce al puente natural de Es caló Blanc. Era la entrada de una cueva, de las muchas que hay en la zona, pero a esta se le cayó la bóveda dejando un puente curioso donde es frecuente ver gente haciéndose fotos.
Delante del imponente puente de roca la senda baja hasta la pequeña cala de Caló Blanc, desde donde tenemos una buena vista de las grutas. Después subimos unos metros de altitud y a los pocos minutos llegamos a la Cala Barques.
Desde esta cala iniciamos el regreso. Primero hasta el arco y desde allí por el interior hasta cala Falcó, donde nos separamos definitivamente de la costa.
Este camino del interior discurre por pistas cómodas, entre una vegetación fundamentalmente de pinos. En el recorrido nos acercamos a las cuevas de Cova del Pont y del Pirata, a las que no podremos acceder. En la del Pirata unos carteles nos advierten de la prohibición expresa de entrar y avisos de video vigilancia. Por las fotografías que hemos visto la cueva del Pirata tiene unas bonitas formaciones en su interior.
Llegamos a las urbanizaciones y, para nuestra sorpresa, el camino entra en lo que parece una urbanización privada, pero encontramos la puerta abierta y la cruzamos sin problema. Luego seguimos sin aproximarnos a la costa, por el interior y entre urbanizaciones llegamos al punto de inicio de la ruta.
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