BA MA Cala Pi Faro de Cap Blanc
near Cala Pi, Baleares (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta de unos 14 km y de 467 m de ascenso acumulado. Nos sorprende el desnivel obtenido, desnivel similar al de otros compañeros que han realizado la misma ruta. La realidad es que no tuvimos en ningún momento la impresión de que la ruta presentase ese desnivel, nos pareció muchísimo menos.
La ruta desde Cala Pi llega a Cala Barques sigue la costa y el regreso lo realiza en su parte final por el interior.
La ruta como todas las realizadas por esta zona de la costa es de singular belleza. Es un recorrido para disfrutar del paisaje: calas, acantilados y formaciones rocosas se suceden a lo largo de recorrido. La ruta no ofrece más dificultad que la propia de su longitud.
Descripción de la ruta
Iniciamos el recorrido junto a la torre de vigía de Cala Pi y por la carretera avanzamos en dirección al camino que nos lleva hasta la playa.
Desde las escaleras de bajada podemos ver la cala y el profundo barranco formado por un torrente en cuya terminación esta la playa. La desembocadura del torrente de Cala Pi corta la plataforma de Llucmajor y nos permite ver su estructura geológica. Entre Cala Pi y Cabo Blanco se han reconocido hasta cuatro arrecifes superpuestos formados gracias a las subidas y bajadas del nivel del mar en el Mioceno. En cala Pi aflora el más antiguo de ellos.
Esta cala es quizá unos de las más bonitas que hemos visto en las rutas realizadas últimamente. Como dice la propaganda "Considerada por muchos como la playa perfecta, protegida entre dos acantilados, con arena dorada y aguas azul turquesa."
Avanzamos, cruzamos al otro lado de la playa y pegada a una casa se inician unas escaleras que asciende hasta la parte alta de farallón donde surge una senda entre los pinos.
El camino continúa pegado a la costa hasta llegar a la cala Beltrán formada también por un torrente al igual que la Cala Pi. Caminando hacia Cala Beltrán, en la parte alta del acantilado podemos observar que el suelo que pisamos es una roca dura formada por multitud de moluscos (lumaquela). La gran dureza de esta roca ha sido aprovechada por el hombre para fabricar ruedas de molar
Desde esta cala el camino avanzará con una plataforma de roca plana que tiene el nombre de “es bancals” se trata de una plataforma de abrasión con escalones, que crea un paisaje curioso. Caminar por ella no ofrece dificultad.
Al final de esta plataforma entramos en un camino en la que se alternas la tierra con zonas de roca plana. El camino enlaza con una pista. La seguimos unos cuantos metros y nos volveremos a desviar por otra senda que se acerca más a la costa.
La senda pasa junto a una cabaña realizada con piedras cuyo techo está construido por la aproximación de hiladas. Continúa el camino sin dificultad y aparecen las primeras vistas de la isla de Cabrera y los acantilados con franjas blancas en las que se encuentra el Cap Blanc y el faro del mismo nombre.
Llegamos a la punta de Ses Taronges, llamada así por la presencia de enormes formas globosas. Son rodolitos esféricos y de grandes dimensiones, desde donde tenemos una amplia panorámica de la costa.
Los acantilados de cap Blanc son especialmente singulares por sus franjas de color blanco, se trata de un complejo de arrecifes que ha originado diversas franjas de color blanco en los acantilados.
A lo largo del itinerario aparecerán varias pequeñas tortugas, parece que son abundates en esta zona.
El camino continua sin ofrecer dificultad. Al llegar a una zona vallada un cartel nos indica “peligro zona militar” con indicación de prohibido el paso. Hoy en día los militares han abandonado el lugar y es posible entrar sin ningún problema.
Cruzamos el muro y continuamos por el lateral de la valla del recinto hasta encontrar un corte en la valla que nos permite entrar y dirigirnos hacia el lugar en donde estaban situadas tres baterías. Las baterías contaban con un pozo que por galerías conectaba con recintos fortificados en el mismo farallón del acantilado. Recorremos los restos de las instalaciones y volvemos otra vez por el mismo camino al sendero de la costa.
El siguiente hito será la torre de Cap Blanc. Una vez en ella es posible subir a un segundo piso por unas escaleras metálicas adosadas en el exterior. El interior está completamente vacío.
Estas torres se construyeron en los siglos XVI-XVII como torres vigía o defensivas para defenderse de los ataques piratas. La particularidad que tienen es que todas son visibles de una a otra, pudiéndose así mandar señales entre ellas, con fuego o humo, y alertar a los pueblos.
Continuamos el camino hasta el faro que se encuentra ya muy cerca. Una vez en llegados al faro para aproximarnos a la entrada hay que bordear el muro, que lo protege, por un lateral. Sacamos la correspondiente foto e iniciamos el camino de regreso.
Volveremos por el camino de ida hasta la punta de Ses Taronges y en ella nos debíamos a la izquierda para tomar una cómoda pista que por el interior nos dirige hasta las escaleras que bajan a la cala Pi.
Descendemos e y cruzamos la cala y buscando una alternativa, hacia la mitad de las escaleras tomamos un camino a la derecha, que creemos nos puede llevar hasta el aparcamiento. Intento fallido, parece no tener salida, así que retornamos a las escaleras y subimos hasta la carretera por la que llegaremos al inicio de la ruta
Waypoints
Cala Pi
Su nombre «Pi» (pino en castellano) procede de los árboles que envuelven la preciosa cala. La cala es corta, con cerca de 50m de longitud, pero bastante amplia (140m). Los acantilados a ambos lados de la playa, la convierten en un lugar seguro, protegido de los vientos. Esta playa penetra 500 m tierra adentro entre dos paredes verticales de más de 20 metros de altura. Su arena es fina, apenas tiene desnivel y a sus alrededores se levanta una zona residencial.
Es Bancals Plataforma por la que discurre el camino
Una rasa de abrasión marina de edad Pliocena.
Dejamos pista
Torre de Cap blanc
Algo que destaca en la geografía de Mallorca es la cantidad de torres de defensa que encuentras en la costa. Por su situación estratégica en el Mediterráneo la isla siempre fue un objetivo muy preciado para invasiones y conquistas, por eso sus pobladores construyeron estas torres vigía en los siglos XVI y XVII para estar al tanto de posibles ataques piratas. Algunas simplemente eran atalayas de observación con la función de dar el aviso a la población, otras eran torres de defensa preparadas para cualquier ataque.
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