Badlands de Gebas por Rambla de Librilla y Barranco del Infierno

Esta ruta es complementaria a la que realicé hace un par de semanas para conocer los Barrancos de Gebas y el Embalse de Algeciras, que podrás localizar en el siguiente enlace:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/barranco-de-gebas-y-embalse-de-algeciras-por-senda-azagadores-22971212

donde se explica con detalle el cambio que supuso para la zona, la puesta en servicio del Embalse de Algeciras, en diciembre de 1995.

Nos situamos en un un paisaje espectacular, conocido popularmente como “badlands” formado por cárcavas, cañones y barrancos, caracterizados por sustrato arcilloso que no tiene cobertura vegetal suficiente. La vegetación se reduce a algunas gramíneas y formaciones esteparias de suelos yesosos, mientras que la fauna se compone de roedores y pequeños mamíferos.

En esta ocasión, lo que pretendo conocer es el sorprendente entramado de cañones y barrancos, que forman una especie de panal que se vertebra en torno a la Rambla de Algeciras, a través del cual se recoge el agua de lluvia en el embalse. Para ello nada mejor que la presente ruta, que recorre gran parte de la Rambla de Librilla, a la que accedemos desde la vía de mantenimiento del Trasvase y que transitamos con comodidad hasta llegar al puente de arco de piedra que permite el paso de la C2 entre Librilla y Fuente Librilla.

Continuamos sin novedad hasta el inicio del Barranco del Infierno, recorrido sorprendente y de gran belleza. Primero encontramos la zona conocida como “el Órgano” y otras formaciones similares que nos recuerdan imágenes propias del Gran Cañón del Colorado. Mas adelante, el barranco se estrecha hasta formar la garganta que aparece en la Foto 3. Imposible quedar indiferente ante este espectáculo de la naturaleza. Terminado el cañón, se puede dar la vuelta, pero en mi caso, deseaba llegar hasta uno de los finales del barranco para ver el entorno de coronación, así que continué hasta la meseta superior, que se sitúa próxima a la C2 a la altura del Albergue de los Forestales.

Retornamos a la Rambla de Librilla y poco a poco la situación empieza a ponerse precaria: aumenta el caudal que discurre por ella y la vegetación se espesa considerablemente. Hay una zona especialmente espesa, donde existe un camino que gana altura, así que intenté seguirlo para bordear la maraña. Mala decisión, cuando coronas observas que el camino se aleja de nuestra ruta, afortunadamente pude ver desde lo alto por donde discurría la senda correcta, así que regreso a la rambla y a luchar contra la jungla. Son unos 50 metros, que pasan pronto y la ruta vuelve a ser llevadera.

Abandonamos la Rambla por una rampa de cierta pendiente y ponemos rumbo a la Loma del Caballo (332), desde la que empezamos a tener visuales del atractivo embalse de agua turquesa. Pasamos por un cortijo que tiene un escándaloso perro blanco que hace bueno el refrán de “perro ladrador, poco mordedor”. Vamos siguiendo un camino, que pronto abandonamos para introducirnos en una rambla que nos lleva en línea recta al embalse.

Es un tramo delicado, al principio con pendiente y poco apoyo, que superamos con ayuda de los bastones. Mas adelante la cosa se complica algo más, y hay que estar preparado para alguna leve caída al fondo de la rambla con sus lodos correspondientes. Lo importante es llevar bota alta y no estar preocupado de mancharla. En mi caso, tuve dos desplomes sin especial incidencia. Vale la pena el riesgo, llegar al pie de la lámina de agua es fantástico. Recorremos las playas y tomamos fotos de un paisaje de película.

Para retornar al camino, subimos por una discreta senda que discurre por la arista de una de las cárcavas más llamativas. Es una buena rampa, pero se sube con seguridad. El recorrido de escape se detalla en la Foto 5 .

El camino sigue ahora un recorrido muy interesante, pues vamos subiendo dirección a Pico del Castellar (417), que no llegamos a coronar, pero que es una delicia no exenta de cierta dureza. Finalmente cogemos lo que parece ser el camino de retorno al punto de partida, pero OJO!!!! porque nos debemos desviar inmediatamente por una última rambla de nombre desconocido, a la que hay que poner en su justo valor. Es una rambla con entrada a derecha, que tiene un par de pasos de cierta dificultad y largo recorrido. Yo me dejé seducir por lo agradable del camino, pero pronto descubrí que iba erróneo. No he eliminado la errata porque creo ayuda a no despistarse.

Seguimos el entretenido recorrido por la cuarta rambla de la jornada, hasta llegar a un paso subterráneo que es final de trayecto. No hay que atravesar el túnel, ascendemos lateralmente por la boca de entrada y salimos a la carretera de servicio del Trasvase. El punto de partida lo tenemos a la vista.

Gran recorrido, muy recomendable.
Acabo agradeciendo a Isidoromf la puesta en común de los atractivos de está zona.

IMPORTANTE: Por la naturaleza del terreno (arcillas y margas yesíferas) no es conveniente planificar esta ruta cuando haya llovido. El suelo se transforma en un barrizal de difícil tránsito.