Bacares a Cortijo el Soto por la vereda del río Barrancón - Sierra de los Filabres
near Bacarés, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Fecha de realización: 16/05/2021
Es esta sin duda una de las rutas con mayor belleza y más entretenida de cuantas se pueden realizar por la Sierra de los Filabres. Y si además la pillamos en una época de gran colorido como primavera (como fue el caso) u otoño, gana bastante a lo que ya de por si tiene de atractivo el recorrido.
Partiendo desde el mismo pueblo de Bacares, tras recorrer algunas de sus empinadas callejuelas nos dirigimos al barranco del Río Barancón, el que mayor aportación realiza al río Bacares. Para ello habremos de recorrer en primera instancia una pequeña vereda a la salida del pueblo que transcurre entre los campos de almendros, sin duda los protagonistas en cuanto a extensión de la agricultura de este pueblo serrano.
Tras ir a dar a una pista forestal, recorreremos esta durante unos cuantos cientos de metros, hasta que una baliza del sendero "El Carrascal" PR-A 362, nos indica el camino a seguir a nuestra derecha. Se trata de un bonito camino arriero o camino de herradura, hecho laboriosamente a base de piedra y material del terreno no sabemos cuando, pero que es un autentico disfrute el poder disfrutar del mismo a día de hoy. Este sendero nos adentra en el barranco con el rumor constante del río Barrancón en el fondo y al que podremos divisar en más una ocasión por su serpenteante cauce.
Este tramo de sendero nos lleva directos al cortijo del Toril Bajo, en un precioso paraje entre montañas, a escasos metros del río Barrancón. Se trata de una antigua construcción de piedra, típica de la arquitectura tradicional de los Filabres, con su techo de pizarra característico aún a día de hoy en condiciones aceptables, aunque en serio peligro de derrumbe si no se frena su deterioro. No falta la era frente al cortijo como en todas las cortijadas de la sierra. Si cruzamos el río a espaldas del cortijo, podremos seguir la vereda del sendero "El Carrascal", hasta el cortijo del mismo nombre.
No obstante, nuestro destino es otro hoy y tras disfrutar de de este entorno, cogemos un carril que asciende y viene de la pista por la que circulamos anteriormente, punto en el que hemos de coger el siguiente tramo de sendero. Este es el tramo más interesante de la ruta. Se trata de un camino de herradura, hecho a base de piedra del terreno que circula casi siempre a media ladera, en ocasiones zigzagueando para coger altura o bien para descender. No deja de sorprender lo elaborados que estaban estos antiguos caminos que comunicaban la cortijadas de la sierra y no es difícil evocar como sería la vida en estos parajes décadas atrás.
El río Barrancón nos acompañará ya sea de forma visual o auditiva, dada su cercanía, durante todo este tramo y poco antes de descender hasta su mismo cauce encontramos uno de los puntos más interesantes del camino: se trata de una formación rocosa de grandes dimensiones en forma triangular que apunta hacia el cielo. Inmediatamente después descendemos hasta el mismo río y antes de cruzarlo nos acercamos para ver un pequeño pero coqueto cortijo que se encuentra sin duda en un lugar privilegiado, junto al mismo río, y con unos pocos almendros y un manto de fresca hierba como jardín.
Cruzamos el río sin dificultad, puesto que existe un punto estrecho y el cauce es menor a como lo hemos encontrado en otras ocasiones, y ascendemos por la continuación de la senda, por la ladera contraria. Nuevamente ascendemos a media ladera y continuamos disfrutando de las vistas en ambos sentidos durante el camino. Este tramo finaliza tras pasar por una zona de encinar y unos huertos abandonados, a una pista forestal, que es la que seguiremos durante buena parte del camino de vuelta.
Pasaremos nuevamente sobre el río, pero ya por la pista y nos encontramos con la Cortijada de el Soto, formada por varias construcciones y también con una era al otro lado de la pista. Aquí aprovechando que estamos aproximadamente en el ecuador de la ruta, hacemos un pequeño descanso y retomamos fuerzas. Existe la posibilidad aquí de ir hasta el cortijo del Barrancón, en un lugar sin duda idílico, pero esto alargaría la ruta en al menos tres cuartos de hora, ya que el camino se encuentra muy perdido y hay que ir esquivando zarzas y ramas bajas de pino, además de tener que atravesar un barranquillo. Merece la pena no obstante conocer este lugar, pero como ya había estado en otra ocasión, decidimos dejarlo para otra vez que dispongamos de más tiempo.
Después viene el tramo más monótono. Son 6 kilómetros de pista forestal, incluyendo un tramo asfaltado ya casi al final. No obstante tenemos varios incentivos en el camino. Podremos observar el trazado anterior, el antiguo camino de herradura, desde la ladera contraria durante parte de su trazado. Además, al descender hasta el barranco de los Guiraos, tributario del Barrancón, nos adentramos un poco en el mismo atraídos por el ruido del agua y encontramos una bonita poza con agua suficiente como para un buen remojón. Posteriormente, tras finalizar el ascenso y pasar por el punto más alto de la ruta, pasamos por un mirador natural y más adelante por otro mirador, este ya artificial, con buenas vistas del valle, la Tética, Layón y el pueblo de Bacares.
Desde aquí tratamos de atajar la pista por donde se puede, ya que va descendiento en zig zag. Aquí nos encontramos nuevamente los campos de almendros y comienza el asfalto, pero por poco tiempo, ya que tendremos que coger un nuevo camino, en buena parte hecho laboriosamente con la ayuda de piedra y que en pronunciado descenso nos conducirá nuevamente a la parte alta del pueblo, pasando previamente por una fuente en la que podremos beber agua fresca, justa antes de entrar a las calle de Bacares, donde terminamos la ruta. Y como homenaje, una buena comida en el bar la Fuente, todo un clásico.
En definitiva, una ruta bastante atractiva, de lo mejor de Filabres y si la haces en primavera mejora bastante por el colorido de la zona. No ostenta gran dificultad y quizás lo que se puede hacer más pesado es la vuelta por la pista, por lo que otra opción es volver por el mismo camino desde el cortijo de el Soto. En cualquier caso, siempre es un disfrute volver a recorrer estos caminos.
Otras rutas por la zona:
- Río del Barrancón desde Bacares (corta) - Sierra de Los Filabres
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rio-del-barrancon-desde-bacares-corta-sierra-de-los-filabres-18219975
-Alto de Fenoy por el barranco del Fraile y Herrería de Bacares- Sierra de los Filabres
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/alto-de-fenoy-por-el-barranco-del-fraile-y-herreria-de-bacares-sierra-de-los-filabres-81102041
Es esta sin duda una de las rutas con mayor belleza y más entretenida de cuantas se pueden realizar por la Sierra de los Filabres. Y si además la pillamos en una época de gran colorido como primavera (como fue el caso) u otoño, gana bastante a lo que ya de por si tiene de atractivo el recorrido.
Partiendo desde el mismo pueblo de Bacares, tras recorrer algunas de sus empinadas callejuelas nos dirigimos al barranco del Río Barancón, el que mayor aportación realiza al río Bacares. Para ello habremos de recorrer en primera instancia una pequeña vereda a la salida del pueblo que transcurre entre los campos de almendros, sin duda los protagonistas en cuanto a extensión de la agricultura de este pueblo serrano.
Tras ir a dar a una pista forestal, recorreremos esta durante unos cuantos cientos de metros, hasta que una baliza del sendero "El Carrascal" PR-A 362, nos indica el camino a seguir a nuestra derecha. Se trata de un bonito camino arriero o camino de herradura, hecho laboriosamente a base de piedra y material del terreno no sabemos cuando, pero que es un autentico disfrute el poder disfrutar del mismo a día de hoy. Este sendero nos adentra en el barranco con el rumor constante del río Barrancón en el fondo y al que podremos divisar en más una ocasión por su serpenteante cauce.
Este tramo de sendero nos lleva directos al cortijo del Toril Bajo, en un precioso paraje entre montañas, a escasos metros del río Barrancón. Se trata de una antigua construcción de piedra, típica de la arquitectura tradicional de los Filabres, con su techo de pizarra característico aún a día de hoy en condiciones aceptables, aunque en serio peligro de derrumbe si no se frena su deterioro. No falta la era frente al cortijo como en todas las cortijadas de la sierra. Si cruzamos el río a espaldas del cortijo, podremos seguir la vereda del sendero "El Carrascal", hasta el cortijo del mismo nombre.
No obstante, nuestro destino es otro hoy y tras disfrutar de de este entorno, cogemos un carril que asciende y viene de la pista por la que circulamos anteriormente, punto en el que hemos de coger el siguiente tramo de sendero. Este es el tramo más interesante de la ruta. Se trata de un camino de herradura, hecho a base de piedra del terreno que circula casi siempre a media ladera, en ocasiones zigzagueando para coger altura o bien para descender. No deja de sorprender lo elaborados que estaban estos antiguos caminos que comunicaban la cortijadas de la sierra y no es difícil evocar como sería la vida en estos parajes décadas atrás.
El río Barrancón nos acompañará ya sea de forma visual o auditiva, dada su cercanía, durante todo este tramo y poco antes de descender hasta su mismo cauce encontramos uno de los puntos más interesantes del camino: se trata de una formación rocosa de grandes dimensiones en forma triangular que apunta hacia el cielo. Inmediatamente después descendemos hasta el mismo río y antes de cruzarlo nos acercamos para ver un pequeño pero coqueto cortijo que se encuentra sin duda en un lugar privilegiado, junto al mismo río, y con unos pocos almendros y un manto de fresca hierba como jardín.
Cruzamos el río sin dificultad, puesto que existe un punto estrecho y el cauce es menor a como lo hemos encontrado en otras ocasiones, y ascendemos por la continuación de la senda, por la ladera contraria. Nuevamente ascendemos a media ladera y continuamos disfrutando de las vistas en ambos sentidos durante el camino. Este tramo finaliza tras pasar por una zona de encinar y unos huertos abandonados, a una pista forestal, que es la que seguiremos durante buena parte del camino de vuelta.
Pasaremos nuevamente sobre el río, pero ya por la pista y nos encontramos con la Cortijada de el Soto, formada por varias construcciones y también con una era al otro lado de la pista. Aquí aprovechando que estamos aproximadamente en el ecuador de la ruta, hacemos un pequeño descanso y retomamos fuerzas. Existe la posibilidad aquí de ir hasta el cortijo del Barrancón, en un lugar sin duda idílico, pero esto alargaría la ruta en al menos tres cuartos de hora, ya que el camino se encuentra muy perdido y hay que ir esquivando zarzas y ramas bajas de pino, además de tener que atravesar un barranquillo. Merece la pena no obstante conocer este lugar, pero como ya había estado en otra ocasión, decidimos dejarlo para otra vez que dispongamos de más tiempo.
Después viene el tramo más monótono. Son 6 kilómetros de pista forestal, incluyendo un tramo asfaltado ya casi al final. No obstante tenemos varios incentivos en el camino. Podremos observar el trazado anterior, el antiguo camino de herradura, desde la ladera contraria durante parte de su trazado. Además, al descender hasta el barranco de los Guiraos, tributario del Barrancón, nos adentramos un poco en el mismo atraídos por el ruido del agua y encontramos una bonita poza con agua suficiente como para un buen remojón. Posteriormente, tras finalizar el ascenso y pasar por el punto más alto de la ruta, pasamos por un mirador natural y más adelante por otro mirador, este ya artificial, con buenas vistas del valle, la Tética, Layón y el pueblo de Bacares.
Desde aquí tratamos de atajar la pista por donde se puede, ya que va descendiento en zig zag. Aquí nos encontramos nuevamente los campos de almendros y comienza el asfalto, pero por poco tiempo, ya que tendremos que coger un nuevo camino, en buena parte hecho laboriosamente con la ayuda de piedra y que en pronunciado descenso nos conducirá nuevamente a la parte alta del pueblo, pasando previamente por una fuente en la que podremos beber agua fresca, justa antes de entrar a las calle de Bacares, donde terminamos la ruta. Y como homenaje, una buena comida en el bar la Fuente, todo un clásico.
En definitiva, una ruta bastante atractiva, de lo mejor de Filabres y si la haces en primavera mejora bastante por el colorido de la zona. No ostenta gran dificultad y quizás lo que se puede hacer más pesado es la vuelta por la pista, por lo que otra opción es volver por el mismo camino desde el cortijo de el Soto. En cualquier caso, siempre es un disfrute volver a recorrer estos caminos.
Otras rutas por la zona:
- Río del Barrancón desde Bacares (corta) - Sierra de Los Filabres
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rio-del-barrancon-desde-bacares-corta-sierra-de-los-filabres-18219975
-Alto de Fenoy por el barranco del Fraile y Herrería de Bacares- Sierra de los Filabres
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/alto-de-fenoy-por-el-barranco-del-fraile-y-herreria-de-bacares-sierra-de-los-filabres-81102041
Waypoints
Comments (3)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Buen track para seguir y entorno muy bonito. Bonito en general todo, pero la la parte de sendero es preciosa. La hemos hecho en el puente de diciembre, gran día de sol pero el viento en determinadas zonas hacia que la sensación térmica pareciese muy baja a pesar de los 9° C.
Gracias por la valoración y el comentario. Sin duda la parte del sendero es una pasada, me alegro de que la hayáis disfrutado, a pesar del viento. Un saludo.
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta sencilla y perfectamente señalizada, que recorre unos maravillosos parajes de los Filabres. Merece la pena conocerla.
Saludos ⛰️⛰️